Nagasaki pide al Gobierno de Japón que se una al Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares

Política

El 9 de agosto Nagasaki conmemoró en su Parque de la Paz situado muy cerca del epicentro de la explotación atómica, en el distrito de Matsuyama de la ciudad, una ceremonia en recuerdo de las víctimas de la bomba atómica y por la paz. Se cumplieron 72 años del lanzamiento de la bomba atómica sobre esta ciudad. El alcalde de Nagasaki Taue Tomihisa, en su declaración por la paz, resaltó el significado del Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares alcanzado en las Naciones Unidas el pasado mes de julio. Taue pidió a los países que cuentan con arsenales nucleares y a aquellos que están bajo el llamado “paraguas nuclear” que reconsiderasen sus políticas dependientes de este tipo de armamento, e hizo un llamamiento al Gobierno de Japón para que se adhiera al tratado.

Durante la ceremonia, supervivientes de la bomba atómica y familiares de las víctimas, así como el primer ministro Abe Shinzō, rezaron por el descanso eterno de los fallecidos en el bombardeo. Representantes de 58 naciones participaron en la ceremonia del miércoles, incluyendo seis países que cuentan con armamento nuclear entre los que se encuentran los Estados Unidos, Rusia y China.

Según los datos registrados hasta finales de julio, en el último año fallecieron 3.551 supervivientes de la bomba atómica, a los que se les hizo una ofrenda con agua y coronas de flores durante la ceremonia. A las 11:02, hora a la que fue lanzada la bomba atómica, se guardó un minuto de silencio acompañado del sonido de las campanas. El número total de víctimas de la bomba atómica es de 175.743 personas en Nagasaki.

En la declaración por la paz, Taue también afirmó que le gustaría que el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares fuese llamado “Tratado de Hiroshima y Nagasaki” y apreciado de forma positiva. Respecto a los países que cuentan con armamento nuclear y que se han opuesto al tratado, Taue insistió en que “La humanidad necesita saber cómo impulsar este acuerdo y seguir sus pasos de aquí en adelante”. Asimismo, instó a estos países a revisar “sus políticas de defensa nacional centradas en el armamento nuclear” y les pidió que cumplieran con las exigencias de reducción de su arsenal.

Taue criticó al Gobierno de Japón y destacó que “las ciudades que sufrimos la bomba nuclear no podemos comprender que el Gobierno ni siquiera haya participado en la ronda de negociaciones del tratado”. El alcalde de Nagasaki afirmó: “Esperamos que el Gobierno se adhiera cuanto antes y que revise su política respecto al paraguas nuclear”. Al mismo tiempo, insistió ante todas las naciones en el espíritu pacifista de la Constitución y la observación escrupulosa de los tres principios antinucleares, y abogó por conseguir que el noreste de Asia se convierta en “una región libre de armas nucleares”.

El representante de los supervivientes de la bomba atómica, Fukahori Yoshitoshi, de 88 años, leyó a continuación el Juramento por la Paz, y tras esto el primer ministro Abe Shinzō ofreció un discurso. Abe aseguró que “Para conseguir un mundo libre de armas nucleares es necesaria la colaboración tanto de los países que cuentan con este tipo de armamento como la de los países que no disponen de armas nucleares. El trabajo de ambas partes es imprescindible para convencer a la comunidad internacional”. No obstante, al igual que en Hiroshima, en su alocución no mencionó el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares.

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