Datos de Japón

Los delitos contra los niños vuelven a aumentar

Sociedad

2013 trajo un nuevo aumento del número de denuncias por delitos contra menores de 13 años. Según la última edición del Libro Blanco de la Policía, estos delitos, que se situaban en los 37.054 casos en 2004 y bajaron hasta los 25.612 en 2012, repuntaron en 2013 hasta alcanzarse los 26.939. Entre ellos, merecen especial atención los actos obscenos, que están en claro aumento, y las retenciones y secuestros de niños, que llegaron a los 103 casos durante ese año. Estas cifras nos dan una idea de los peligros que acechan a nuestros pequeños.

Abyectos crímenes contra la infancia que no dejan de ocurrir

La niña Ikuta Mirei (seis años), que desapareció el día 11 del corriente cuando regresaba de la escuela, y continuaba en paradero desconocido, fue hallada muerta el día 23 en una zona de arbolado próxima a su domicilio, en el barrio de Nagata (Kōbe). Según informaron los responsables policiales de la investigación. Su cadáver había sido seccionado e introducido en varias bolsas de plástico. La identidad de cadáver fue confirmada por las pruebas del ADN. El caso de Mirei pasa a engrosar la larga lista de abyectos crímenes que se ceban en la inocencia infantil, de los cuales este año han ocurrido ya varios.

El 9 de septiembre, dos días antes de la desaparición de Mirei, una niña de 12 años de Yachimata (prefectura de Chiba) fue amenazada con un cuchillo en plena calle por un hombre joven que se la llevó en su vehículo. La niña fue retenida en la vivienda de este y liberada una hora más tarde. Su raptor, que pudo ser identificado gracias a que la niña había memorizado la matrícula del vehículo, era un desempleado de 25 años residente en la vecina ciudad de Tomisato que fue detenido un día después y acusado de rapto con fines obscenos, detención ilegal y abusos sexuales entre otros delitos. Dos meses antes, el 14 de julio, una niña de 11 años fue introducida en un vehículo y retenida cuando volvía de la escuela en la ciudad de Kurashiki (Okayama). Fue hallada cinco días después sana y salva en el apartamento de su raptor, un desempleado de 49 años domiciliado en Kita-ku, que fue arrestado y acusado de detención ilegal. El caso pudo resolverse con relativa rapidez gracias a que previamente la madre de la víctima había tomado nota de la matrícula de un vehículo sospechoso y a que la niña portaba un móvil dotado de GPS.

No han sido los únicos casos. El 11 de febrero desapareció de Sagamihara (Kanagawa) una niña de 11 años que paseaba a su perro. Ese día, solo este regresó a casa. Cuatro días después la niña lograba llegar sola a un pequeño puesto policial de la ciudad de Chigasaki, en la misma prefectura, que se encontraba vacío en aquellos momentos, pero desde el que pudo comunicarse telefónicamente con la comisaría más próxima para avisar de su presencia. En este caso fue arrestado un hombre de 30 años residente en la ciudad de Machida (Tokio) y empleado de una empresa de informática, por secuestro de una menor y detención ilegal. El hombre obligó a la niña a subir a su vehículo amenazándola con un cuchillo y la llevó a su apartamento. Casado y con hijos, vivía desde hacía algún tiempo separado de su familia. Aunque la niña no presentaba lesiones y dijo haber sido alimentada durante su secuestro, estamos ante uno más de esta serie de crímenes abyectos.

Abusos sexuales contra niños se disparan hasta los 1.117 casos

Previamente, en enero, había ocurrido otro caso criminal del mismo tipo, esta vez en Sapporo (Hokkaidō), donde una niña permaneció retenida durante una semana. La víctima era una escolar de primaria, nueve años, y su agresor, un desempleado de 26.

Aunque en este caso la niña salió ilesa, todavía se recuerda otro caso similar, ocurrido en noviembre de 2004, en que un repartidor de periódicos de Nara secuestró a una niña de siete años a la que finalmente asesinó sumergiendo su cabeza en el agua del lavabo. El repartidor, de 36 años fue sentenciado a muerte y ejecutado. Era un pedófilo en posesión de grandes cantidades de videos y revistas de pornografía infantil, aficionado además a guardar ropa interior de niñas. 

No pretendo decir que los materiales pornográficos aparezcan siempre vinculados a crímenes. Pero se ha señalado que hoy en día internet está repleto de ellos, y que sus contenidos son cada vez más extremos. Sea su efecto mayor o menor, el hecho es que, según el Libro Blanco de la Policía, entre los delitos de que son víctimas los niños, el número de delitos de abusos sexuales contra niños ascendió en 2013 a 1.117 casos, lo que supone un aumento de 63 con respecto al año anterior. Echando una mirada a los últimos 10 años, tras los picos de 2004 (1.679 casos) y 2005 (1.384) siguieron unos años de cifras más bajas, con 2007 marcando el mínimo (907). Sin embargo, 2010 trajo un significativo repunte y desde entonces las cifras están otra vez por encima de los 1.000 casos anuales.  

Reforma legal castiga la posesión de pornografía infantil

En este contexto, el pleno de la Cámara de Consejeros (Alta) de la Dieta (Parlamento) de Japón aprobó el pasado 18 de junio una reforma de la Ley de Prohibición de la Pornografía Infantil que tipifica como delito la posesión de este tipo de material. El texto reformado establece que “poseer pornografía infantil (incluyendo imágenes digitales y en otros soportes) para satisfacer la propia curiosidad sexual será castigado con penas de hasta un año de prisión o multas de hasta un millón de yenes”, aunque se ha decidido que estos castigos no serán efectivos durante el primer año de aplicación de la ley, que entró en vigor el 15 de julio. Esta última disposición se entiende como una invitación a destruir tales materiales durante ese lapso.

En la ley reformada se considera “pornografía infantil” las imágenes que muestran especialmente los órganos sexuales de los niños o los resalten, pero la delimitación resulta un tanto ambigua y se han formulado críticas en el sentido de que podrían estar favoreciéndose actuaciones policiales abusivas. Pero nos enfrentamos al hecho de que hay muchos niños que están siendo presa de las desviaciones del apetito sexual de los adultos. El Libro Blanco de la Policía sostiene que los casos de pornografía infantil han mostrado durante los últimos años una tendencia al alza y que en 2013 se realizaron 1.644 intervenciones, con un total de 646 niños afectados, las cifras más altas registradas hasta el momento. Lógicamente, hay que pensar que el total de niños afectados por estos delitos es mayor y que la máxima prioridad de la sociedad debe ser su protección.

Fotografía de la portada: El padre de un niño secuestrado y asesinado en 2004 en una rueda de prensa. (Cortesía de Jiji Press)

(Traducido al español del original en japonés)

 

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