Koike Yuriko, de gobernar Tokio a liderar todo Japón

Política Sociedad

La opinión pública no logra apartar la atención de Koike Yuriko. La formación política que la apoya, el Partido de los Residentes de Tokio Primero, está preparándose para dar el salto a la política nacional. En las filas del Partido Liberal Demócrata, entre otros círculos, lo interpretan como una prueba de que la gobernadora de la metrópoli aspira a liderar el Gobierno central algún día a pesar de que ahora se dedica exclusivamente a la capital japonesa, de ahí que reine una mayor cautela en su seno. Los resultados de las elecciones a la Asamblea de Tokio, que tendrán lugar en julio, determinarán si Koike continúa en el ojo del huracán de cara a los comicios a la Cámara Baja.

El declive del Partido Liberal Demócrata

A finales de febrero, entre los medios de comunicación se dio a conocer una predicción que, al parecer, estaría basada en un estudio del entorno de Koike Yuriko, sobre el número de escaños que obtendría cada partido en las elecciones a la Asamblea Metropolitana de Tokio. Según el sondeo, el Partido de los Residentes de Tokio Primero se haría con 59, seguido del Kōmei y del Liberal Demócrata (PLD), con 23 cada uno, el Comunista, con 15, y el Demócrata, con seis. El Partido Restauración de Japón, por su parte, no obtendría ningún asiento. Se vaticinaba, pues, una victoria abrumadora de la formación política que apoya a la gobernadora tokiota.

La Asamblea Metropolitana de Tokio se compone de 127 escaños en total, siendo 64 los necesarios para garantizar una mayoría absoluta. A 20 de febrero de 2017, la afiliación política de quienes forman parte del órgano metropolitano era la siguiente: Partido Liberal Demócrata, 57, la mayor cifra; Kōmei, 22; 18 asambleístas pertenecían a una agrupación reformista afín al Partido Demócrata, mientras que el Partido Comunista y el de los Residentes de Tokio Primero contaban con 18 y cinco representantes, respectivamente. El pronóstico anteriormente mencionado colocaba al Partido de los Residentes de Tokio Primero muy cerca de la mayoría absoluta, mientras que el Partido Liberal Demócrata pasaría a tener menos de la mitad de escaños de los actuales, ambos datos sorprendentes. En esa misma época se dio a conocer otro sondeo, cuya autoría se atribuyó al Partido Kōmei; este estudio mostraba una tendencia similar al arriba mencionado, algo patente también en la encuesta realizada por el Partido Demócrata. Todas las formaciones eran conscientes de la grave caída que sufriría el Partido Liberal Demócrata, una realidad que se comentaba en los círculos de Koike. Se tenía una certeza casi total de que esta última conservaría su impulso y el Partido de los Residentes de Tokio Primero se convertiría en la primera fuerza en la Asamblea de celebrarse elecciones.

Según fuentes cercanas, el Partido Liberal Demócrata está realizando sondeos solo en algunos distritos electorales. Aunque en los distritos de representación única los resultados son peores que los del Partido de los Residentes de Tokio Primero, en los de representación múltiple –con dos escaños o más– ambas formaciones se reparten los asientos, pero lo que se concluye que esta última no avanzará tanto como se ha dicho.

Los círculos de Koike, sin embargo, siguen manteniendo una actitud positiva. Predicen que en los distritos de tres escaños el Partido de los Residentes de Tokio Primero, el Kōmei y el Comunista ganarán en este orden, o bien el Partido Comunista y el Kōmei quedarán segundo y tercero, respectivamente. En otras palabras, el Partido Liberal Demócrata no se colocará entre los tres primeros. En los distritos de dos escaños, se darán casos en los que logre acaparar el control.

Las mismas fuentes cercanas afirman que si cada partido realiza correctamente los ajustes necesarios, es posible que el Partido Liberal Demócrata no llegue a los 20 escaños. Si esta última formación logra menos de 20 asientos, la derrota será demoledora.  Está por ver si se produce una retirada en las filas del Partido Liberal Demócrata, que hasta ahora presumía de su hegemonía bajo la dirección del primer ministro Abe Shinzō. No obstante, en las elecciones a gobernador de Tokio de 2016, Koike venció a la coalición formada por el Partido Liberal Demócrata y el Kōmei; en los comicios a la alcaldía del distrito de Chiyoda, también en la capital japonesa, la victoria frente al Partido Liberal Demócrata también fue aplastante. En los círculos de la gobernadora comentan que de seguir así, desaparecería uno de los organismos regionales del Partido Liberal Demócrata con influencia.

La supervivencia del Partido Kōmei

Respecto a los movimientos de Koike a la hora de asignar candidatos en las elecciones a la Asamblea de Tokio, hay quienes indican una tendencia similar a lo ocurrido con Hashimoto Tōru y el Partido Restauración de Osaka. Sin embargo, los círculos de la gobernadora tokiota establecen una diferencia clara entre ambas situaciones, ya que consideran que el Partido Restauración eliminó a agrupaciones políticas ya existentes, mientras que ellos lo que buscan es llevarse bien con el resto de formaciones.

Lo cierto es que Koike no busca la confrontación total en la Asamblea de Tokio. El único con el que sí lo hace es el Partido Liberal Demócrata. La composición del órgano metropolitano sería, pues, Koike y el resto de partidos contra el Liberal Demócrata. Un claro ejemplo de esto lo encontramos en el Partido Kōmei.

En diciembre de 2016, este último rompió con el Partido Liberal Demócrata y se alió con la gobernadora. El 10 de marzo de 2017 se supo que el Kōmei aunaría esfuerzos con el Partido de los Residentes de Tokio Primero en las elecciones a la Asamblea de la metrópoli. Firmaron un acuerdo de políticas, además de pactar que ambas formaciones recomendarían a los candidatos de la otra. En el Gobierno central el Partido Kōmei es socio de coalición del Liberal Demócrata, pero en la Asamblea de Tokio lo ha convertido en su enemigo para garantizar su supervivencia. En este caso, la necesidad carece de ley.

Los círculos de Koike también creen que los distritos de representación múltiple influyen en los resultados electorales. Por ello, le han quitado el Kōmei, que siempre tiene votos a favor en los distintos distritos, al Partido Liberal Demócrata;  consideran que lo mejor es la coexistencia con este nuevo aliado. Además, se esfuerzan por establecer, en la medida de lo posible, alianzas con candidatos de otras formaciones a excepción del PLD, de ahí que realicen entre bastidores los ajustes necesarios con el resto de agrupaciones. El entorno de la gobernadora prevé que es posible que, tras las elecciones, el "partido gobernante de Koike" supere los cien escaños, de los 127 de la Asamblea de Tokio; esto es, que más de un centenar de los asientos estén ocupados por otras formaciones que no sean el Partido Liberal Demócrata.

Abajo con Koike

Lo cierto es que, según los círculos de Koike, al principio esta no buscaba meterse en problemas con el PLD. De hecho, el 10 de enero de 2017 se reunió con el primer ministro en la oficina de este. Algunas fuentes cercanas afirman que durante el encuentro la gobernadora afirmó que apoyaría a los candidatos del Partido Liberal Demócrata en las elecciones a Cámara Baja. El PLD, por su parte, señaló que Koike no tenía conflictos con la sede central a pesar de sus divergencias con la facción tokiota.

Sin embargo, si analizamos la situación desde la perspectiva de la Administración, en esta no desaparece el sentimiento de desconfianza hacia Koike. Esto se debe a que en las elecciones a la presidencia del Partido Liberal Demócrata de 2012, esta mostró su apoyo hacia Abe Shinzō al principio, pero acabó decantándose por Ishiba Shigeru cuando se rumoreó que la contienda se centraría en este último y en Ishihara Nobuteru. En términos generales, en el Gobierno reina la aversión hacia la gobernadora. Este sentimiento lo alberga sobre todo la mano derecha del primer ministro, Suga Yoshihide, secretario general del Gabinete; de él se dice que representa el movimiento "Abajo con Koike". Los círculos de la gobernadora no viven ajenos a ese sentimiento. Afirman que, a pesar de que no se buscaba la rivalidad con el Gobierno ni con la sede central del PLD, lo cierto es que no cesan los impedimentos.

La posible disolución de la Cámara Baja en el otoño de 2018

Si el Partido de los Residentes de Tokio Primero realmente tiene intención de pasar al plano nacional, lo haría coincidiendo con la disolución de la Cámara Baja. El mandato de los parlamentarios de esta última termina en diciembre de 2018. En el seno del partido gobernante, se celebrarán elecciones a la presidencia en septiembre de ese mismo año. Por lo tanto, son muchos quienes creen que los comicios se celebrarán en el otoño de 2018 si Abe logra la reelección. A juicio de un alto cargo del Partido Kōmei, el Gabinete, que goza de una tasa de apoyo alta, se enfrentará a cuestiones de importancia como la reforma constitucional que tanto anhela, ya que no habrá cambios en la hegemonía de Abe.

En este caso, los círculos de Koike dispondrán del tiempo necesario para elegir a sus candidatos a la Cámara Baja, entre otros preparativos con vistas a los comicios. Si el Partido de los Residentes de Tokio Primero decide presentar candidaturas en todo el país, uno de los temas que saldrá a relucir será el de los fondos. A este respecto, los círculos de la gobernadora aseguran que el dinero no será un problema si presentan candidatos con recursos. Respecto a la cifra de postulantes, el entorno de la gobernadora también se muestra confiado. La escuela de política fundada por Koike cuenta con unos 4.000 estudiantes. "Solo es cuestión de tiempo", señalan.

Kokusei Kenkyū-kai, la organización para la investigación política fundada por el Partido de los Residentes de Tokio Primero, elige a sus participantes entre los alumnos de la escuela. Quienes hayan aprobado ciertos exámenes tienen preferencia.

No en las próximas elecciones sino en las siguientes

Si Koike, a quien observan de cerca tanto los partidos gobernantes como los opositores, decide regresar a la política nacional, la pregunta que se plantea entonces es cuándo se producirá este regreso.

Según una fuente cercana, esto no ocurrirá en las próximas elecciones a la Cámara Baja, ya que en la política metropolitana todavía no se han visto resultados. A decir verdad, el problema del traslado del mercado de Tsukiji a Toyosu no parece solucionarse. Mientras no se resuelva, está claro que si la gobernadora se pasa a la política nacional, habrá quienes la critiquen por haber abandonado un asunto del Gobierno metropolitano. Por otro lado, pesa sobre ella la responsabilidad de hacer que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020 sean todo un éxito.

Por consiguiente, las puertas se le abrirían en las siguientes elecciones, esto es, cuando se cumpliera el mandato de quienes hubieran ganado los anteriores comicios. En este caso, de celebrarse en 2018, sería antes de 2022.  Por otra parte, si el primer ministro logra un tercer mandato, este concluiría en 2021; Koike tendría 69 años. En el seno del PLD hay quienes consideran que la popularidad de la gobernadora no durará tanto, pero también quienes son de la opinión de que esta tiene sus miras puestas en la era posterior a Abe y será entonces cuando regrese al partido.

Uno de los motivos principales por los cuales Koike genera interés reside en el hecho de que bajo la hegemonía de Abe en la política nacional no se encuentra candidato alguno para la era posterior al primer ministro. En el Partido Liberal Demócrata, además de Ishiba, suenan nombres como el del ministro de Asuntos Exteriores, Kishida Fumio, el de la titular de Defensa, Inada Tomomi, o el de Noda Seiko, exministra de Correos y Telecomunicaciones. Sin embargo, les falta peso. A día de hoy, en la escena política central, se tiene la impresión de que Koike, que hace gala de una fuerte personalidad, tiene posibilidades como aspirante al liderazgo del país.

Queda por ver cuál será el próximo paso que dé la gobernadora. Todo dependerá de los resultados de las elecciones a la Asamblea de Tokio, pero en la fundación de Kokusei Kenkyū-kai, entre otras formas de prepararse para las distintas posibilidades, se puede percibir su intención de conservar su libre albedrío.

Dos elecciones en un solo día

En el Partido Liberal Demócrata se entremezclan los puntos fuertes con las flaquezas. A principios de marzo, la facción de Tokio solicitó el apoyo de la sede central para las elecciones a la Asamblea de la metrópoli, trámite que dio inicio a los verdaderos preparativos para los comicios. La petición llegó también hasta el primer ministro; el objetivo es preservar los escaños con el respaldo del PLD en su totalidad. Sin embargo, en la Asamblea de Tokio se considera a los miembros del PLD obstáculos que se oponen a la gran revolución que está realizando la gobernadora en la ciudad y van contracorriente. Aunque se espera que los ánimos se calmen reduciendo el antagonismo con Koike mediante una estrategia para aceptarla, lo cierto es que a día de hoy no se están viendo los frutos de la misma.

En el seno del PLD hay quienes proponen celebrar ambas elecciones –a la Asamblea de Tokio y a la Cámara Baja– el mismo día, con el objetivo de reducir la influencia de Koike. En la dirección de la facción tokiota se cuchichea sobre esta opción. Si los comicios a la Cámara Baja se celebran en julio, se calcula que la gobernadora no podrá moverse por falta de tiempo. Al parecer, existen también matices respecto a la contención del Partido Kōmei, con quien Koike ha acercado posturas. En lo referente a celebrar ambas elecciones en un solo día, esta formación política, que concede la misma importancia tanto a los comicios a la Asamblea tokiota como a los nacionales, se opone. Por lo tanto, será imposible evitar su rechazo.

En la conferencia de prensa del 10 de marzo, Nikai Toshihiro, secretario general del Partido Liberal Demócrata, sugirió la posibilidad de acabar con la situación, al hacer referencia a las acciones de Koike, que planea su propio ascenso sin haber abandonado todavía la formación. "Si se siguen produciendo estos excesos, el partido deberá mostrar una postura firme", dijo Nikai.

Por otro lado, hay quienes creen que es necesario poner freno a la influencia de las elecciones a la Asamblea de Tokio en la política nacional. Recientemente, un parlamentario de la Cámara Baja que pertenece a la facción tokiota del PLD le habría comunicado a la ejecutiva de esta última la apremiante necesidad de que la sede central deje de inmiscuirse en las elecciones de la metrópoli, dado que la responsabilidad de la derrota no cae solo sobre la facción de la capital, sino que se extiende a la sede central y pone en peligro el prestigio del primer ministro. La respuesta, sin embargo, ha sido lenta.

Imagen del encabezado: la gobernadora Koike Yuriko se dirige a la Asamblea de Tokio, 28 de febrero de 2017 (Jiji Press)

(Traducción al español del original en japonés del 12 de marzo de 2017)

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