Fragmentos de Japón

“Zazen”

Sociedad Cultura

Al sentarnos en la postura correcta y respirar de manera adecuada, podemos llegar al fondo de nuestra mente. ¿Es posible encontrarnos con nuestro verdadero yo al olvidar nuestro ego en lo posible durante el proceso de “meditación”? Muchas personas que quieren descubrir esto practican zazen (concentración sedente) en templos budistas de Japón.

El zazen, una disciplina del budismo

El zazen es una de las disciplinas básicas de la corriente del budismo zen, y se realiza sentándonos con la espalda recta, en una postura correcta, quedando a merced de todo lo que nos rodea sin ningún tipo de juicio de valor.

En el Japón actual el zazen es una forma de meditación o concentración mental que se ha desligado de la religión, y muchos templos budistas ofrecen a personas de todo tipo de creencias la posibilidad de experimentar esta práctica con la ayuda de un monje que enseña y guía a los participantes. En estos templos se puede experimentar el zazen de manera gratuita o por solo unos 1.500 yenes. También hay muchos templos en los que no se establece una tarifa y en los que el visitante entrega la voluntad si lo considera oportuno.

El gran buda de Kamakura.

Cuerpo, respiración y mente

Lo primer que debemos hacer es sentarnos sobre un cojín (zabuton) con las piernas cruzadas, si es posible en una postura estable tocando el suelo con las rodillas. Después colocamos las manos sobre los pies. En esta postura y con los ojos entreabiertos, respiramos suavemente inhalando y exhalando el aire por la nariz utilizando los músculos del abdómen. Una vez comencemos a respirar profundamente por la nariz, iremos contando nuestras respiraciones para concentrarnos profundamente. Al hacer esto lograremos dejar nuestra mente en blanco.

La respiración es lo más importante durante el zazen. Al alcanzar el órden de los tres elementos, es decir, el cuerpo, la respiración y la mente, logramos concentrarnos y percibir nuestra existencia como una realidad inseparable de lo que nos rodea. Cuando conseguimos convertirnos en uno con nuestra respiración, la mente queda en blanco y el cuerpo se relaja. Esto nos permite ver la realidad tal como es. El tiempo que se requiere para una sesión es de unos 30 o 40 minutos, o lo que es lo mismo, lo que tarda en consumirse una barra de incienso.

El jugador de béisbol japonés de los Chicago Cubs Wada Tsuyoshi practica zazen en el templo Enryaku-ji, como preparación durante su entrenamiento en Hieizan. © Jiji

Los monjes golpean con una vara a los que se distraen

Una de las peculiaridades del zazen es el keisaku (puede leerse también kyōsaku), una vara de madera con la que los monjes golpean el hombro del meditante cuando este pierde la concentración, no permanece en la postura adecuada o comienza a dormirse. El sonido de la vara de madera restallando en el hombro de la persona que medita sin duda llama la atención en medio de la calma en la que se practica el zazen, pero en realidad no duele ya que no se golpea ningún hueso. Este keisaku es también una parte intrínseca de la imagen de esta forma de concentración o meditación. El zazen es un entrenamiento para encontrar nuestro verdadero yo liberándonos de nuestros deseos mundanos. Es nada menos que sentarnos alejándonos del pensamiento de nuestras ambiciones del día a día. ¿Se animarían ustedes a practicar zazen en la paz y la tranquilidad de un templo budista?

Algunos templos donde se puede practicar zazen:

Lista de reuniones de zazen en Japón (en inglés): http://teishoin.net/zazen/san2.html
Tōkei-ji, en Kamakura (en inglés): http://www.tokeiji.com/english/about/
Shunkō-in, en Kioto (en inglés): http://shunkoinzentemple.blogspot.jp/
Kennin-ji, en Kioto (en inglés): http://www.kenninji.jp/english/
Enryaku-ji, en Shiga (en inglés): http://www.hieizan.or.jp/_att/english.pdf

(Fotografía del encabezado: un monje golpea a un participante en una sesión de zazen con el keisaku. Las esposas de algunos miembros del APEC participan en una sesión de zazen en el Kenchō-ji de Kamakura. ©Jiji)

Templos budistas meditación zazen incienso