11 de marzo: segundo aniversario

Manteniendo vivo el sueño de Taylor Anderson

Sociedad

Taylor Anderson fue una de las dos víctimas estadounidenses del Gran Terremoto del Este de Japón, ocurrido en 2011. Era una profesora de inglés de 24 años que trabajaba en Ishinomaki, una de las ciudades costeras que fueron engullidas por el devastador tsunami que siguió al seísmo. Poco después de su muerte, la familia Anderson estableció el fondo Taylor Anderson Memorial Gift Fund, que continúa con su espíritu y colabora con programas de base para los jóvenes de las áreas afectadas por el desastre. Andy Anderson, padre de Taylor, y Jeffery, hijo de aquel, nos han enviado el presente artículo.

Como tantas personas que perdieron a sus seres queridos en el Gran Terremoto del Este de Japón, también nosotros sufrimos la pérdida de nuestra hija y hermana Taylor Anderson. Era una chica estadounidense que trabajaba como profesora de inglés en Ishinomaki, una ciudad de la prefectura de Miyagi. La perdimos en un país extrajero. A salvo al otro lado del océano, quedamos al margen de aquella increíble destrucción. El 11 de marzo de 2011 la gente de Tōhoku perdió todo su mundo; nosotros perdimos solo una parte del nuestro.

Pero solo necesitamos esa parte para vincularnos a Japón: ella amaba un país lejano, a sus gentes y su cultura única, y también amaba enseñar a sus niños. Para hacer frente a la pérdida que hemos sufrido, hemos tratado de imitar a esa persona a la que queríamos y seguir la senda de lo que fue su pasión. Fue Taylor la que nos enseñó, a través de sus estudios sobre Japón y su literatura, que la mejor forma de resolver problemas es conectarse con otras personas.

Nunca nos acostumbraremos a la muerte de Taylor, pero estar ahora compartiendo su pasión por Japón y actuando como pensamos que habría actuado ella tras el Gran Terremoto del Este de Japón se ha convertido en una de las experiencias más gratificantes de nuestra vida.

Tendiendo una mano a los niños

Taylor sentía verdadera pasión por la lectura y pasaba la mayor de su tiempo libre dejando vagar su imaginación por los mundos creados por los libros. Fue este afán de exploración lo que la condujo a Japón. Partícipes ahora de esa misma pasión de Taylor, hemos querido compartirla también con Japón. 

Para conseguirlo, hemos creado los llamados bunko (espacios de lectura) en siete de las instituciones de Ishinomaki donde enseñaba Taylor como participante del programa Japan Exchange and Teaching (JET). Fueron primorosamente construidos por un carpintero local, Endō Shin’ichi, cuyos hijos eran alumnos de Taylor.

Cada una de esas estanterías contiene alguno de los libros infantiles favoritos de Taylor, junto a otros muchos títulos elegidos por cada escuela. Ha sido una forma de paliar, parcialmente, las pérdidas de libros ocasionadas por el tsunami y, al mismo tiempo, nos ha dado la oportunidad de compartir una parte del mundo de Taylor con los niños, como una forma de intercambio cultural a edades tempranas.

Para ayudar a los niños más necesitados, aquellos que perdieron a sus padres durante el desastre, trabajamos con dos grupos –Living Dreams y Smile Kids Japan–, para ofrecer a los huérfanos un apoyo prolongado. El Taylor Anderson Memorial Gift Fund, un fondo que establecimos en marzo de 2011, presta su apoyo al hogar infantil Asahigaoka Gakuen de Kesennuma, otra ciudad de la prefectura de Miyagi. Hemos enviado juguetes y material didáctico. En agosto de 2011 y en 2012 enviamos a algunos de esos niños al campamento “English Adventure Camp”, en Japón, dándoles una oportunidad de comenzar a aprender inglés.

El fondo ha apoyado también el programa Christmas Wish, mediante el cual se han entregado regalos personalmente elegidos a los 72 niños y se ha organizado para ellos una fiesta de Navidad durante los últimos dos años, con la participación de miembros del programa JET.

Otra línea de compromiso del fondo de Taylor con los huérfanos puede verse en su contribución a otro fondo, el Fund for the Future of Children Affected by the Great East Japan Earthquake. Este valioso programa ayuda a costear la educación de los niños que han perdido a sus padres.

Ayudas a graduados de bachillerato

Igualmente, estamos ayudando a que los estudiantes afectados por el terremoto que han concluido el bachillerato puedan continuar sus estudios. A partir del curso que comenzará en abril de 2013, las becas Taylor ofrecerán ayuda económica a graduados en las zonas de la prefectura de Miyagi afectadas por el desastre que hayan ingresado en alguna de las dos escuelas vocacionales de la YMCA en Sendai. Estas becas estarán financiadas conjuntamente por el fondo de Taylor y por la sección local de la YMCA. Y también hemos tomado parte en una exitosa iniciativa de recogida de fondos por parte del grupo Volunteer Akita, con base en la prefectura vecina de Akita, para hacer posible que un joven residente en un orfanato que ya ha terminado el bachillerato ingrese en una universidad.

Por último, el fondo de Taylor está ayudando a sufragar los costos de los exámenes de acceso de estudiantes de Ishinomaki y otras áreas afectadas por el desastre. Para beneficiarse de muchas becas universitarias que se ofrecen a los afectados por el desastre, estos o sus familias deben pagar elevadas tarifas para poder presentarse a los exámenes de acceso. El fondo de Taylor ha ayudado a rebajar esta barrera mediante su contribución al grupo sin ánimo de lucro Hope for Tomorrow, que presta ayuda a las familias que deben hacer frente a estos y otros costos relacionados.

Con esta política, estamos haciendo del fondo de Taylor un recurso de apoyo en todas las etapas del ciclo, ampliando las oportunidades educativas para aquellos que han sufrido esta tragedia. El futuro de esta área devastada, especialmente el futuro de sus niños, es de suma importancia, pero nos enorgullece que el fondo esté trabajando para hacer que también el presente sea mejor para los necesitados.

Fuera de las aulas, fuera de Japón

También fuera de las escuelas donde trabajaba, Taylor dedicaba su tiempo al intercambio cultural en Ishinomaki. Junto a otros miembros del programa JET, quienes tienen mucho que ofrecer también fuera de las aulas, Taylor enseñaba también el idioma inglés y la historia y cultura de Estados Unidos a un grupo de adultos japoneses.

Los Anderson durante el visionado, el día 8 de marzo de 2013, de la película “Live Your Dream”, en un hotel de Tokio. De izquierda a derecha, Andy Anderson, su esposa Jeanne, su hija Julz y su hijo Jeffery. Sentado en el extremo derecho Regge Life, que dirigió el film. (Fotografía de Hanai Tomoko)

Las microbecas Miyagi/Sendai JET ofrecen ayuda económica para enriquecer los programas de enseñanza de idioma inglés y cultura extranjera puestos en marcha por los participantes de JET en la prefectura de Miyagi. Las solicitudes para recibir estas microbecas se remiten al consejo rector de la Miyagi Association of JET y a la familia Anderson, que se encargan de decidir sobre su aprobación y sobre la cuantía de la beca. Este programa permite a los miembros de JET ir más allá de su actividad docente y convertirse en participantes activos y líderes en sus escuelas y comunidades.

Fue precisamente en el intercambio cultural a través de Internet, libros, música, videos e ideas donde comenzó la gran afición de Taylor hacia Japón. Esta afición quedó sólidamente confirmada la primera vez que fue a Japón. No hay nada comparable a visitar personalmente el país objeto de tu interés: conocer sus gentes, escuchar cómo suena el idioma en su propio ambiente, ver sus lugares famosos, probar su comida.

Las oficinas de YMCA en Tokio, Sendai y Richmond, y el Consejo Nacional de Asociaciones YMCA de Japón implementaron en julio y agosto de 2012 un programa de intercambio de jóvenes del que se beneficiaron siete alumnos de escuelas de secundaria de Ishinomaki a quienes Taylor había enseñado.

Viajaron a la capital estadounidense, Washington, y las ciudades de Richmond y Williamsburg, en el estado de Virginia. Participaron en un campamento de la YMCA en Richmond y disfrutaron de estancias en familias de alumnos de la St. Catherine’s School, alma máter de Taylor. Antes de la visita, 23 chicas de la St. Catherine’s habían ido a Japón como parte del Kizuna Project, patrocinado por el gobierno de Japón. Esperamos que este programa lleve a otros intercambios de estudiantes en el futuro.

Un largo camino por recorrer

Nos gustaría seguir contribuyendo, durante tanto tiempo como nos sea posible, al restablecimiento de Ishinomaki. Sabemos que ese habría sido el deseo de Taylor, como lo es también el de sus compañeros de JET.

El resto de artículos de la serie “11 de marzo: segundo aniversario” se encuentran disponibles en inglés.

Se tardará años en conseguir una nueva “normalidad”. Los desastrosos hechos de aquel 11 de marzo serán recordados a lo largo de muchas generaciones. Esta es la razón de que organizaciones sin ánimo de lucro como IsraAID, Tokyo YMCA o Project Yui estén colaborando con el fondo de Taylor para patrocinar un centro comunitario en Ishinomaki. Este espacio se usará para facilitar las actividades actualmente realizadas por diversos grupos de apoyo a los vecinos de la ciudad, además de proveer también a la comunidad de un espacio físico para el consuelo y para el recuerdo. 

Entre los días 4 y 11 de marzo visitaremos Japón para compartir con todos los interesados la película titulada Live Your Dream: The Taylor Anderson Story (Vive tu sueño: la historia de Taylor Anderson). El título viene precisamente de lo que Taylor estaba haciendo en Japón. Sabemos que lo que ella querría hoy –y lo que todos nosotros queremos, con independencia de dónde estemos o la situación en la que nos encontramos– es vivir nuestros sueños.

Al embarcarnos en este viaje hacia la recuperación de Tōhoku hemos conocido a mucha gente y hecho muchos amigos.

Estamos profundamente agradecidos a todos los que han hecho donaciones al Taylor Anderson Memorial Gift Fund o han colaborado de otras formas con nosotros. Durante la puesta en práctica de cada uno de estos proyectos hemos ido entrando en contacto con un creciente número de personas a ambos lados del Pacífico. Personas que forman una comunidad global, separadas por la geografía pero unidas por un mismo sueño, un sueño que también Taylor compartía; de intercambio cultural, niños felices y esperanza en el futuro.

(Escrito originalmente en inglés el 18 de febrero de 2013. Fotografía de fondo del título extraída de un folleto de la película Live Your Dream: The Taylor Anderson Story. © 2012 Theodore R. Life Jr., Global Film Network.)

 

El resto de artículos de la serie “11 de marzo: segundo aniversario” se encuentran disponibles en inglés.
A Late Spring in Tōhoku (Part I)
A Late Spring in Tōhoku (Part II)
Talking with the Dead Through Invisible Grief

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