Fragmentos de Japón

Snacks japoneses

Sociedad Cultura

Los snacks son un producto con gran aceptación tanto entre los niños como los adultos. La variedad de formatos y sabores disponible en Japón es inmensa, e incluso existen productos de edición limitada que solo se venden durante una estación determinada o en una región concreta del país. Se puede disfrutar de todos ellos, pero es necesario tener sumo cuidado y no dejarse llevar demasiado.

Snacks de alta calidad

Los snacks japoneses deben su popularidad no solo a su precio asequible –la mayoría ronda los 100 yenes–, sino también a su rico sabor y amplia variedad, características que los convierten en un recuerdo de Japón que complace a muchos.

Kappa Ebisen (imagen cortesía de Calbee).

Una de las golosinas saladas más populares de Japón es Kappa Ebisen, de la firma Calbee. Estas 'patatas fritas' con sabor a gamba y forma de espiral se pusieron a la venta en 1964 y siguen siendo todo un éxito de ventas cinco décadas más tarde. De hecho, la pegadiza frase "Yamerarenai, tomaranai" ("No lo puedo dejar, no puedo parar") de la canción que se empleó en el anuncio publicitario de 1969 se utiliza todavía en la actualidad. La popularidad de este snack rico en calcio, que se elabora tostando cuatro tipos de gambas sin pelar, entre ellas la pandalus eous, previamente trituradas y mezcladas con harina de trigo y sal, traspasa las fronteras del archipiélago nipón. A finales de marzo de 2015, su volumen de ventas ascendía a 6.500 millones de bolsas. Este aperitivo se prepara también en fábricas en el extranjero, principalmente en Asia –China, Taiwán y Tailandia, entre otros–, además de Europa y Norteamérica. El sabor y la textura se alteran ligeramente para adaptarlos al gusto de los consumidores locales.

Recientemente los palitos de patata frita Jagarico y Jagabee, elaborados cociendo las patatas primero al vapor, se han convertido en el nuevo clásico de los snacks populares entre los niños y los jóvenes. Su éxito reside en su textura crujiente y en la amplia gama de sabores disponible, algunos incluso de edición limitada.

Japón, el paraíso de los snacks en el que se desarrollan múltiples sabores

En las patatas fritas que se consumen en todo el mundo se puede apreciar una atención especial a aspectos como la variedad de sabores. Las de sal, las de consomé y las de alga nori salada son clásicas en Japón, si bien se pueden comprar patatas fritas con sabor a ciruela japonesa, salsa de soja, wasabi, pimiento picante o chile, pizza, salsa de soja y mayonesa, vinagre, huevas de bacalao marinadas y refresco de cola, entre otras; la selección es amplia.

Existen, además, variedades exclusivas de determinadas zonas del país que solo pueden comprarse allí, una característica que las convierte también en un regalo de viaje popular. Por ejemplo, las patatas fritas con sabor a salsa de soja –condimento indispensable en la cocina japonesa­–­, mantequilla y dashi de alga konbu (estos últimos son especiales de Hokkaidō), que únicamente se pueden comprar en este lugar; o la edición limitada de Kansai con sabor a salsa de soja y dashi (caldo de pescado y algas), otro elemento característico de la gastronomía nipona. En muchas de estas patatas fritas vemos que se repite la salsa de soja, pero eso no significa que no haya, en realidad, diversidad de sabores.

Patatas fritas de distintos sabores: gambas con mostaza y mayonesa, ensalada 'francesa'...

Los investigadores tienen el paladar agudo y perciben las diferencias en el sabor por muy sutiles que sean. La delicadeza y la voracidad que caracterizan su afán de sabiduría, así como el uso de condimentos exclusivos de una determinada región y los resultados de las investigaciones sobre el umami, han contribuido al rico sabor de los snacks japoneses.

Patatas fritas de primera calidad a la venta únicamente en grandes almacenes

Patatas fritas cubiertas de chocolate (©Roice' Confect).

Existen otros muchos tipos de patatas fritas elaboradas, como las que están cubiertas de chocolate o de queso.

A la izquierda, patatas fritas de primera calidad. A la derecha, patatas fritas  normales y corrientes (imagen cortesía de GORIMON).

Recientemente ha cobrado popularidad un nuevo tipo de patatas fritas tres veces más gruesas que las normales y corrientes y, por lo tanto, con una textura diferente. Se trata de una variedad de primera calidad a la venta por más de 500 yenes la bolsa –las normales suelen rondar los 150 yenes–, disponible únicamente en grandes almacenes por tiempo limitado (entre octubre y marzo). Este producto  de primera calidad que no se puede conseguir en ningún otro lugar se vende como pan caliente a pesar de su alto importe. Al parecer, muchas personas lo compran para regalar o darse un capricho, y se forman largas colas antes de la apertura del comercio durante varios días seguidos.

Firmas dedicadas a las golosinas dulces y saladas como Calbee, Meiji, Glico y Morinaga han abierto tiendas en las que los clientes pueden observar el proceso de elaboración y degustar snacks recién hechos.

Una visita a Japón es la ocasión perfecta para probar esos snacks que no se venden en otro lugar, pero es necesario tener sumo cuidado y no dejarse llevar demasiado.

(Traducción al español del original en japonés)

Imagen cortesía de: GORIMON
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