Los festivales con carrozas entran en la lista del patrimonio intangible de la UNESCO

Representantes de lo que las comunidades pueden llegar a crear

El principal atractivo de cada uno de estos festivales es la procesión de carrozas, incluyendo las famosas yamahoko del festival de Gion en Kioto y la emocionante carrera de Oiyama en el festival de Hakata Gion Yamakasa en Fukuoka.

Durante el festival estas carrozas se utilizan como vehículos rituales en los que se lleva a las deidades por el vecindario donde los feligreses que esperan ofrecen plegarias para tener buena suerte, alejar los desastres y asegurar una cosecha abundante. Las carrozas tienen una gran importancia espiritual y están cuidadosamente decoradas con grabados, lacado, telas teñidas y otros materiales, lo que las convierte en ejemplos destacados de la artesanía local.

El Gobierno japonés ya había reconocido anteriormente estos festivales como un importante patrimonio cultural intangible folclórico y los había propuesto para su registro por la UNESCO en 2015 bajo el argumento de su historia centenaria y su importante papel en la cohesión de las comunidades.

Un papel revitalizador

La procesión de yamahoko en el festival de Gion y el Hitachi Fūryūmono ya estaban registrados en la lista del patrimonio cultural intangible de la UNESCO al haber sido añadidos en 2009. El Gobierno ha decidido, no obstante, incluirlos en una lista más amplia de festivales similares en esta última propuesta.

La procesión de yamahoko en el festival de Gion en Kioto el 17 de julio de 2016. (© Jiji)

Muchos de estos 33 festivales se celebran en ciudades de provincia, por lo que existe la preocupación de que el descenso en el número de habitantes en las zonas rurales, el envejecimiento de la sociedad japonesa y otras cuestiones demográficas puedan dificultar los esfuerzos para garantizar su supervivencia. No obstante, muchas personas tienen la esperanza de que el reconocimiento de la UNESCO revitalice estas celebraciones.

Las artes teatrales tradicionales del kabuki, el nō y el bunraku fueron los primeros elementos japoneses en ser registrados en la lista del patrimonio cultural intangible en 2008. También se han incluido posteriormente el gagaku (la música de corte), la técnica del Yūki-tsumugi para producir tejidos de seda, la cocina tradicional washoku y la elaboración del papel washi.

Los 33 festivales de carrozas añadidos a la lista del Patrimonio Cultural Intangible de la UNESCO

(Fotografía del encabezado: la carroza de Chiyo nagare y participantes locales en el festival de Hakata Gion Yamakasa en julio de 2012. Fotografía de Kusano Sei’ichirō.)