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La proyección internacional del kendo

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El XVI Campeonato Mundial de Kendo tuvo lugar del 29 al 31 de mayo de 2015 en el estadio Nippon Budōkan, ubicado en el vecindario tokiota de Kudanshita. La anterior edición de este campeonato trienal se había celebrado en 2012 en Italia. Este año hacía dieciocho años que el campeonato no se organizaba en Japón, y cuarenta y cinco que no se celebraba en el Nippon Budōkan, sede de la primera edición.

Reunión de espadachines de todo el mundo

En los campeonatos mundiales de kendo los mejores espadachines de 56 países y regiones se reúnen para competir entre ellos y mostrar los resultados del duro entrenamiento diario. Sin embargo, lo cierto es que entre los países competidores solo hay dos o tres que tengan el nivel necesario para proclamarse campeones.

En el Campeonato Mundial de Judo que tuvo lugar en Cheliábinsk (Rusia) en agosto de 2014 participaron luchadores procedentes de 110 países y regiones distintos, el doble que en el mundial de kendo. Así pues, comparado con una disciplina olímpica como el judo, es evidente que el kendo todavía tiene poca presencia internacional.

¿Arte marcial o deporte?

El sumo, el judo y el karate son disciplinas competitivas originales de Japón que se han popularizado en el resto del mundo, pero en su origen todas eran artes marciales. Las artes marciales, llamadas budō (武道) en japonés, beben del antiquísimo concepto del (道, ‘principio’) y buscan el entrenamiento del cuerpo y la mente mediante el perfeccionamiento del jutsu (術, ‘arte’). En el pasado las artes marciales se usaban como herramienta para formar el carácter de las personas, y gradualmente fueron arraigando en la vida cotidiana japonesa. Como por ejemplo en el judo, estas artes se convirtieron en disciplinas competitivas combinando el espíritu del budō con el espíritu deportivo, y tienen una historia muy distinta a la de los deportes de pelota como el fútbol o el béisbol.

“Se empieza con una reverencia y se acaba con una reverencia”. Es muy importante respetar las normas de cortesía incluso en los combates, en que se intercambian fuertes golpes.

“El concepto del kendo es disciplinar el carácter humano mediante la aplicación de los principios de la katana (‘espada’)”. En la actualidad el kendo sigue cultivando los principios de la katana y el espíritu samurái que hay en su trasfondo mediante un entrenamiento físico muy severo.

Buscando la difusión internacional del kendo

El motivo de que el kendo no se acabe de popularizar internacionalmente aunque cuente con suficientes practicantes como para organizar campeonatos mundiales se debe a que las normas para juzgar los combates son difíciles de entender.

En el caso del judo, a medida que la disciplina se difundió por otros países se adoptaron una serie de nuevas reglas para convertirla en un deporte de competición internacionalmente aceptado, conservando su aspecto de arte marcial. Por ejemplo, se crearon conceptos para puntuar los combates además del ippon (punto que se concede cuando una técnica o waza se aplica correctamente), como el waza-ari (‘con técnica’), el yūkō (‘válido’) o el kōka (‘resultado’; término eliminado en 2009). También se empezó a usar vestimenta de distintos colores. Aunque también es fácil saber quién ha ganado cuando uno de los contrincantes hace volar al otro y lo lanza al suelo.

En el caso del kendo, para que un golpe cuente como ippon (‘un punto’), la ejecución de la técnica debe ir acompañada de una correcta ejecución de kihaku (‘determinación’), hasuji (‘línea de corte de la espada’) y taisabaki (‘movimiento del cuerpo’). La combinación de estos elementos se llama kikentai icchi. Es decir que es imposible lograr un ippon con un “golpe de suerte”. Para establecer el kendo internacionalmente como un deporte de competición es imprescindible flexibilizar sus reglas, pero la arraigada conciencia de su naturaleza de arte marcial hace que siga lejos de lograr dicho estatus.

Para popularizar el kendo mundialmente como arte marcial, sería necesario oponerse firmemente a las teorías que le atribuyen un origen equivocado y difundir ampliamente la idea de que es un elemento propio de la cultura japonesa que nació de la vida cotidiana de los antiguos samuráis.

Un buen kihaku (‘determinación’), un movimiento certero de la espada de bambú y una postura de avance correcta son condiciones necesarias para que el ataque se considere válido.

De la teoría a la práctica

En la Universidad Internacional de Budō, situada en Katsuura (prefectura de Chiba), se ofrece formación para instructores de artes marciales japonesas y se realizan intercambios internacionales a través de las artes marciales. Pedimos permiso al profesor Ishima, responsable del Club de Kendo de la universidad, para grabar una de las emocionantes sesiones de entrenamiento que allí se imparten. Participaron 250 alumnos, entre los que había estudiantes de intercambio de países como Rusia, China, Suiza y Perú, que se entregaron en cuerpo y alma a la práctica de las técnicas del kendo.

Antes de empezar el entrenamiento, el amplio gimnasio de casi 500 metros cuadrados se quedó en silencio: era el momento de meditar para concentrarse mentalmente. Luego empezó el entrenamiento, y en los potentes choques de los espadachines, ejecutados con estudiados movimientos, me pareció observar el verdadero valor del kikentai icchi.

Redacción y documentación: editorial de Nippon.com

Con la colaboración de la Universidad Internacional de Budō y la Asociación corporativa de interés público Nippon Budōkan.

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