Las Olimpiadas de Londres: el torrente de medallas japonesas

Sociedad Cultura Deporte

Las Olimpiadas de Londres terminaron el 12 de agosto. El equipo de Japón ha conseguido 38 medallas en 13 competiciones, algo sin precedentes. Ninomiya Seijun, periodista deportivo, analiza los resultados, y los desafíos para unas posibles Olimpiadas en Tokio.

38 medallas para Japón: un récord en su historia

La Carta Magna de los Juegos Olímpicos proclama a viva voz que “las Olimpiadas no son una guerra entre naciones”. Sin embargo, Japón no es el único país que se emociona o se entristece, a nivel nacional o por regiones, debido al número de medallas.

El Reino Unido, el anfitrión de las Olimpiadas este año (las cuales se celebran en Londres, pero no podrían subsistir sin el apoyo de la nación), ha conseguido 29 medallas de oro, y ha sido capaz de hacerse sitio en el “cuerno de las potencias”, que antes formaban Estados Unidos, China y Rusia. Dicho sea de paso, el Reino Unido no había conseguido tantas medallas desde los Juegos Olímpicos de Londres de 1908.

Si nos fijamos en Japón, el equipo nacional no ha sido capaz de lograr los objetivos que el Comité Olímpico Japonés se había planteado: contarse entre los cinco mejores del mundo por medallas de oro; sin embargo Japón logró un total de 38 medallas: 7 de oro, 14 de plata y 17 de bronce, un número sin precedentes, por encima de las 37 logradas en las Olimpiadas de Atenas.

No obstante, en Asia, Japón tuvo que reconocer los logros de China (38 medallas de oro, 27 de plata, 23 de bronce) y Corea del Sur (13 de oro, 8 de plata, 7 de bronce), tras la que quedó clasificada por número de medallas de oro. Hubo incluso un político que declaró: “China tiene una población de 1.300 millones de habitantes, pero no podemos perder contra Corea, que sólo tiene cincuenta millones.”

Al determinar las clasificaciones, es el número de medallas de oro el que otorga prioridad. En un caso extremo, una medalla de plata contaría más que cien de bronce, y una de oro más que cien de plata. Pero dejando esos extremos de lado, si se decide la clasificación como de costumbre, Corea del Sur quedaría en el quinto puesto, y Japón en el undécimo. Tal es la importancia de las medallas de oro.

Sin embargo, resultaría prematuro decir por eso que “hemos perdido contra Corea”. Japón logró medallas en trece competiciones diferentes. En otras palabras, el hecho de que Japón haya logrado sus medallas en un espectro tan amplio de competiciones es un testamento a la solidez de su deporte.

Clasificaciones de las Olimpiadas de Londres por país

PosiciónPaísOroPlataBronceTotal
1 EE.UU. 46 29 29 104
2 China 38 27 23 88
3 Reino Unido 29 17 19 65
4 Rusia 24 26 32 82
5 Corea del Sur 13 8 7 28
6 Alemania 11 19 14 44
7 Francia 11 11 12 34
8 Italia 8 9 11 28
9 Hungría 8 4 5 17
10 Australia 7 16 12 35
11 Japón 7 14 17 38
12 Kazajstán 7 1 5 13
13 Holanda 6 6 8 20
14 Ucrania 6 5 9 20
15 Nueva Zelanda 6 2 5 13
16 Cuba 5 3 6 14
17 Irán 4 5 3 12
18 Jamaica 4 4 4 12
19 República Checa 4 3 3 10
20 Corea del Norte 4 0 2 6

 

El refuerzo de los atletas, al estilo japonés

En los últimos años se ha escuchado a menudo el argumento de que en Japón se deben tomar medidas de selección y concentración, tanto de pruebas deportivas como de atletas, del mismo modo que se hace en China o Corea del Sur. Pero de hacerlo se trataría únicamente de una aceleración de la contienda entre las naciones. Japón tiene su forma de hacer las cosas. Quizá ésa sea la manera de pensar en este asunto.

Un ejemplo típico es el del equipo de patinaje artístico masculino. En las Olimpiadas de Vancouver de 2010 Takahashi Daisuke ganó una medalla de bronce. La primera vez que Japón envió un atleta a esta competición fue en 1932, a las Olimpiadas de Lake Placid; desde aquel momento y hasta las Olimpiadas de Vancouver, Japón no había sido capaz de subir al podio a ninguno de los 29 atletas que han participado en esta prueba. Si Japón hubiera tenido esa mentalidad de seleccionar y concentrarse en ciertas pruebas limitadas para reforzar a los atletas, considerando que era ridículo invertir recursos en una disciplina si no hay manera de conseguir medallas, habría abandonado el patinaje artístico masculino mucho antes.

El patinaje artístico masculino de Japón sembró durante 78 años sus semillas en el campo de los Juegos Olímpicos, hasta poder conseguir su fruto. En el mundo del deporte japonés todos deberían estar orgullosos de este logro.

¿Conseguirá el torrente de medallas traer los Juegos Olímpicos a Tokio?

Volvamos a esas 38 medallas que ha conseguido Japón. A raíz del torrente de medallas que iban llegando día tras día, en todo Japón la excitación dio lugar a que algunas personas relacionadas con el Comité de Candidatura de Tokio (the Tokyo 2020 Bid Committee) hablaran de la posibilidad de celebrar los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio, siguiendo la estela del éxito.

Es bien sabido que las posibles ciudades candidatas a sede de los juegos de 2020 se han reducido a tres: Tokio, Estambul (Turquía) y Madrid (España). En septiembre del año que viene, durante la asamblea general del Comité Olímpico Internacional (COI) a celebrarse en Buenos Aires, Argentina, se decidirá cuál de las tres ciudades será la anfitriona.

Parece que se está reduciendo la tendencia a favorecer a Estambul, que se presenta como candidata por quinta vez, desde que lo hiciera por vez primera en 2000. La ciudad proclama, como su principal punto fuerte, que es “la primera del Islam”. Sin embargo, Estambul tiene una preocupación que las otras dos ciudades no tienen: la ansiedad en términos de su seguridad. Siria, que comparte frontera con Turquía, está en plena guerra civil, y no hay perspectivas de que ésta vaya a terminar pronto. Los miembros del COI con derecho a voto, evidentemente, no pueden pasar por alto este punto.

Por otro lado en Madrid el desasosiego llega por el lado económico. Las Olimpiadas de Atenas aún se recuerdan como un ejemplo de inversión excesiva que tuvo una fuerte influencia en las finanzas del estado.

Entonces, ¿cómo es el caso de Tokio? Según una encuesta independiente del COI en cada ciudad candidata, el apoyo a Estambul es del 73%, el de Madrid del 78% y el de Tokio ni siquiera llega a la mitad: un 47%. Se podría decir que es una señal de que los propios japoneses no tienen una respuesta clara cuando se les pregunta “¿Por qué Tokio?” “¿Por qué una segunda vez?”

Ni el primer ministro, Noda Yoshihiko, ni el gobernador de Tokio, Ishihara Shintarō, acudieron a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres. ¿No deberían haber sido los políticos los primeros en dar ejemplo, si es que en verdad consideramos la celebración de las Olimpiadas como algo necesario? Debemos contar con estrategias que puedan maximizar esa “fiebre residual” que se generó con el torrente japonés de medallas, en las Olimpiadas de Londres.

(Escrito el 20 de agosto de 2012; traducido al español del original en japonés.)

 

Foto de fondo en el título: Medallistas japoneses que participaron en la rueda de prensa de bienvenida, a su retorno a Japón (14 de agosto de 2012, Tokio; cortesía de Sankei Shimbun)