Victoria del PLD en las elecciones a la Cámara Alta y acuerdo entre la ASEAN y China

Política

Victoria electoral aplastante pone fin al bloqueo legislativo

El Partido Liberal Democrático (PLD) y el Nuevo Kōmeitō, socios de la actual coalición gubernamental, obtuvieron el pasado 21 de julio una rotunda victoria en las elecciones a la Cámara Alta de la Dieta, en las que se hicieron con 76 de los 121 escaños que salían a renovación(*1)). El PLD monopolizó prácticamente los distritos electorales unipersonales, colando a su representante en 29 de los 31 existentes, con las únicas excepciones de Iwate y Okinawa. Así, obtuvo 47 escaños por el sistema de distritos territoriales y otros 18 por el de representación proporcional, logrando un total de 65. Por su parte, el Nuevo Kōmeitō logró el pase para los cuatro candidatos que había presentado en la lucha por distritos, a los que sumó otros siete escaños por el sistema representativo proporcional, para alcanzar un total de once(*2)).

De esta forma, los socios de la coalición de gobierno, que disponían ya de 59 escaños entre los que no salían a renovación, ocupan en el hemiciclo resultante un total de 135, por encima de los 122 que aseguran la mayoría absoluta (sobre el total de 242). Esto no solo significa poner fin a un periodo de obstrucción legislativa causada por el diferente color de las respectivas mayorías de las dos cámaras, sino obtener una mayoría cualificada (129 escaños o más) que permite monopolizar las presidencias permanentes de las diversas comisiones de la cámara.

Muy distinta suerte corrieron los 19 candidatos presentados por el Partido Democrático de Japón en los distritos unipersonales, pues ninguno de ellos fue elegido, arrastrando al PDJ de los 44 escaños que renovaba a tan solo 17, lo que le otorga la representación más baja en la Cámara Alta desde la fundación del partido en 1998. Otras fuerzas opositoras como El Partido de Todos (Minna no tō) o el Partido para la Restauración de Japón (Nippon ishin no kai) solo pudieron conseguir ocho escaños cada una. El Partido Comunista de Japón consiguió tres escaños por distritos (Tokio, Kioto y Osaka) y es la primera vez desde 2001 que no pierde representación por este sistema. La participación fue de solo un 52,6% (sistema de distritos), muy por debajo del 57,9% registrado en los anteriores comicios de 2010, lo que quizás pueda relacionarse con la amplia difusión que tuvieron los pronósticos que daban una holgada victoria a la coalición gobernante.

Expectativas ciudadanas de recuperación de la fortaleza económica

El primer ministro Abe Shinzō, presidente del PLD, en rueda de prensa celebrada en la sede del partido el día siguiente al de las elecciones, hizo algunas declaraciones al respecto.

No hay duda de que estamos consiguiendo resultados, ahí están el producto interior bruto y los indicadores del empleo. Ayer recibimos el espaldarazo de una ciudadanía que quiere una política con capacidad para decidir y que nos dice que avancemos por nuestro camino sin que nos tiemble el pulso. ・・・ Si entrásemos en una involución hacia las viejas formas del PLD de descuidar el diálogo con el ciudadano y rehuir las reformas, automáticamente perderíamos la confianza popular en nuestro partido. ・・・
Este es el verdadero inicio. Lo que más desea la gente es una recuperación económica clara, que se pueda palpar en todos los rincones del país. El poderío de un país se fundamenta en su economía. El peso de su diplomacia, la estabilidad de su sistema de seguridad social, nada de eso puede conseguirse sin el concurso de la economía.
La temporada extraordinaria de sesiones de la Dieta que se celebrará durante el otoño será la de la puesta en práctica de la estrategia de crecimiento. Queremos sacar adelante fuertes estímulos fiscales a la inversión y una ley para hacer nuestra industria más competitiva. Sin capacidad de acción no hay crecimiento, de modo que queremos ir sacando adelante una tras otra todas las medidas que hemos incluido en nuestra Estrategia de Revitalización de Japón. ・・・
Tanto la audaz reforma del sistema de regulaciones que queremos hacer como las negociaciones para el TPP o la elevación del tipo del impuesto sobre el consumo son retos muy complicados, pero tenemos que ir sacando conclusiones de cara al futuro.
(De un extracto de la rueda de prensa publicado en el Yomiuri Shimbun del 23 de julio de 2013, edición matutina)

No podía expresarse de mejor manera. Según una encuesta de urgencia realizada por el periódico Nihon Keizai Shimbun entre los días 22 y 23 de julio, el 62% de los ciudadanos se sienten satisfechos por la resolución del bloqueo legislativo que ejercía la Cámara Alta. Ante la disyuntiva de no celebrar elecciones durante los próximos tres años concentrándose en poner en práctica las medidas anunciadas, o consultar nuevamente a la ciudadanía sin hacerla esperar esos tres años, el 61% eligió la primera opción, y un 56% dijo valorar la política económica de Abe o Abenomics frente a un 29% de quienes no lo hacen. Resumiendo todos estos resultados, una vez resuelto el impase legislativo, lo que desea el ciudadano es que a partir de ahora el gobierno de Abe siga adelante para que Japón recobre su poderío económico.

Según leímos en la edición del 26 de julio de este mismo periódico, el gobierno está considerando servirse el sistema de zonas especiales para, con carácter territorial restringido, poner a prueba políticas desregulatorias, flexibilizando las condiciones de contratación en materia de horas extraordinarias, despido o contratos de empleo temporal, ampliando el margen de admisión de mano de obra extranjera en áreas como la enfermería, la atención a la ancianidad o las guarderías, revisando las regulaciones hospitalarias, levantando la prohibición de posesión de tierras agrícolas que pesa sobre las sociedades anónimas, o derogando la disposición que obliga a los edificios de uso comercial a disponer de estacionamiento. Tenemos confianza en que, bajo el liderazgo del primer ministro Abe, se promoverán en las zonas especiales de estrategia nacional más y más atrevidas reformas regulatorias, incluyendo campos como la sanidad o la agricultura.

Acuerdo ASEAN-China en torno a un código de conducta para el Mar de la China Meridional

Entre los días 27 de junio y 2 de julio se desarrollaron en Brunei la reunión de ministros de asuntos exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés), el Foro Regional de la ASEAN, la reunión de ministros de asuntos exteriores de Asia Oriental y otras de la asociación con otros interlocutores (ASEAN+)k+. En la reunión, también a nivel de ministros de exteriores, que mantuvo ASEAN con China el día 30, se acordó comenzar oficialmente en septiembre las negociaciones para la fijación de un código de conducta legalmente vinculante para el Mar de la China Meridional, escenario de disputas territoriales entre China, Filipinas, Vietnam y otros países. En julio de 2012, este problema se constituyó en un gran obstáculo en la reunión de ministros de exteriores de la ASEAN sostenida en Phnom Penh (Camboya), que tuvo que renunciar finalmente a emitir una declaración conjunta. Si tenemos esto en cuenta, el acuerdo obtenido en esta ocasión es un gran paso adelante. (Artículo relacionado 1) (Artículo relacionado 2) (Artículo relacionado 3)

Sin embargo, esto no significa que el problema del Mar de la China Meridional está encaminándose hacia su solución. China no ha cambiado un ápice su postura y considera que estos problemas no deben internacionalizarse (ser tratados en foros multilaterales), sino ser solucionados por vías diplomáticas bilaterales entre los países implicados. Esto se ve en el caso de los atolones de Scarborough, donde, el año pasado, tras un amago de enfrentamiento entre una patrullera china y otra filipina, el gigante asiático parece haber afianzado su dominio efectivo. Filipinas sometió el caso a una corte internacional de arbitraje, pero China no ha mostrado ninguna intención de atender la demanda. Últimamente, un barco chino de vigilancia se ha hecho fuerte en aguas cercanas al atolón de Second Thomas, en las Islas Spratley (conocidas en japonés como Islas Nansa), sobre las que Filipinas ejerce el dominio efectivo. Previamente a la reunión de ministros de exteriores entre ASEAN y China, este país previno a Filipinas para que se abstuviera de hacer cualquier acción que violase su soberanía sobre las islas.

Lo que es más, justo después de concluir dicha reunión, el gobierno chino, a través de su Consejo de Estado, aprobó una disposición para reestructurar la organización y el personal de la Administración Oceánica Estatal, con lo que se proponía “reforzar la capacidad de llevar a efecto las leyes orientadas a proteger los intereses marítimos, y proteger así el orden y los derechos e intereses”. Asimismo, China puso en marcha oficialmente, el 22 de julio, un nuevo órgano llamado Oficina de la Policía Marítima (equivalente a la Agencia de Seguridad Marítima de Japón), con la que se propone hacer respetar su ley en el Mar de la China Oriental, en el de la China Meridional y en otras áreas marítimas.

Desde esta perspectiva, no cabe esperar que, porque se haya avenido en la reunión de ministros de exteriores de la ASEAN a fijar un código de conducta para el Mar de la China Meridional, China vaya a avanzar en esta labor sin dilación y a paso rápido. Probablemente China pretenda tomarse dicha labor con calma para, entretanto, ir engrosando su cartera de dominios efectivos en esta área marítima, mediante firmes acciones de imposición legal basadas en su propia legislación sobre aguas territoriales. En los últimos años, en las Islas Paracelso, en las Spratley y en otras áreas, se ha registrado un fuerte aumento en el número de incidentes protagonizados por buques gubernamentales chinos que apresan pesqueros vietnamitas o filipinos, y que entorpecen la labor de buques que exploran los recursos de los fondos marinos. Según el gobierno filipino, contando solo las interferencias chinas en aguas de las Spratley, se ha pasado de los siete casos registrados entre 1995 y 2009 a los veinticuatro ocurridos entre 2010 y 2012. Con la entrada en funcionamiento a toda escala de la nueva Oficina de la Policía Marítima china, es muy probable que los roces entre este país, Vietnam y Filipinas se multipliquen, elevando todavía más la tensión en el Mar de la China Meridional.

(Escrito el 29 de julio de 2013)

(*1) ^ El mandato de los miembros de la Cámara Alta es de seis años. Se celebran elecciones cada tres años, en las que se renuevan la mitad de los 242 escaños de que se compone la cámara. (Nota de la Redacción

(*2) ^ De los 121 escaños que salen a renovación durante cada elección a la Cámara Alta, 73 se dirimen por el sistema de distritos electorales, en los que se asigna a cada prefectura entre uno y cinco escaños en función de su población, y los otros 48 por el sistema representativo proporcional de distrito único. (Nota de la Redacción

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