Un sistema electoral que convierte el programa político en algo secundario

Política

No será necesario decir que el sistema electoral influye poderosamente sobre los partidos políticos y sobre la política en general. Actualmente, en las elecciones a la Cámara Baja de la Dieta se sigue un sistema mixto, que combina la representación por distritos electorales de un solo escaño con la representación proporcional. Puede afirmarse que es precisamente este sistema el que ha originado la actual situación en la que la politica se mueve, principalmente, en torno a los dos grandes partidos: el Partido Democrático de Japón (PDJ) y el Partido Liberal Democrático (PLD).

Sistema electoral y dominio del PLD

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial y casi de forma ininterrumpida, en las elecciones a la Cámara Baja se siguió durante muchos años el sistema de distritos de tamaño medio, por cada una de las cuales se decidían, normalmente, de tres a cinco escaños. Bajo este sistema y en virtud también de otros factores, como la propia estructura de la Guerra Fría, se instauró un dominio unipartidista del PLD. Siempre en el poder, el PLD estaba dividido en varias facciones, que solían ser cinco, y que competían y se estimulaban mutuamente en la elaboración de nuevas políticas. La situación era tal que podría decirse que los sucesivos gobiernos del PLD fueron gobiernos de coalición entre sus diferentes facciones internas.

Estas facciones estaban íntimamente relacionadas con el sistema de distritos de tamaño medio, bajo el cual, para que un partido obtenga la mayoría y se mantenga en el poder durante un largo periodo de tiempo, debe ser capaz de conseguir que sean elegidos varios de sus canditdatos por un mismo distrito. Podía darse, incluso, el caso extremo de que los cinco escaños de un distrito fuesen copados por los candidatos de un mismo partido.

Para los candidatos del PLD, la competencia con los compañeros de filas con quienes concurrían en un mismo distrito podía ser tan encarnizada como la que mantenían con los canditados del Partido Socialista o del resto de los partidos de oposición. Si se presentaban cinco candidatos del PLD, todos pertenecían a diferentes facciones y trataban de recalcar las diferencias que los separaban mutuamente. Es una forma de lucha en la que, más que el partido, es la facción o incluso el candidato como individuo lo que se pone en primer plano. Por eso alcanzaron un alto grado de organización y desarrollo los kōenkai o grupos de apoyo a un determinado candidato e, inversamente, la organización y modernización de los partidos sufrieron un retraso.

El nuevo sistema que hizo posible el cambio

En 1994 el sistema de los distritos de tamaño medio dio paso al actual sistema combinado de distritos de un solo escaño y representación proporcional, que en la Cámara Baja se aplicó por primera vez en 1996. Con el cambio, se pretendía poner punto final a la corrupción derivada del dominio de un único partido sobre la esfera política, y establecer un sistema que posibilitara la alternancia de dos grandes partidos en el poder. Así pues, el cambio llegó como consecuencia del entusiasmo reformista.

En las elecciones generales del verano de 2009 se materializó el cambio y el poder pasó a manos del PDJ. Este partido había nacido en 1998, dentro de un complejo proceso de escisiones y reagrupaciones de fuerzas políticas, y había ido ampliando su influencia hasta que finalmente logró alcanzar el poder.

Con el sistema de distritos de un solo escaño, las posibilidades de que el candidato presentado por alguno de los dos grandes partidos, PLD y PDJ, resulte elegido, son muy altas. El resto de las fuerzas políticas, las de mediano tamaño y las más minoritarias, solo pueden basar su estrategia en obtener escaños, principalmente, mediante el sistema de representación proporcional.

Los arribistas, los mejor dotados para ser parlamentarios

En estas circunstancias, lo más razonable para quienes aspiran a participar en la política es integrarse en las filas del PLD o del PJD. Si, para un determinado distrito, el PLD ha elegido ya a su candidato, la única opción es integrarse en el PDJ, por grandes que sean las diferencias en sus principios políticos. También puede darse el caso opuesto. Es irónico que, cuando lo lógico sería que los dos grandes partidos compitiesen con sus respectivos programas políticos, lo que en realidad ocurre es que, debido a que la pertenencia a un partido se fija en función de circunstancias particulares de un determinado distrito, los programas políticos pasan a un segundo plano y acaban resultando elegidas como parlamentarios las personas que aceptan tanto el programa de un partido como el de su rival.

Esto es lo que subyace bajo el arreglo alcanzado este año por el PDJ, el PLD y el Nuevo Kōmeitō sobre la reforma para vincular el sistema tributario con la seguridad social. Las medidas que está tomando el gobierno de Noda Yoshihiko, tanto en materia de seguridad nacional como en lo tocante a la reforma del sistema tributario o a la política energética, son las mismas que tomaron los gobiernos del PLD del pasado. Aunque los partidos puedan tener un programa, los parlamentarios cifran su éxito en su elección y para ellos los programas pasan a un segundo plano. Por eso, visto desde el extranjero, Japón debe de ser un país en que, con la mayor facilidad, se forman los más extraños amancebamientos entre partidos.

(Escrito el 24 de junio de 2012 y traducido al español del original en japonés)

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