Tradiciones “cool”, modernidad y belleza tradicional

Enseñando la senda del samurái: una entrevista con Ogasawara Kiyomoto

Cultura

Ogasawara Kiyomoto es el heredero de una escuela de yabusame, el tiro con arco a caballo practicado por los samuráis, y de protocolo cuyos orígenes se remontan a hace más 800 años. Hoy enseña estas artes ancestrales bajo la supervisión de su padre Kiyotada, la trigésima primera generación de líderes de la tradición de Ogasawara-ryū.

Ogasawara Kiyomoto (entrevistado) OGASAWARA Kiyomoto

Neurocientífico, profesor de protocolo, jinete y arquero; instructor de la escuela Ogasawara-ryū. Nace en Setagaya, Tokio, en 1980. A la edad de tres años comienza a practicar el tiro con arco a caballo. Estando en quinto de primaria participa por primera vez como arquero en el ritual de yabusame dedicado al santuario de Tsurugaoka Hachimangū de Kamakura. Tras graduarse en la Universidad de Osaka obtiene un doctorado en Neurociencia por la Universidad de Tsukuba. Siguiendo la disciplina de la familia Ogasawara que dice que “uno no debe vivir de la enseñanza del kyūhō (protocolo y tiro con arco)”, actualmente trabaja en una empresa farmacéutica como investigador. Es autor de varias obras entre las que se incluye Ogasawara-ryū yabusame.Colmado de esplendor, ritualidad y drama, el yabusame es el arte tradicional japonés del tiro con arco a caballo. En numerosos festivales anuales en todo Japón, arqueros ataviados con ropajes clásicos de caza disparan flechas a objetivos fijos mientras galopan en sus caballos a lo largo de un camino de 250 metros de longitud. Ogasawara Kiyomoto, de 37 años, es descendiente de samuráis que enseñaron yabusame y protocolo a los shogunes de Japón, los caudillos supremos, desde el período Kamakura (1185-1333). Hoy conserva con orgullo esta tradición en el dōjō familiar en Setagaya, Tokio, donde también instruye a los estudiantes en la etiqueta tradicional.

Tradiciones inmemoriales

ENTREVISTADOR

Formas parte de una larga estirpe de profesores. ¿Hasta dónde se remonta?

OGASAWARA KIYOMOTO

Nuestra tradición se remonta a hace más de 850 años. Mi ancestro Ogasawara Nagakiyo fundó la escuela Ogasawara-ryū en 1187. Instruyó a Minamoto no Yoritomo, el shogún de aquella época, en protocolo, tiro con arco y tiro con arco a caballo, artes conocidas como kyūhō. La primera demostración de tiro con arco a caballo yabusame de la escuela fue realizada en el santuario Tsurugaoka Hachimangū de Kamakura, y todavía puede verse hoy cuando llega septiembre. Mi padre Kiyotada encabeza la trigésima primera generación de esta tradición.

ENTREVISTADOR

¿Cuáles son los orígenes del yabusame?

OGASAWARA

La tradición comienza como una disciplina de los samuráis para la lucha y era llamada kisha o tiro con arco ecuestre. Solo la forma ritual de esta disciplina puede ser llamada yabusame.

ENTREVISTADOR

¿Cómo logró tu familia preservar esta tradición a través de los vaivenes de la historia de Japón?

OGASAWARA

Cuando el sistema shogunal terminó en el siglo XIX, otras familias comercializaron sus artes para mantenerse económicamente, pero nosotros decidimos preservar la nuestra mientras desempeñábamos trabajos corrientes. Kiyokane, el cabeza de familia de la vigésima octava generación, abrió la escuela Ogasawara-ryū al público en el barrio de Kanda en Tokio mientras enseñaba protocolo en otras escuelas. Tenemos la norma de no vivir únicamente de la enseñanza para mantener la pureza de nuestra tradición.

Para fabricar las flechas del yabusame se utilizan plumas de halcones y águilas.

ENTREVISTADOR

¿Qué haces para ganarte la vida?

OGASAWARA

Soy investigador en una empresa farmacéutica japonesa durante el día. En la tarde y durante los fines de semana, practico las disciplinas del protocolo, el tiro con arco y el yabusame.

ENTREVISTADOR

¿Podrías describir las actividades que realiza la escuela Ogasawara hoy?

OGASAWARA

Enseñamos el arte del tiro con arco, yabusame, y reihō, o protocolo. Durante nuestras prácticas enseñamos la esencia de la etiqueta, y no solo qué hacer en una situación concreta. Para estas disciplinas los estudiantes aprenden una variedad de formas de ponerse en pie, hacer una reverencia o caminar, así como tensar el arco o montar en el caballo de madera mokuba para el yabusame. Tenemos un campamento de entrenamiento dos o tres veces al año en el que utilizamos caballos reales, y que dura varios días.

También organizamos sesiones de entrenamiento el día antes y el día de los festivales de yabusame. Participamos en aproximadamente diez festivales en todo Japón, incluyendo los del santuario Tsurugaoka Hachimangū de Kamakura, el santuario de Shimogamo de Kioto, el santuario Tōshōgū de Nikkō, y el Parque Sumida de Asakusa, en Tokio. Incluso enseñamos el arte de atar los nudos utilizados en las armaduras de los samuráis, equitación, embalaje y envoltura de objetos y en otras situaciones.

ENTREVISTADOR

Los festivales de yabusame sin duda atraen a mucho público, ¿pero cómo de popular es este arte a la hora de aprenderlo?

OGASAWARA

Ahora mismo tenemos alrededor de 700 estudiantes, de los que diez son extranjeros procedentes de países como Estados Unidos, Francia o Polonia. Las personas de otros países están muy interesadas en particular en el yabusame y el arte del arco.

El delicado arte de la etiqueta samurái

ENTREVISTADOR

¿Cómo describirías tu forma de enseñar protocolo o etiqueta?

OGASAWARA

Es importante practicar concentrándose en cómo utilizar el propio cuerpo y entrenar en el “mindfulness”, el arte de percatarse de lo que uno está haciendo en un momento concreto, y utilizar esto para afrontar la vida moderna mientras nos mantenemos en armonía con el entorno.

Una tradición que tiene más de 800 años no cambia. No se trata de modificar las enseñanzas principales de la tradición, que son su esencia; nosotros solo cambiamos pequeños detalles de acuerdo con los tiempos. La esencia de nuestra tradición son dos textos, el Shūshinron y el Taiyōron, compilados por mis ancestros Sadamune y Tsuneoki. El primero enseña cómo gobernar el corazón y la mente, mientras que el segundo se ocupa del cuerpo. Preservar esta esencia para la posteridad es muy importante.

Los estudiantes de la escuela Ogasawara-ryū practican cómo ponerse en pie y caminar como parte de su entrenamiento de protocolo.

ENTREVISTADOR

¿Qué pensarían los antiguos samuráis de los japoneses de hoy en día y del uso que hacen de sus herramientas modernas, smartphones en lugar de espadas?

OGASAWARA

La mayor diferencia está en cómo piensa la gente. Por ejemplo, las virtudes de la justicia, la lealtad y la piedad del Bushidō se respetaban estrictamente en el pasado, no como ahora. El concepto de chūgi, u obediencia, y de kōkō o piedad filial, estaban entrelazados en el tejido de la vida diaria. Si mantuviésemos esas virtudes, la gente de antaño podría vivir sin problemas en el mundo actual, aunque cambiasen todas esas herramientas no esenciales para la vida como los smartphones.

ENTREVISTADOR

En cuestiones de etiqueta los extranjeros ven generalmente a Japón como una sociedad educada, repleta de costumbres inmemoriales como las reverencias. Pero lo que enseñas va mucho más allá, ¿no es así?

OGASAWARA

La etiqueta en el Japón actual se enseña de acuerdo a la ocasión social: cuando expresas agradecimiento o te disculpas ante alguien, por ejemplo, debes hacer una profunda reverencia. Sin embargo esto no llega a la esencia misma, y ahí es donde se centra nuestro entrenamiento. Creemos que los estudiantes deben pensar qué hacer en una situación concreta basándose en su conocimiento de la esencia.

Las formas de etiqueta de Ogasawara-ryū estaban pensadas para el shogún y para aquellos que se reunían con él. Pero mover el cuerpo de acuerdo con la posición que uno tenía en la jerarquía social también servía como medio de defensa ante un ataque. Al fin y al cabo, cuanto más alto uno estaba en la jerarquía, mayor era la posibilidad de ser atacado. Por ejemplo, a través de los movimientos de las manos uno puede observar fácilmente la posibilidad de que una espada sea desenvainada y tomar precauciones. Por este motivo, en respeto a la etiqueta, se colocaban las manos de tal forma que fuese imposible desenvainar rápidamente una espada, asegurando al resto que venían en son de paz. Pero al mismo tiempo asumían una postura que evitaba cualquier retraso a la hora de responder en el caso improbable de que fueran atacados.

Formas adecuadas de caminar

ENTREVISTADOR

¿Hay alguna razón práctica por la que tu escuela enseña detalles del protocolo tales como la forma de abrir las puertas correderas fusuma?

OGASAWARA

Respecto a las puertas correderas fusuma, es importante aprender la forma correcta de abrirlas. Esto es debido a que son una de las mejores herramientas para entrenar el cuerpo en la etiqueta. Esto forma parte de la enseñanza de que los cimientos de la etiqueta son corregir el propio cuerpo. Esto significa corregir la postura, los movimientos y las acciones, y hacer lo adecuado en el estado mental adecuado según la situación, el momento y la persona con la que estamos interactuando.

Estudiantes de yabusame de Ogasawara-ryū hacen estiramientos antes de una sesión de entrenamiento.

ENTREVISTADOR

¿Sería certero decir que un punto en común de la etiqueta y el yabusame son los kata, las formas esenciales de cada una de estas artes?

OGASAWARA

Bueno, kata es un término que puede ser malinterpretado fácilmente. Practicar kata no significa solo seguir las formas prescritas y el movimiento. Mientras que en los kata cristalizan la experiencia y la sabiduría de los antiguos maestros, el verdadero significado de practicar los kata es aprehender la esencia de la forma y el movimiento y hacerlos parte de uno mismo. Naturalmente, se necesita conocer los fundamentos para aprender una disciplina. En yabusame, por ejemplo, uno debe entrenar los músculos de las piernas porque se requiere bastante fuerza para poder mantener una postura estable de pie sobre los estribos y no sentados en la montura.

Igualmente, en protocolo las posturas como la seiza, o la posición sedente sobre el tatami en la que nos sentamos sobre nuestras piernas plegadas bajo el cuerpo, también requieren de fuerza en las extremidades inferiores. De hecho, los antiguos samuráis no tenían que hacer musculación o estiramientos porque formaban parte de su vida diaria sobre el tatami.  Incluso para tensar el arco o utilizar una espada, los samuráis podían usar los músculos y brazos que habían desarrollado a diario, porque su forma de utilizar los objetos era muy diferente en comparación con la de la gente de hoy en día, que ya no vive sobre un tatami.

Ogasawara Kiyomoto se mantiene de pie a lomos del mokuba, el caballo de madera, durante una clase de yabusame.

ENTREVISTADOR

¿Qué mensaje enviarías a los lectores de otros países que podrían estar interesados en la cultura tradicional de Japón, el yabusame y el protocolo?

OGASAWARA

Hay muchas culturas distintas en Japón según las diferentes formas de pensar. Creo que es mejor que las personas se sumerjan en una cultura y practiquen lo que coincida con su propia sensibilidad. Incluso si uno puede encontrar una ingente cantidad de información sobre una cultura en concreto, eso no significa necesariamente que sea correcta o adecuada. Creo que las personas deben ser más estrictas a la hora de identificar la esencia de una cultura para poder experimentarla.

Sitio web de la escuela Ogasawara: http://www.ogasawara-ryu.gr.jp/english/index.html

(Traducido al español del original en inglés. La entrevista y el texto son de Tim Hornyak. Fotografía del encabezado: Ogasawara Kiyomoto alcanza un objetivo en el santuario de Tsurugaoka Hachimangū en Kamakura. Fotografía de Moriyama Masatomo. Las fotografías del artículo son de Benjamin Parks, a excepción de aquellas en las que se indica otro autor.)

Tiro con arco yabusame