Festival Internacional de Literatura de Tokio

La literatura universal

Sociedad Cultura Vida

El Festival Internacional de Literatura de Tokio se ha convertido en un punto de encuentro para los principales representantes de la literatura universal actual. Durante su primera edición, los participantes dialogaron sobre las posibilidades del género literario en el siglo XXI, entre otros aspectos. Ikezawa Natsuki, encargado de pronunciar el discurso inaugural de la cita, nos habla del significado de la celebración de actividades como esta.

Ikezawa Natsuki IKEZAWA Natsuki

Escritor, poeta y traductor nacido en Obihiro, Hokkaidō, en 1945. En 1988, gana el Premio Akutagawa con su obra Still life. Compagina la escritura con numerosos viajes por todo el mundo. Entre sus trabajos, destacan Matías Guili no shikkyaku, Hana wo hakobu imōto y Shizukana daichi. Ha traducido al japonés el libro Madre Noche, del escritor Kurt Vonnegut, entre otros. Además, ha editado su propia colección personal de obras maestras de la literatura universal de la segunda mitad del siglo XX.

La inmigración global ha originado la literatura universal

ENTREVISTADOR En los últimos años se están organizando festivales internacionales de literatura no sólo en Europa y en América del Norte, sino también en Asia. ¿A qué cree que se debe esta tendencia?

IKEZAWA En mi opinión, una de las razones que explica esta tendencia es que la literatura se ha vuelto un bien compartido mundialmente. Esto quiere decir que la literatura ha pasado de ser algo que solo se leía en un determinado país, una "literatura nacional", a convertirse en una "literatura universal" que traspasa fronteras. La literatura universal que yo concibo es una que no pierde valor aunque se traduzca a otros idiomas; aunque estas obras presenten historias de una época determinada en cierta nación, tratan temas universales comunes a los lectores de todo el mundo que cada uno puede interpretar a su manera.

Esto es así porque en la actualidad existe una serie de valores comunes en todo el mundo. Si hacemos una comparación con la mitad de siglo anterior, nos daremos cuenta de que nuestro estilo y nuestra manera de vivir se parecen tanto que da hasta miedo. No hay grandes diferencias entre lo que preocupa a los habitantes de Tokio, Nueva York y París; lo mismo se puede aplicar a los de Pekín o Vientián. De hecho, se produce la misma situación también en ciudades de provincias y en pueblos del campo.

Este fenómeno está relacionado también con el aumento de los movimientos migratorios. Tras la Segunda Guerra Mundial, además de turistas y hombres de negocios, emigrantes, refugiados y personas en general comienzan a cruzar las fronteras, y nacen nuevos valores como consecuencia de un cruce entre múltiples elementos heterogéneos. En estos momentos, la literatura se encuentra precisamente en una época como la que acabo de describir, de ahí que siempre surja algo nuevo a pesar de las continuas dificultades que se van presentando.

En un mundo cada vez más globalizado, los escritores no se reúnen para hablar de las peculiaridades de sus respectivos países: pueden compartir sus puntos de vista, basados en una serie de valores compartidos. Es ese diálogo entre iguales lo que les permite comprender mutuamente sus perspectivas, debatir sobre ellas y volver a sus casas con los resultados obtenidos; esos frutos se reflejan en su siguiente creación.

He vivido durante cinco años en Francia, donde este tipo de encuentros se celebran con mucha frecuencia; lo extraño es que en Japón no se hayan organizado hasta ahora. Siendo sincero, podría decir que a buenas horas empiezan aquí. Aunque el paso se haya dado tarde, se trata de un comienzo al fin y al cabo, así que considero que tiene un gran significado.

La literatura universal es inconcebible sin los traductores

ENTREVISTADOR Además de escritores y editores, en el Festival Internacional de Literatura de Tokio se contó con la presencia de muchos traductores. ¿Puede decirse que ellos también desempeñan un papel importante en la literatura universal?

IKEZAWA La literatura universal es inconcebible sin los traductores. Es cierto que la literatura tuvo su época autoritaria, en la que la traducción era considerada como algo irremediable; también hubo un período en el que se decía que la única forma de poder apreciar realmente la calidad de las obras de Shakespeare era si se leían en inglés. Sin embargo, si pensáramos así, nadie podría disfrutar de la literatura universal. Considero que, de no ser por la traducción literaria, la literatura habría quedado reducida a un mundo limitado por las barreras lingüísticas.

La traducción es una labor muy creativa: dos idiomas ‘contraen matrimonio y dan a luz a una nuevo retoño’. Es posible que se pierdan algunos elementos en el proceso, pero también se pueden ganar otros. Se trata de alejarse del autor original y de ir dándole forma a la obra hasta que se desarrolle ricamente.

La importancia de describir lo absurdo en el siglo XXI

J.M. Coetzee Nace en Cape Town, Sudáfrica, en 1940. Tras trabajar en una empresa informática del Reino Unido, se convierte en escritor. En 1983, gana el Premio Booker por su novela Vida y época de Michael K; posteriormente, en 1999, pasa a ser la primera persona en recibir dos veces ese galardón gracias a su novela Desgracia. En 2003, obtiene el premio Nobel de Literatura. Entre sus obras, destacan Esperando a los bárbaros, La edad de hierro y Hombre lento. Durante el Festival Internacional de Literatura de Tokio leyó ante el auditorio un pasaje de su obra La infancia de Jesús.

ENTREVISTADOR En la primera edición del festival participaron numerosas figuras importantes de la literatura universal actual, ¿verdad?

IKEZAWA Efectivamente. En Tokio pudimos contar con la presencia de figuras verdaderamente eminentes. En particular, para mí fue especial recibir a J.M. Coetzee, ganador del Premio Nobel; es alguien a quien siempre he venerado, un autor imprescindible en la literatura universal actual.

J.M. Coetzee ha abordado en muchos de sus trabajos el sufrimiento de aquellos a los que les han arrebatado algo: La edad de hierro es uno de ellos. La historia se desarrolla en la República de Sudáfrica durante la época en la que todavía regía el apartheid. La protagonista, la señora Curren, es una anciana que padece un cáncer terminal y vive sola, sin ningún pariente cerca. Aunque no es negra, tiene que cargar con sus propios lastres también. Es una mujer indignada por el racismo, víctima de una sociedad violenta; no obstante, reflexiona sobre cómo deben vivir las personas y actúa en consecuencia. En esta obra, el autor aborda admirablemente el tema de la dignidad humana. Existen muchas personas en todo el mundo a las que les han despojado de algo, independientemente del trasfondo de su historia. Podría decirse que lo absurdo de la vida de esta gente se convierte en un tema importante en la literatura universal.

El sufrimiento común del 11 de marzo de 2011

ENTREVISTADOR ¿Cree usted que lo ocurrido el 11 de marzo de 2011 es también un tema importante en la literatura universal ?

IKEZAWA El terremoto y el tsunami de hace dos años se cobraron las vidas de un gran número de personas pertenecientes a una misma época. En estos momentos, no se pueden predecir todavía las consecuencias que tendrá el posterior accidente nuclear, de ahí que a las generaciones futuras las estemos despojando de algo. Me pregunto cómo es posible reaccionar ante semejante absurdo, y cómo podemos llorar la pérdida de tantas almas. Son muchos los que han reflexionado sobre un tema tan importante como este y han intentado expresarlo de alguna manera; es posible que así se pueda alcanzar cierto entendimiento de la situación y se consiga llegar a alguna solución. Yo comparto estas opiniones, y es así como he luchado desesperadamente contra las preocupaciones.

Cuando ocurre un gran accidente o catástrofe, los primeros en escribir sobre ello son los periodistas; luego llegan los pensadores, que interpretan las causas y el trasfondo de lo sucedido y realizan una crítica. Por último, los escritores crean una obra basándose en una comprensión más profunda del significado de los hechos.

A decir verdad, el sufrimiento de los japoneses es el mismo que el de muchas personas de otros países: lo único que los diferencia son las circunstancias. Esto se puede apreciar fácilmente si se abre un periódico; en lugares como Siria, Haití o Palestina, la gente sufre a diario. Por ello, considero que es muy posible que lo ocurrido el 11 de marzo en Japón se refleje en obras literarias en todo el mundo.

Este primer Festival Internacional de Literatura de Tokio se ha centrado en escritores en lengua inglesa, pero en futuras ediciones nos gustaría contar con la presencia de autores de otros países y regiones y hacer que la cita se convierta en un punto de encuentro en el que debatir sobre asuntos como estos de manera global. Somos testigos de una época en la que la confraternidad entre los escritores es realmente importante.

(Traducción del japonés al español de una entrevista de Kondō Hisashi, director de la Fundación Nippon Communications. Fotografías de Ōsawa Hisayoshi y Kodera Kei. Agradecemos a la Fundación Nippon su colaboración)

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