Las fronteras de la ciencia

Lencería que estiliza: Wacoal en busca de la figura ideal

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La lencería actual va más allá del simple entallado de la prenda para perseguir la clave de la belleza mediante el modelaje anatómico. El Centro de Investigación Humana de la firma Wacoal, que hace poco celebró su 50 aniversario, registra cada año los datos anatómicos de 1.000 mujeres para analizarlos científicamente y desarrollar sus colecciones de ropa interior.

Movimiento y belleza anatómica: las nuevas funciones de la lencería

Lanzado al mercado en 1992 y conocido por el lema “juntar y alzar”, el sujetador Good Up Bra incorpora la exclusiva tecnología del “doble aro”, un elemento elaborado con fibra amorfa que destaca por su potencia tanto en la parte superior como en la parte inferior de la copa. Este sujetador, que crea un atractivo escote gracias a la elevación del pecho desde la base y los laterales, convenció a las mujeres japonesas de que la lencería puede ayudar a alcanzar la silueta deseada y se convirtió en el gran éxito de ventas de Wacoal.

La nueva prenda que Wacoal sacó a la venta en julio de este año, Yakusoku No Bra (en la foto del titular), es un sujetador que añade al tradicional “juntar y alzar” un efecto estilizador. Yoseage Shiito (en trámites de patente) es una banda que conecta los tirantes con los laterales de la copa y redondea la forma del busto, fijando la base y los aros con el llamado Kiyase Naname Bone, un alambre en forma de uve invertida que estiliza los laterales del busto.

Parece ser que hoy en día la lencería no se limita a estilizar la silueta y busca nuevas funciones, como adaptarse al movimiento y embellecer la anatomía.

Chakuseki Bijin, para la mujer trabajadora

Chakuseki Bijin, la nueva aliada en la oficina. Sujeta el abdomen desde la zona lumbar hasta el vientre para evitar que la pelvis se incline hacia atrás incluso al estar sentada. Combinándola con el sujetador Yakusoku No Bra se logra una postura sedente aún mejor.

Este verano salió a la venta Chakuseki Bijin, una faja que ayuda a mantener una postura correcta al sentarse evitando que la pelvis se incline hacia atrás. Gracias a su diseño con soportes que van desde la zona lumbar hasta el vientre, sujeta la pelvis de modo que al estar de pie la cadera se eleva y al estar sentado la pelvis se mantiene en vertical.

Sakamoto Akiko, que participó en el diseño como miembro del Centro de Investigación Humana de Wacoal, comenta: “La mayoría de las mujeres que trabajan en una oficina pasan casi todo el día sentadas. En esa postura el torso se inclina inevitablemente hacia adelante y la pelvis tiende a inclinarse hacia atrás, con lo cual se sobrecarga la zona lumbar. Yo misma paso el día entero trabajando en mi silla, y por eso quería diseñar una prenda que redujese el cansancio incluso al permanecer sentada durante muchas horas. El resultado es Chakuseki Bijin.”

Desvelando el mecanismo del cambio anatómico que provoca la edad

El Centro de Investigación Humana de Wacoal estudia científicamente el cuerpo femenino y basa el desarrollo de sus productos en los datos obtenidos mediante la investigación. Todos los años el Centro recopila los datos anatómicos de 1.000 mujeres de entre 4 y 69 años de edad; tras 50 años llevando a cabo estos estudios, el total de mujeres analizadas sobrepasa las 40.000. Una muestra de 200 de esas mujeres se ha sometido a estudios semestrales durante aproximadamente 30 años para recopilar sus datos de forma cronológica. Esta valiosa información ha permitido deducir ciertas reglas relacionadas con los cambios anatómicos que se producen con la edad, como son el cambio de la forma del pecho y el cambio de la forma de la cadera (ver ilustraciones).

En primer lugar el cuerpo se expande en general y la cintura pierde definición, mientras que el pecho y la cadera descienden. Finalmente, el abdomen se expande hacia adelante y el pecho se esparce hacia fuera. La edad a la que se manifiestan estos cambios depende de cada individuo, pero las fases del proceso se desarrollan siempre en el mismo orden. Además, al pasar de una fase a otra, es imposible volver atrás.

El cambio de la forma del pecho con la edad: entre los 20 y los 29 años el pecho empieza a caer y algunas mujeres entran en la segunda fase.

El cambio de la forma de la cadera con la edad: la edad de inicio del proceso varía entre personas, y hay mujeres de entre 40 y 49 años que se mantienen en la fase 0.

Según Sakamoto: “Con la edad el equilibrio hormonal se altera y cambia la proporción de glándula mamaria y grasa. Además de que la cantidad de glándula mamaria y grasa entre los 10 y 19 años —fase de crecimiento— y entre los 40 y los 49 años es distinta, la firmeza y la elasticidad de la piel también cambian con la edad. Por eso al elegir un sujetador no basta con que la talla sea la correcta, sino que es importante que se adapte al tono y la forma del pecho.”

Modelos de busto a los 20-29 años (izquierda) y a los 40-49 años (derecha), basados en las mediciones de la investigación. Los modelos reflejan tanto la forma como el tono, y se observa que el pecho de 40-49 años está notablemente caído.

Hábitos cotidianos para mantener una figura joven

Además de recopilar los datos anatómicos, el estudio también indaga sobre el comportamiento y el pensamiento de las participantes. Las entrevistas realizadas revelaron algunos puntos comunes en el estilo de vida de las participantes que se conservaban jóvenes pese a la edad, como mantener una postura correcta (equilibrio lateral), andar mucho, andar rápido y con zancadas amplias, seguir una alimentación regular y dormir bien. Además, se descubrió que las mujeres que siguen este tipo de costumbres de forma continuada durante un largo tiempo —10 o 20 años— son capaces de mantener un cuerpo juvenil por más años que pasen.

Cambiar las costumbres que se han seguido durante años no es tarea fácil, pero Wacoal desarrolla una gran variedad de productos que ayudan a cambiar la postura y otros hábitos del día a día. Así pues, una forma de empezar a cambiar las malas costumbres es cambiar de tipo de ropa interior.

Los modelos Fitness Walker y Cross Walker incorporan materiales de refuerzo parecidos a las vendas que ofrecen sujeción en los muslos y las articulaciones de la cadera, de modo que ayudan a andar con pasos más amplios y más deprisa. Gracias a este sistema, andar se convierte en un buen ejercicio para quemar calorías y ponerse en forma.

Un original sistema para medir la comodidad

En el sistema para evaluar la adecuación de la presión de la prenda, se realizan movimientos de marcha con la prenda puesta y se mide el nivel de sujeción y la holgura de las distintas partes mediante sensores de presión.

Por más que la lencería ofrezca interesantes prestaciones como estilizar la figura y controlar la postura y el movimiento, lo cierto es que si no resulta cómoda de llevar no logra venderse bien.

“La comodidad es lo primero: el tacto y la sujeción, la adaptación al movimiento, etc. Y, al ser una prenda que se usa a diario, cualidades como la resistencia y el diseño son también cruciales. Por eso desarrollamos nuestros productos teniendo en cuenta muchos factores además de la funcionalidad”, comenta Sakamoto.

Al estar en contacto directo con la piel, la lencería resulta incómoda si aprieta demasiado, y provoca malestar si se descoloca al moverse. Por eso Wacoal ha desarrollado un exclusivo sistema para evaluar la adecuación de la presión de la prenda que sirve para medir su comodidad de forma numérica.

Para tomar las medidas anatómicas, además de la cinta métrica tradicional, Wacoal utiliza un dispositivo láser de medición tridimensional sin contacto. El dispositivo permite tomar todas las medidas corporales tridimensionales sin tocar el cuerpo a medir. Para medir los parámetros relativos a la sensación, que no se prestan a cuantificación exacta, se utilizan simplemente los cinco sentidos de las investigadoras.

La investigadora Sakamoto Akiko del Centro de Investigación Humana de Wacoal sentada frente a la mesa de control del dispositivo láser de medición tridimensional sin contacto

Así es como Wacoal desarrolla sus productos: recopilando los datos de mujeres de todas las edades para crear prendas que se adapten a sus características anatómicas. Además, Wacoal propone distintos tipos de lencería adecuados para cada actividad diaria, como el deporte, el trabajo de oficina o el descanso nocturno.

Según afirma Sakamoto: “La lencería es algo que suele llevarse sin prestarle demasiada atención, pero me gustaría concienciar a las mujeres de su importancia en el estilo de vida y el mantenimiento de un cuerpo bello para el día de mañana.”

A medida que nuestro estilo de vida se transforma, sin duda el concepto de lencería seguirá evolucionando.

 

Reportaje y redacción de Ushijima Bifue

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