Ampliando los horizontes culturales y educativos de Japón

Sociedad

La disminución del número de japoneses que estudian en Estados Unidos se achaca a la tendencia actual de Japón a cerrarse al exterior. Una de las iniciativas que luchan activamente para acabar con esta tendencia es la Conferencia de EE. UU. y Japón sobre el Intercambio Cultural y Educativo (CULCON por sus siglas en inglés).

La preocupación de la CULCON por la situación actual

Debate en el simposio de la CULCON "Desarrollo de las relaciones y el intercambio educativo entre Japón y EE. UU." que tuvo lugar el pasado 17 de mayo en la Universidad de Waseda

A pesar de que el Programa Fulbright para promover las estancias internacionales de estudios es ampliamente conocido en Japón, curiosamente pocos han oído hablar de la conferencia CULCON. Esta iniciativa nació del acuerdo establecido entre el primer ministro japonés Ikeda Hayato y el presidente estadounidense John F. Kennedy en la Cumbre Japón-EE. UU. celebrada en 1961, y se puso en marcha con la primera reunión de la Conferencia de EE. UU. y Japón sobre el Intercambio Cultural y Educativo que tuvo lugar el año siguiente en Tokio. Desde entonces la Conferencia se ha reunido cada dos años, cumpliendo su cincuenta aniversario en 2012. 

En 1983 la CULCON lanzó un estudio de tres años en el que investigadores japoneses y estadounidenses analizaron los sistemas educativos de ambos países. Los resultados del estudio tuvieron un gran impacto en Japón, y en 2001 la Conferencia presentó una serie de medidas para impulsar la afluencia de estudiantes estadounidenses en Japón.

Sin embargo, tras estallar la burbuja económica, no solo el panorama empresarial japonés se vio gravemente debilitado, sino que el número de jóvenes que iban a estudiar al extranjero cayó en picado. En el simposio internacional de la CULCON que tuvo lugar el pasado 17 de mayo en la Universidad de Waseda —"Desarrollo de las relaciones y el intercambio educativo entre Japón y EE. UU.: ampliemos los programas de intercambio de estudiantes"—, muchos de los participantes expresaron su preocupación por la marcada disminución del número de japoneses que van a estudiar a los Estados Unidos. Así como en 2004 había 43.000 japoneses estudiando en EE. UU., el año pasado la cifra se había desplomado hasta los 27.000, una caída de cerca del 40%.

Estudiantes extranjeros en EE. UU.: menos japoneses, más chinos y surcoreanos

¿Por qué hay cada vez menos japoneses que van a estudiar a los Estados Unidos? Una de las participantes del simposio y miembro de la CULCON, la profesora de la Universidad de Harvard Susan Pharr, señaló algunas de las causas de esta tendencia. 

En primer lugar, mientras que en países como China, Corea del Sur y la India la experiencia internacional se considera un valor añadido en la carrera académica de un estudiante, en Japón prácticamente no se valora de forma positiva. Es más, debido al peculiar sistema de búsqueda de empleo japonés, pasar un año o más fuera del país supone una desventaja a la hora de encontrar trabajo después de terminar los estudios.

Por otro lado, Pharr comentó que los altos costes de la docencia en las universidades estadounidenses son un factor que desanima a los estudiantes japoneses, pero en realidad un 64% de los estudiantes de estas universidades reciben becas u otros tipos de ayudas económicas. Sería necesario, pues, que los estudiantes japoneses aprovechasen estos sistemas de ayuda financiera para estudiar en EE. UU.

¿Y por qué los jóvenes de países tan cercanos a Japón como China y Corea del Sur están tan dispuestos a estudiar en el extranjero? Kathy Matsui, directora ejecutiva y jefa de estrategia de Goldman Sachs, explicó que la crisis económica que sufrió Corea del Sur en 1997 llevó a muchas empresas a la bancarrota y dificultó así la búsqueda de empleo a los recién licenciados universitarios. El mundo empresarial coreano vio entonces la internacionalización como única vía de supervivencia, por lo que las empresas empezaron a demandar personal con un nivel alto de inglés. Mientras que en Corea del Sur el examen de acceso de las universidades incluye una prueba unificada de inglés obligatoria, las universidades japonesas carecen de tal requisito y en la práctica sus estudiantes presentan una patente incapacidad de comunicarse en inglés. 

En el caso de China, el número de plazas de las universidades se ha visto desbordado por el creciente número de aspirantes, lo que ha empujado a muchos jóvenes a ir a estudiar al extranjero. Asimismo, cabe apuntar que para muchos jóvenes chinos estudiar en otro país supone una inversión desmedida de cuyo éxito depende prácticamente su supervivencia.

La necesidad de formar recursos humanos globales

Norman Mineta, ex presidente de Transporte estadounidense que también participó en el simposio, calificó la escasez de intercambios de estudiantes entre Japón y EE. UU. como una lacra para la formación de nuevos líderes globales, y recalcó la necesidad de elevar tanto la cantidad como la calidad de los intercambios entre ambos países.

El Programa Fulbright ha contribuido a la formación de líderes del mundo académico, empresarial, artístico, informativo y científico, y 300.000 estudiantes de todo el mundo se han beneficiado de sus programas. Fulbright Japan se fundó en 1949 y desde entonces ha formado a 7.300 japoneses y 2.500 estadounidenses, convirtiéndose en el mayor programa de promoción para la creación de líderes globales. El espíritu de este programa es alentar a las nuevas generaciones a competir, despertar su interés recíproco y dirigir su atención hacia los problemas de la comunidad global. Para lograr estos objetivos, resulta de vital importancia obtener la experiencia de vivir, estudiar y trabajar en sociedades con culturas distintas a la propia.

Hoy en día la formación de recursos humanos globales no debe llevarse a cabo exclusivamente mediante acuerdos y programas de intercambio entre países. Los tiempos actuales requieren el fomento de la iniciativa individual, y el intercambio entre jóvenes de distintas culturas es una fuente de valor. Debemos ser conscientes de que los entornos monoculturales no dan lugar a la innovación (destrucción creativa) y de que la diversidad no es una característica intrínseca a la sociedad sino algo que debe cultivarse activamente. 

La mitad de los extranjeros que estudian en Japón vuelven a casa porque no encuentran trabajo

Otro de los problemas ligados al intercambio de estudiantes en Japón es que muchos de los estudiantes de otros países que vienen a estudiar a Japón acaban volviendo a sus países porque no encuentran trabajo tras terminar sus estudios. Maehara Kaneichi, vicepresidente de la asociación de ejecutivos corporativos Keizai Dōyūkai, apuntó durante el simposio que el 80% de los casi 140.000 estudiantes extranjeros en Japón procede de China y Corea del Sur, y que solo unos 2.000 —el 1,4%— son estadounidenses. Además, de los 38.000 estudiantes extranjeros que se licenciaron en universidades japonesas la primavera pasada, tan solo 7.900 consiguieron trabajo en Japón. Las empresas japonesas deben adoptar una estrategia más dinámica para captar los recursos humanos globales que tanta falta les hacen promoviendo programas de prácticas profesionales y diversificando las vías de contratación para los extranjeros que estudian en Japón.

En el lado opuesto, actualmente unos 60.000 japoneses se encuentran cursando estudios en otros países, de los cuales 10.000 regresan cada año a Japón. Las empresas japonesas deberían plantearse facilitar la contratación de estos jóvenes para beneficiarse de su valioso capital humano. Según una encuesta realizada recientemente a jóvenes japoneses que han estudiado en otros países, al 35% le preocupaba la búsqueda de trabajo en Japón incluso desde antes de irse al extranjero y el 34,3% declaró que había tenido grandes dificultades para encontrar trabajo al volver de su estancia de estudios. (La encuesta fue realizada por Internet por la empresa Disco, que sondeó a 7.414 japoneses que estudian o han estudiado en el extranjero y recibió respuesta de 342 de ellos.)

(Traducido al español del original japonés redactado el 6 de junio de 2013.)

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