La cultura contemporánea se globaliza

“Boys’ Love” y Shakespeare: el manga de Kutsuwada Chie en el Reino Unido

Cultura Manga

La dibujante de manga Kutsuwada Chie nació en Japón y ahora vive en Brighton, organizando talleres de manga para niños y estudiantes en toda la Gran Bretaña. Su obra abarca géneros muy variados, desde la leyenda de samuráis hasta el terror, pero su pasión es el yaoi, que narra relaciones amorosas o sexuales entre personajes masculinos. Actualmente trabaja en la adaptación al yaoi de los sonetos de Shakespeare dedicados al Fair Youth (‘joven pálido’).

Para Kutsuwada, el manga siempre ha tenido el sabor de lo prohibido. “Mi padre no me permitía leer manga en casa, así que tenía que hacerlo en casa de mis amigos”, recuerda. La artista no solo ignoró la prohibición de su padre, sino que terminó convirtiéndose en autora de manga (una decisión que, afortunadamente, su padre terminó apoyando). Ahora vive en Brighton, en la costa sur de Inglaterra, y ha dirigido talleres de manga en escuelas, universidades y otras instituciones como la Biblioteca Británica o el Museo de Victoria y Alberto.

Cuando se trasladó a Gran Bretaña para estudiar inglés, Kutsuwada ingresó en un posgrado de lingüística especializado en sintaxis. Sin embargo, aquel proyecto no le salió bien —“Tuve una especie de crisis”, confiesa— y decidió matricularse en el famoso St. Martins College of Art de Londres. Posteriormente estudió también en el Royal College of Art. Una vez finalizada su formación, se lanzó a labrarse una carrera en ilustración comercial y manga. “Estudié en una de las mejores universidades de Gran Bretaña, pero al final terminé dibujando manga”, comenta entre risas.

Los talleres de Kutsuwada cubren una amplia variedad de manga, y la autora ha trabajado en géneros tan dispares como la lucha entre samuráis y el terror. Sin embargo, su auténtica pasión es el género conocido como yaoi y su subgénero BL o Boys’ Love (amor entre chicos), manga de ficción que narra relaciones amorosas entre personajes masculinos, habitualmente creado y consumido por mujeres.

Izquierda: Kutsuwada realiza una presentación en un taller. Derecha: Los asistentes participan en una actividad de dibujo en grupo.

Kutsuwada cree que la popularidad del género entre las mujeres está muy relacionada con el machismo arraigado en la cultura japonesa. El yaoi es esencialmente una reacción en contra del manga de romance heterosexual convencional, en que el personaje femenino a menudo desempeña un papel anticuado y estereotipado. “Somos una cultura muy moderna, pero se sigue esperando que las mujeres se comporten como ‘buenas chicas’ al estilo tradicional”, apunta Kutsuwada. “En esa sociedad machista, lo que deben hacer las mujeres es encontrar novio, casarse y tener hijos”.

La oferta convencional de manga para mujeres refleja el estereotipo de género. Kutsuwada, no obstante, afirma que a cierta edad las mujeres se percatan de la realidad que les depara en la sociedad japonesa, y ese conocimiento puede empezar a interferir en sus gustos y hacer que dejen de disfrutar de la fantasía del manga. A las lectoras les cuesta identificarse con las heroínas de las historias que leen.

“Llega un punto en que empezamos a cuestionárnoslo, pero seguimos queriendo disfrutar del romance”, afirma la artista. Y las fantasiosas historias de amor homosexual del yaoi ofrecen una solución al problema: “Con el yaoi no tienes que identificarte con el manga porque todos los protagonistas son chicos. De hecho, no tendría ni por qué tratarse de chicos; ¡podrían ser alienígenas o personajes sin género!”.

¿Y qué hay del país donde Kutsuwada vive actualmente, al que podría suponerse una mayor igualdad de género que en Japón? ¿Funciona de forma parecida el yaoi en Gran Bretaña? A juzgar por la cantidad de aficionadas británicas que tiene Kutsuwada, parece que sí. Aun así, las aficionadas al yaoi de este país pertenecen a una franja demográfica algo distinta, a menudo más joven que las fans que rondan la cuarentena en Japón.

“Cuando observo a las mujeres británicas que disfrutan de mi obra, veo que no suelen ser muy femeninas”, explica Kutsuwada, que opina que encajar en la sociedad puede ser tan difícil para las jóvenes del Reino Unido como para las japonesas: “Tenemos que ser muy femeninas para sobrevivir. Eso nos estresa mucho y necesitamos liberar el estrés”.

Una de las seguidoras de Kutsuwada, Lisa Robinson, descubrió su obra gracias al segundo volumen de The Mammoth Book of Best New Manga (El gran libro del mejor manga nuevo). Esta aficionada describe la serie King of a Miniature Garden (Rey de un jardín miniatura), incluida en el libro mencionado, como “una hermosa historia agridulce sobre el triángulo amoroso entre un muchacho enfermo, su cuidador y una chica con una pena terminal mítica”. “Era muy conmovedor y tenía unas ilustraciones hermosas; me causó una fuerte impresión”, cuenta. Lisa se identifica como pansexual: “Me encanta el género BL porque nunca me han interesado las historias de romances heterosexuales. El romance ‘tradicional’ me parece muy aburrido”. Y añade: “El Boys’ Love permite a las chicas convertirse en voyeurs que espían el amor de dos hombres atractivos a los que desean la felicidad. Incluso en las escenas muy explícitas, me enternece ver a una pareja a la que apoyo tan enamorada”.

A pesar de la presencia de una base robusta de fans entusiastas, la cultura del manga en Gran Bretaña sigue siendo relativamente nueva. Mientras que en países como Francia, Italia y los Estados Unidos los cómics se consideran un arte principal, en Gran Bretaña se han visto a menudo relegados a la categoría de obras infantiles. La introducción del anime y el manga japoneses en la cultura popular es bastante reciente.

Aunque su nombre no sea demasiado popular, el oscarizado Miyazaki Hayao es un animador muy reputado entre los cineastas. La adaptación cinematográfica de Ghost in the Shell de Masamune Shirow cosechó un gran éxito en los cines británicos en marzo de 2017. Con todo, el manga sigue considerándose subcultura.

Lisa Robinson sugiere que en el Reino Unido los aficionados del manga japonés y de los cómics en general tienden a ser “gente que sale poco de casa, un poco introvertida y un poco marginada”. “Básicamente todos mis amigos amantes del manga son del colectivo LGBT, de color, neurodivergentes y tímidos en general”, declara. “También por esa razón todos tienen un fuerte sentido de la empatía, la atención y la justicia. Creo que el manga es una herramienta estupenda para ampliar los horizontes y la visión del mundo de la gente”.

El Fair Youth de Shakespeare

En Gran Bretaña, al igual que en los Estados Unidos, es común que los cómics se elaboren en equipos formados por un artista y un escritor. Kutsuwada también ha colaborado con escritores en varias obras; una fue una versión manga de Hagakure: El camino del samurái, una guía del bushido escrita en el siglo XVIII. También ha trabajado de este modo en la adaptación al manga de la obra Como gustéis de William Shakespeare.

Un participante de un taller lee Hagakure: The Code of the Samurai
(Hagakure: El código del samurái) de Kutsuwada, basado en el clásico de Yamamoto Tsunetomo (adaptado por Sean Michael Wilson y publicado por Kodansha USA).

Sin embargo, la verdadera ambición de Kutsuwada es producir manga bilingüe escrito y dibujado por ella misma. Su proyecto más reciente es la versión manga de los sonetos de Shakespeare. Como es bien sabido, la mayoría de los 154 poemas de amor isabelinos están dedicados a un joven apodado Fair Youth (‘joven pálido’). Durante siglos se ha especulado sobre la naturaleza de la relación, platónica o romántica, entre Shakespeare y el joven.

Aunque el original resulte tan apto para adaptarlo al género yaoi, el mundo de Shakespeare está sin duda increíblemente alejado de la Gran Bretaña del siglo XX, por no decir de Japón. Pero Kutsuwada advierte que es más cercano de lo que pensamos: “Creo que la grandeza de clásicos como los de Shakespeare reside en su universalidad. Por eso son tan adaptables. Los valores pueden cambiar, pero las emociones son universales”.

Al leer los sonetos por primera vez, Kutsuwada se sintió inmediatamente fascinada por la idea de adaptarlos al manga: “Los sonetos, como muchos otros poemas, son de hecho emociones condensadas de forma estética y delicada. Hasta la descripción de un paisaje hermoso está repleta de emociones”. “El manga es un medio fantástico para expresar cómo funcionan las emociones humanas. Lo utilizamos todo para expresar los sentimientos de los personajes: el fondo, los bocadillos de diálogo, el ritmo, el espacio y mucho más”, explica la autora.

Una de las obras que ha adaptado Kutsuwada es el famoso Soneto 18, que empieza así:

Shall I compare thee to a summer’s day?
Thou art more lovely and more temperate…

¿A un día de verano compararte?
Más hermosura y suavidad posees.
(Traducción de Manuel Mújica Laínez)

Fragmentos de la adaptación del Soneto 18 de Kutsuwada

“Sirviéndome del manga puedo ilustrar las expresiones faciales del poeta, así como la belleza del joven”, comenta Kutsuwada. “Puedo plasmar la química entre ellos y mostrársela a los lectores”. La artista señala también la similitud entre el manga y el teatro, dos medios narrativos muy visuales: “Creo que el teatro es parecido al manga. Si existe una historia que contar y hay elementos visuales, existe una conexión no solo con el manga, sino con cualquier cómic y novela gráfica”.

Así pues, en una época y un lugar distintos, ¿Shakespeare podría haber convertido su soneto en manga él mismo?, le preguntamos a nuestra entrevistada. “¿Y por qué no?” Si supiera dibujar lo bastante bien, ¡siempre cabría la posibilidad!”, bromea ella.

(Traducido del original en inglés. Fotografía del encabezado: Kutsuwada imparte una lección sobre esbozos anatómicos en uno de sus talleres. Todas las fotografías son de © Tony McNicol.)

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