Fragmentos de Japón

'Hina matsuri': el festival japonés de las muñecas

Sociedad Cultura

El 3 de marzo tiene lugar el hina matsuri, también conocido como momo no sekku (festival del melocotón), una celebración en la que las familias con hijas colocan una corte de muñecas en el hogar en forma de plegaria para que estas crezcan con salud. Una de las artesanías tradicionales más representativas de Japón, la de las muñecas, forma parte de esta antigua celebración.

Una tradicional celebración que anuncia la llegada de la primavera

El 3 de marzo es un día importante en la vida de las niñas en Japón: el hina matsuri, también conocido como el “festival de las muñecas”. Es una de las cinco celebraciones conocidas como gosekku, que fueron adoptadas en la antigüedad por la corte imperial de Japón por influencia del pensamiento taoísta procedente de China. Estas celebraciones tienen lugar en días concretos del año, en los que el número impar del día coincide con el del mes (1 de enero, 3 de marzo, 5 de mayo, 7 de julio y 9 de septiembre), considerados los días en los que la suerte alcanza su cumbre, y cada una de ellas se caracteriza por sus ceremonias y platos especiales. El origen del “festival de las muñecas” es la combinación de esta celebración de la corte con un antiguo ritual de purificación en el que se utilizaba papel recortado con forma humana conocido como hitogata y la costumbre de jugar con muñecas propia de las niñas.

En la literatura clásica de Japón este juego de muñecas es mencionado como hiina asobi, parte fundamental de la cultura femenina, por lo que se convirtió en una ceremonia para rezar por el sano desarrollo de las niñas. Por otra parte durante los primeros días del mes de marzo según el calendario lunisolar es la época del florecimiento de los melocotoneros, un árbol que en Asia Oriental es utilizado para exorcizar a los malos espíritus, y cuya flor terminó formando parte de la decoración tradicional del hina matsuri. De esta forma el hina matsuri, también conocido como momo no sekku (festival del melocotón o durazno), se convirtió en una tradición que anuncia la llegada de la primavera en Japón.

Uno de los objetos decorativos más bellos y más suntuosos para las familias

Sin duda lo más destacado del hina matsuri son las muñecas. Las familias japonesas con al menos una hija celebran este festival poniendo a la vista estas suntuosas muñecas adornadas con vestidos semejantes a los de la antigua nobleza de la corte de Kioto y su séquito. Esta decoración tiene que ser colocada días antes de la celebración, pero retirada inmediatamente después del final de la misma. Se cree que gracias a esto la hija conseguirá contraer matrimonio a una edad propicia.

La corte de las muñecas está compuesta de la siguiente manera: primero la familia imperial o la alta nobleza, una pareja imprescindible que representa al marido (odairi-sama), y a la esposa (ohina-sama). Seguidamente un grupo de tres cortesanas (sannin kanjo), y cinco músicos (gonin hayashi). Todos se colocan ordenadamente sobre una escalera (hinadan) cubierta de una alfombra roja (himōsen). Este conjunto es conocido como hina kazari. Aunque en su origen esta decoración sólo se utilizaba en la cultura palaciega de Kioto, con el tiempo se fue popularizando en todo Japón, y en el siglo XVIII esta costumbre ya se había extendido por todo el país.

El odairi-sama junto a la ohina-sama.

Cuando nace la primera hija las familias compran un nuevo juego de muñecas. También hay casos en los que este conjunto pasa de generación en generación en las familias, o bien hay mujeres que se lo llevan consigo cuando contraen matrimonio. Sea como sea, es uno de los objetos del hogar más bellos, más ostentosos y de más valor, e incluso hay muchos hina kazari antiguos que son valorados como patrimonio cultural. Para las mujeres y familias japonesas es uno de los tesoros más importantes del hogar.

En años recientes, sin embargo, se han puesto de moda también hina kazari más prácticos y fáciles de guardar en los que todo el conjunto está dentro de una vitrina, o bien sets sencillos que cuentan solo con un odairi-sama y una ohina-sama conocidos como shinnō kazari. El distrito de Iwatsuki en la ciudad de Saitama, donde se concentran más de 50 tiendas dedicadas a las muñecas del hina matsuri, es popularmente conocido como “el pueblo de las muñecas”.

Ningyō no machi, Iwatsuki, Saitama. Bienvenidos a Saitama (producción de las muñecas):
http://www.sainokuni-kanko.jp/eng/craftworks/056.html (Inglés)

El día de la mujer

Un enorme hina matsuri en Katsuura

Hay muchas otras cosas que forman parte del festival. En los días previos y posteriores al 3 de marzo, además de la decoración de las muñecas, los niños se reúnen y disfrutan del hina arare de cinco colores (unas galletas de arroz glutinoso), del chirashi-zushi, de las hojas de colza, de la sopa clara de hamaguri (una especie de almeja), o del mochi en forma de rombo entre otras delicias propias de este festival, además de decorarse con la flor del durazno.

En algunas regiones existen aún ceremonias de exorcismo de las muñecas en las que se puede apreciar la forma en la que este festival se celebraba en la antigüedad, e incluso pervive en la actualidad la costumbre de depositar las muñecas en el río para que se las lleve la corriente, o nagashi bina.

Por otra parte, en una sociedad patriarcal como la japonesa era extraño que un festival otorgase tanta importancia a la mujer, por lo que el 3 de marzo era un día en el que la mujer concentraba todo el protagonismo. Aunque dicen que hoy la mujer ha logrado mejorar su estatus en Japón hasta casi equiparar o superar en algunos casos la posición del hombre, el 3 de marzo no es simplemente el “festival de las niñas”, sino que cobra el carácter de un “día de la mujer”.

Fotografías cortesía de: Odairi-sama y ohina-sama Takashi .M Un enorme hina matsuri en Katsuura Hideya HAMANO

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