Una nueva ola de “dekasegi”: brasileños miran a Japón ante la crisis económica

Economía

Sao Paulo, 10 de enero. (Jiji Press)— El número de “dekasegi”, brasileños descendientes de japoneses que llegan a Japón en busca de trabajo, está aumentando. Aunque desde 2007 su afluencia disminuyó influida por la crisis financiera global causada por la quiebra de Lehman Brothers, según fuentes diplomáticas el año pasado se invirtió esta tendencia y se registró un aumento por primera vez en nueve años. Se cree que esto es debido al recrudecimiento de la depresión económica en Brasil y a la falta de mano de obra en Japón de cara a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020.

A mediados de 2016 comenzaron a registrarse más requerimientos de trabajo en Japón en  las agencias de búsqueda de empleo de Sao Paulo, ciudad de Brasil en la que se encuentra la mayor comunidad de descendientes de japoneses del mundo. Miyazaki Hideto, presidente de una de estas empresas, asegura que en los últimos años “numerosas personas han perdido su trabajo por la depresión económica del país”. En algunos casos hay trabajos en Japón en los que el sueldo puede ser 6 o 7 veces superior a lo que se ganaría en Brasil dependiendo de la cantidad de horas extra que se trabajen. “Muchas personas nos piden que les adelantemos el coste del billete a Japón con la promesa de devolverlo posteriormente”, explica Miyazaki.

La despoblación, la baja natalidad y el envejecimiento de la sociedad se han traducido en la falta de mano de obra en Japón. Prefecturas como Ishikawa o Shimane con poca inmigración brasileña han comenzado a buscar este tipo de trabajadores al igual que han hecho otras regiones en las que la llegada de nikkeis ha traído beneficios como Aichi, Shizuoka o Gunma. Muchas de las ofertas de empleo proceden de las industrias del automóvil, la electrónica y la alimentación. Miyazaki asegura que “con el aumento de los salarios se ha equilibrado la balanza entre la oferta y la demanda”.

La mayor depresión económica en Brasil en los últimos 90 años afecta también a los trabajadores con altos salarios que trabajan en empresas. Según ha compartido la empresa de recursos humanos Avance Corporation, entre los que quieren trabajar en Japón hay licenciados universitarios con una alta cualificación, como por ejemplo “dentistas que abandonan su trabajo para marcharse a Japón”.

Antiguamente algunas empresas japonesas engañaban a los trabajadores nikkeis con el contenido de los contratos o no les pagaban el salario completo, entre otros problemas. Hoy en cambio gracias a la comunicación frecuente entre inmigrantes brasileños “la información sobre las empresas que tratan mal a sus empleados circula inmediatamente”, destaca Miyazaki. Las empresas receptoras están esforzándose para acondicionar el entorno de trabajo para estos recursos humanos, por lo que se cree que en 2017 continuará aumentando el número de “dekasegi” en Japón.

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