[360º] Gunkanjima renacida

Cultura Historia

En su apogeo, Gunkanjima, dedicada a la minería de carbón, se enorgullecía de ser la isla con mayor densidad de población del mundo. Al cabo de 40 años tras el cierre de la mina, la isla, que ha quedado convertida en unas melancólicas ruinas en medio del oleaje, ha pasado a recibir una atención renovada en todo el mundo. Presentamos un conjunto de diapositivas en 360º en las que se pueden ver en detalle las zonas restringidas de esta isla que los turistas rara vez pueden pisar.

“Lo que construye el ser humano en algún momento queda derruido. Gunkanjima es un ejemplo viviente de esto, algo que se deteriora manteniendo al mismo tiempo una belleza y una melancolía intrínsecas. ¿Será por eso que fascina tanto a la gente?” 

El fotógrafo Ōhashi Hiroshi, que vivió medio año en la isla desde el otoño de 1972, poco antes del cierre de la mina, habla sobre el interés que despierta Gunkanjima en la actualidad.

Una isla minera que alimentaba la maquinaria de la modernización de Japón

“Gunkanjima” (Isla buque de guerra) es el nombre vulgar con el que se conoce a la isla de Hashima, situada a 18,5 kilómetros al suroeste de la bahía de Nagasaki, y perteneciente a la ciudad de Nagasaki (antes villa de Takashima), en la prefectura homónima. En la era Taishō (1912-1926) se decía que la silueta de la isla se parecía al buque de guerra “Tosa”, de ahí el sobrenombre.

Aunque entonces se erigieron muchas antenas de televisión ahora no queda ninguna.

El primer hallazgo de una mina de carbón en Hashima tuvo lugar en 1810. En aquel momento, la superficie de la isla era una tercera parte de la extensión actual y en sus arrecifes no crecía vegetación alguna. Con el tiempo se terraplenó hasta seis veces para ganarle terreno al mar, hasta alcanzar los 480 metros al norte y el sur, y los 160 metros al este y el oeste, creciendo hasta una superficie total de 6,3 hectáreas y un perímetro de 1.200 metros. La extracción de carbón a gran escala comenzó a realizarse cuando el zaibatsu Mitsubishi compró la isla en 1890, adquiriendo los derechos de explotación de la zona minera. El carbón de buena calidad que se extraía en Hashima era utilizado principalmente en la siderúrgica Yahata (una ciudad de Kitakyūshū, en la prefectura de Fukuoka), y junto al carbón de Takashima, mina adyacente a la de Hashima, fue uno de los pilares de la modernización de Japón.

A partir de la construcción del primer edificio de gran altura en hormigón armado de Japón en 1916 (el “bloque 30”), se construyeron de manera sucesiva las características viviendas en hormigón que alberga esta isla. En proporción al aumento de la cantidad de carbón que se extraía hubo asimismo un rápido desarrollo, y en la época de máximo esplendor, allá por 1960, alrededor de 5.300 personas vivían en la isla, alcanzando una densidad de población que era casi nueve veces mayor que la de Tokio. Además de una escuela y un hospital, la isla llegó a disponer de un cine, una sala de pachinko y un snack-bar.

“Cuando yo llegué me parece que en la isla vivían al menos 2.000 personas. Como era una isla dedicada a la extracción del carbón había una central térmica, por lo que la electricidad era gratuita para todos los habitantes. Por eso cada hogar tenía electrodomésticos como una televisión o una estufa eléctrica, y se llevaba un estilo de vida muy avanzado. Sólo nos bastaba con ir en barco hasta Nagasaki en un día de descanso si nos apetecía divertirnos o nos hacía falta alguna cosa. De ninguna manera  nos sentíamos privados de libertad, la vida en la isla era muy agradable”, cuenta Ōhashi. 

Hombres trabajando en Gunkanjima. La grúa de gran tamaño del fondo fue retirada tras el cierre de la mina.

Hasta tres generaciones en Gunkanjima

En diciembre de 1965 se registró el pico de explotación de la mina de Hashima, con una extracción mensual de 35.000 toneladas. Con el paso del tiempo el petróleo sustituyó al carbón como principal fuente de energía, iniciándose el declive, y el consiguiente cierre de la mina de carbón de la isla el 10 de enero de 1974. El 20 de abril del mismo año se cerró la ruta marítima que unía Takashima y Hashima, y Gunkanjima se convirtió en una isla desierta. 

“Era realmente hermoso mirar las estrellas desde Gunkanjima, y muy agradable en la noche tras un trabajo físico agotador. Aunque ahora se ha convertido en una isla turística para los amantes de la historia y los aficionados a las ruinas, para mi representaba un lugar en el que vivir. Sólo estuve medio año como empleado en una subcontrata, pero al haber vivido allí en plena juventud me produce tristeza que se haya convertido en ruinas. Creo que no somos capaces de comprender los sentimientos que las tres generaciones que trabajaron en Gunkanjima guardan hacia la isla”, explica Ōhashi.

Compañeros de trabajo de Ōhashi en 1972. En la isla vivían hombres y mujeres de todas las edades.

El mensaje que nos deja Gunkanjima

Pese a que tras el cierre de la mina Hashima seguía siendo propiedad de Mitsubishi Materials, en 2001 fue cedida de manera gratuita a la villa de Takashima. Con la fusión municipal de 2005, pasó a ser una parte de Nagasaki al ser incorporada Takashima a dicha ciudad. El 23 de agosto de ese mismo año se concedió permiso a la prensa para desembarcar allí, y las imágenes del interior desolado de la isla que se presentaron en diversos medios causaron gran sensación.

El 5 de enero de 2009 Hashima fue introducida en la lista provisional de Patrimonios de la Humanidad como sitio constituyente del “Conjunto del patrimonio de la modernización industrial de Kyūshū y Yamaguchi”, y el 22 de abril del mismo año la ciudad de Nagasaki levantó la prohibición de desembarcar en la isla para los ciudadanos en general. Con el boom de las ruinas se registró el desembarco de más de 360.000 personas en un periodo de cuatro años, con un impacto económico positivo para la región de hasta unos 6.500 millones de yenes. 

El fotógrafo Somese Naoto acompañó al equipo que rodó este vídeo.

En la actualidad la isla ha atraído la atención de todo el mundo desde que en 2012 se convirtiera en la “Ciudad muerta”, el escondite del villano en el filme Skyfall de la nueva serie de películas del agente 007, y en 2013 se grabara un patrón aéreo de la isla, incluyendo las zonas restringidas, con una Action Cam HDR-AS15 de SONY y fuera expuesta también en Google Street View.

“Provoca una sensación extraña que un lugar en el que has vivido se convierta en un destino turístico popular. Por eso me gustaría que los turistas que visiten esta isla también se lleven consigo algunas sensaciones. Ahora que lo pienso, Gunkanjima fue creada en razón de una fuente de energía que entonces era punta de lanza. En la actualidad el mundo está dirigiendo su atención a nuevas fuentes de energía como las renovables, en sustitución del petróleo, y especialmente tras el Gran Terremoto del Este de Japón, al enfrentarse a grandes problemas energéticos como la energía nuclear y la radiactividad. Al pensar esto, siento que Gunkanjima está ofreciéndonos una lección y una clave”, confiesa Ōhashi.

Fotografías en blanco y negro: Ōhashi Hiroshi (1972 Seishun Gunkanjima; Shinjuku Shōbo)
Con la colaboración de SONY filmaciones panorámicas: SONY NEX-6

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