Regalos de agradecimiento por contribuciones a las arcas regionales

Política Economía

En el ejercicio fiscal de 2015, las autoridades municipales y provinciales de todo Japón obtuvieron 165.200 millones de yenes en donaciones –4,3 veces más que el año anterior– gracias al rápido aumento en el número de usuarios de una iniciativa creada para paliar la falta de ingresos procedentes de los impuestos en las provincias. Se trata del denominado Furusato Nōzei Seido (Sistema de Contribuciones de la Tierra Natural), un programa de donación a los municipios cuya creciente popularidad se debe a obsequios especiales de agradecimiento por valor de varias decenas de miles de yenes por cada carga real de 2.000 yenes. Con el permiso de las autoridades, los distintos portales de comercio en la red promocionan los regalos, que sirven de reclamo para los posibles contribuyentes; la iniciativa se está convirtiendo en curioso negocio innovador que consiste en donar a zonas del país que no son la tierra natal de uno.

El objetivo original: apoyar a la tierra natal

La iniciativa comenzó su andadura en 2008, con el trasfondo del descenso y el envejecimiento de la población en las provincias. La iniciativa, propuesta por Yoshihide Suga, actual secretario jefe del Gabinete –en aquel entonces ocupaba la cartera del Interior y las Comunicaciones–, se basaba en la idea de que aquellos que se hubieran mudado a las grandes ciudades por motivos laborables contaran con un sistema que permitiera que una parte de sus impuestos fuera a parar al lugar donde habían nacido y crecido.

Bajo el sistema de exenciones impositivas correspondiente a las donaciones a los distintos Gobiernos regionales y municipales, en muchos casos la deducción se realiza quitando los 2.000 yenes del importe total al que ascienden el impuesto sobre la renta y los gravámenes municipales. Por ejemplo, pensemos en una persona que reside en el distrito de Setagaya, en Tokio, procede de Tateyama, en la prefectura de Chiba, y dona 30.000 yenes mediante el programa. Sin embargo, la carga financiera real no asciende a más de 2.000 yenes. Gracias a las exenciones, 28.000 yenes correspondientes al impuesto sobre la renta y los gravámenes municipales, y que constituyen los ingresos del Gobierno central y de las autoridades de Tokio y de Setagaya, pasan automáticamente a las de Tateyama.

En los primeros 13 años desde su puesta en marcha, el sistema logró recaudar unos diez mil millones anuales, pero en 2014 llegó a los 30.000. La introducción, en abril de 2015, de una excepción a la regla sobre lo que es necesario incluir en la declaración de la renta provocó un rápido aumento del número de usuarios.

El reclamo de los obsequios: las donaciones para pagar el mínimo de impuestos posible

No obstante, la razón principal por la que este sistema se ha popularizado tanto son los obsequios que las autoridades realizan como muestra de agradecimiento a quienes hayan contribuido. Según el Ministerio del Interior y de las Comunicaciones, en la actualidad, un 40 % de los fondos se emplea para sufragar el coste de los regalos; si se tiene en cuenta el gasto derivado de la publicidad y la promoción, se pierde la mitad de las contribuciones.

En realidad, no importa en absoluto que las donaciones de esta iniciativa no tengan por destinatario el lugar de procedencia de quien las realiza. Al contribuyente se le devuelve lo correspondiente a los gastos, y para muchos municipios se trata de obtener más donaciones de personas con las que hasta la fecha no tenían ningún tipo de relación. Por otra parte, para una gran cantidad de quienes contribuyen, ayudar a su tierra natal es un aspecto secundario: se benefician lo máximo posible de las ventajas de este sistema.

Veamos con un ejemplo hasta qué punto resulta lucrativo el sistema. En la tabla a continuación mostramos las cinco donaciones por un valor total de 67.000 yenes realizadas por un matrimonio con un hijo en la escuela primaria y cuyos ingresos anuales ascienden a los cinco millones de yenes. Si se realizan los trámites correspondientes a la exención tributaria, se puede obtener por tan solo 2.000 yenes obsequios como carne de ternera y arroz por un valor total de 34.500 yenes.

Ejemplo de donaciones y obsequios de Furusato Nōzei

Destinatario de la donación Importe de la donación Obsequio de agradecimiento Valor del obsequio Carga financiera real
Miyakonojō
(Miyazaki)
11.000 yenes 1 kg de filetes de ternera de Miyazaki 6.000 yenes
Kaminoyama
(Yamagata)
10.000 yenes 10 kg de arroz de la variedad Tsuyahime, producida en Yamagata 5.000 yenes
Abashiri
(Hokkaidō)
10.000 yenes 1 pieza de salmón salado troceada 4.500 yenes
Soni
(Nara)
10.000 yenes 1 caja de fideos sōmen de la variedad Miwa 3.000 yenes
Naha
(Okinawa)
27.000 yenes Cupones de viaje 6.000 yenes
Total
67.000 yenes
Total
34.500 yenes
2.000 yenes

Las autoridades suelen ofrecer como obsequios especialidades de la zona como productos agrícolas o marinos y arroz, pero también hay casos en los que se regala cerveza, bicicletas o artículos de golf, todos ellos fabricados en alguna planta local. También existen municipios que colaboran con grandes agencias de viajes para ofrecer cupones. Aunque se acumulen los gastos derivados de las donaciones, estos recaen en la industria y el sector turístico de la zona, por lo que la iniciativa deriva en la revitalización regional.

Distintas empresas relacionadas con Internet han ido creando portales web para presentar los obsequios de agradecimiento por las donaciones y colaboran con las autoridades, que se afanan en lograr contribuciones. Se estima que se producirá un aumento en el número de donantes y en la cantidad de las donaciones por la posibilidad de buscar y comparar fácilmente los regalos disponibles, así como de realizar la contribución con tarjeta de crédito.

Números rojos en algunas ciudades de provincia

Un ejemplo de éxito de esta iniciativa lo encontramos en Kamishihoro, en Hokkaidō, donde han logrado una gran cantidad de donaciones de todo Japón gracias al programa. Las autoridades de esta localidad despoblada ­–tiene menos de 5.000 habitantes– se han adelantado a las de otros lugares a la hora de aceptar contribuciones con tarjeta de crédito. Sus obsequios de agradecimiento son artículos locales de aceptación como la carne de ternera y el helado; en el ejercicio fiscal de 2014 lograron unos 1.000 millones de yenes, y en el de 2015, aproximadamente 1.500 millones.

Los ingresos por impuestos de la zona donde se encuentra Kamishihoro –de residencia y de la propiedad, entre otros– para el ejercicio fiscal de 2014 alcanzaron los 690 millones de yenes aproximadamente, por lo que el importe de las donaciones supera con creces esta cantidad. Las contribuciones se invierten en medidas para paliar el descenso de la natalidad y ayudar en la crianza de los hijos: han logrado hacer gratuitas las guarderías certificadas durante una década desde el ejercicio fiscal de 2016.

Por otra parte, se están dando a conocer cada vez más casos de éxitos y fracasos de esta iniciativa en ciudades de provincia, por lo que existen quienes se preguntan si el sistema no se está desviando de su objetivo de fomentar la revitalización regional.

En junio de 2016, durante un encuentro de la Asamblea de Nagasaki, una ciudad con una población de 550.000 habitantes, se dio a conocer que durante el ejercicio fiscal de 2015 el programa había dejado números rojos por un valor cercano a los 89 millones de yenes. El valor de las 1.801 donaciones recibidas ascendía a los 72 millones de yenes, pero los ingresos derivados de los impuestos municipales disminuyeron en 116 millones de yenes por las contribuciones de los residentes a otras zonas. Además, los obsequios de agradecimiento y otros gastos asociados a estos fueron de cerca de 45 millones de yenes.

"Me parece que el sistema se está alejando del concepto bajo el que fue concebido originalmente. Sin embargo, lo único que se puede hacer en la situación actual es esforzarse para aumentar las contribuciones", afirma Yamaguchi Masayoshi, que preguntó acerca del problema en la Asamblea de Nagasaki. Las autoridades de la ciudad tienen previsto reforzar la promoción por medio de iniciativas como la celebración de actos en Tokio y se han propuesto lograr contribuciones por valor de 210 millones de yenes para el año fiscal en curso.

"Las exenciones fiscales a las donaciones se adhieren a los estándares internacionales, pero en el caso de Furusato Nōzei Seido se llega a obtener beneficios, de ahí que el programa se aleje de la verdadera naturaleza de las contribuciones. Es necesario hacer que no se trate de una competición por los regalos de agradecimiento, sino de una lucha para revitalizar y activar las provincias", afirma Morinobu Shigeki, profesor de la Escuela de Posgrado de la Universidad Chūō versado en sistemas impositivos.

(Traducción al español del original en japonés redactado por Ishii Masato, de la redacción de nippon.com)

Imagen de la cabecera: número especial de una revista semanal dedicado a Furusato Nōzei Seido y los regalos de agradecimiento destacados del programa

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