Calculando la floración primaveral

Hubo un tiempo en el que uno podía sentarse bajo un cerezo, componer un poema sobre la transitoriedad de las flores y dejarlo todo tal que así. En este mundo cada vez más preciso, en cambio, la obsesión de los japoneses por la flor no-oficial del país, el sakura (la flor del cerezo), requiere de la predicción y el seguimiento de la duración de esta experiencia transitoria. Cada año los pronósticos ofrecen fechas tanto para la primera como para la plena floración en distintas regiones del país.

Cuando llega la época es como si hubiera cerezos por doquier, de todos los tonos, desde casi blancos hasta rosados. Por supuesto, no se abren todas las flores simultáneamente. Puede haber muchos días de diferencia dependiendo de la variedad de los árboles y de si están en el sol o en la sombra. Por esta razón la Agencia Meteorológica de Japón (AMJ) ha elegido una serie de árboles particulares que son representativos de cada región.

Estos árboles son denominados “árboles de muestra” (hyōhonboku). Para cada lugar se elige un árbol, siendo en la mayoría de los casos un cerezo Yoshino, a excepción de la prefectura de Okinawa y la isla de Amami Ōshima en Kagoshima, donde se utiliza un higan-zakura (cerezo escarlata) en su lugar. El árbol debe crecer en un lugar cuyos alrededores no cambien de manera sustancial, ya que un edificio de varias plantas que tapase la luz del sol podría echar a perder seriamente los registros anuales. La AMJ tiende también a no complicarse mucho al elegir algún lugar cercano. Por ejemplo, el árbol de muestra para Kioto está de hecho en los terrenos del observatorio local.

En Tokio, el árbol de muestra se encuentra en los terrenos del santuario de Yasukuni. Aunque es un lugar de notoriedad internacional, este santuario no divide tanto a los japoneses. Y, en cualquier caso, este lugar fue elegido en 1966, antes de la consagración en el mismo de los criminales de guerra de clase A en 1978 y su controvertido estatus actual. Yasukuni fue supuestamente elegido simplemente por ser un santuario famoso por sus cerezos, con su amplio terreno actuando como una barrera contra los cambios en el entorno. 

Durante algún tiempo el observatorio tokiota de la AMJ no hizo público qué árbol del santuario estaba utilizando. Me gusta imaginar a técnicos haciendo observaciones furtivas sobre el estado de las flores y garabateando apuntes en sus cuadernos ocultos bajo sus gabardinas. Cuando la “identidad” del árbol fue anunciada en 2012, este se convirtió en una celebridad, y cada año hace un creciente número de apariciones en televisión y otros medios de comunicación cuando se acerca la temporada del sakura.

En cuanto a las observaciones, son necesarias más reglas. Habiendo reducido la atención a un solo árbol elegido por ser el más típico, existen definiciones acordadas sobre lo realmente significa “primera floración” y “plena floración”. Para que se considere “primera floración” se requiere la apertura de cinco o seis flores, mientras que se dice que está en “plena floración” cuando el 80 % o más de sus flores se han abierto. Hay más definiciones para las múltiples fases en la vida de las flores, pero estos dos son de los que normalmente se informa.

La AMJ realiza estas observaciones y guarda los registros de la floración de los cerezos. Sin embargo, abandonó las predicciones en 2010, dejándolas a cargo del sector privado. Tal vez su actuación en 2007, año en el que un error de programación provocó predicciones erróneas en cuatro regiones, les animó a tomar esta decisión. Fue en cualquier caso un año complicado, en el que los cerezos de Tokio florecieron antes que los de regiones más cálidas.

Desde que comenzaran estas observaciones en 1953 ha sido necesario en ocasiones elegir nuevos árboles de muestra. En Kōfu, en la prefectura de Yamanashi, el calor reflejado por la superficie de una carretera cercana hizo que el primer árbol elegido floreciese temprano, por lo que en la década de 1970 se sustituyó por otro diez metros más allá en los terrenos del observatorio. Sin embargo, a medida que este segundo árbol se hacía más viejo, las flores dejaron de crecer en algunas de sus ramas, y los observadores de Kōfu eligieron un tercer árbol en 2011.

No siempre hay tiempo para hacer los preparativos concienzudamente. El árbol de muestra de Mito, en la prefectura de Ibaraki, fue derribado por las fuertes nevadas en febrero de 2005, y el árbol de Ishigaki, en Okinawa, fue arrancado por un tifón en 2006. En ambos casos los observatorios locales se apresuraron a elegir nuevos árboles, cruzando los dedos para que resultasen lo suficientemente típicos.

En el momento en el que escribo esto, se espera que la plena floración ocurra el 31 de marzo en Tokio y Osaka, y la primera floración de Sapporo se espera para el uno de mayo (de acuerdo con las predicciones de Weather Map Co.). Pero por si los cerezos no fueran suficientes, hay muchos otros símbolos estacionales para mantener nuestra atención a lo largo del año. La AMJ guarda registros de los árboles de muestra de la floración de los ciruelos (a mediados de enero en Okinawa y a finales de abril en Hokkaidō) y de las hortensias (entre finales de mayo y principios de agosto), así como de las hojas amarillentas de los ginkgo (finales de octubre en el norte de Japón y finales de noviembre en Kyūshū) y de las hojas rojas del arce en otoño (de mediados de octubre a comienzos de diciembre). Asimismo, sigue los primeros avistamientos de golondrinas, mariposas blancas y luciérnagas, así como los primeros cantos de los ruiseñores y de las cigarras.

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Disfruta de los cerezos capturados por el fotógrafo Saitō Ryōichi en la siguiente galería de imágenes.

(Traducido al español del original en inglés publicado el 28 de marzo)

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