El equipo olímpico japonés de fútbol, a la caza de una medalla 48 años después

Sociedad

Un equipo construido desde la defensa

En enero de 2016, el equipo japonés quedó primero en el Campeonato Sub-23 de la Confederación Asiática de Fútbol, una competición celebrada en Catar que además hizo las veces de fase de clasificación para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río de Janeiro. Veamos cómo es el conjunto del técnico Teguramori Makoto que, en calidad de campeón de Asia, aspira a conseguir la primera medalla en 48 años, tras el bronce de los Juegos Olímpicos de México 1968.

Han pasado dos años y medio desde que, en enero de 2014, el entrenador tomó las riendas del equipo que aspiraba a participar en las Olimpiadas de Río. Teguramori eligió a los 18 jugadores –15 de ellos tienen 23 años o menos– siguiendo las normas que dicta la FIFA; los tres de mayor edad son el delantero Kōroki Shinzō, del Urawa Red, y los defensas Shiotani Tsukasa y Fujiharu Hiroki, que militan en el Sanfrecce Hiroshima y en el Gamba Osaka, respectivamente. En cuanto a las ligas en las que juegan, solo uno de ellos pertenece a un equipo extranjero: el delantero Minamino Takumi (Red Bull Salzburg).

Si pensamos en las posiciones, encontramos dos porteros o arqueros, seis defensas, siete centrocampistas y tres delanteros. Las peculiaridades de estos jugadores se perciben fácilmente al analizar en detalle el papel que desempeñan los del medio campo: cuatro volantes y tres laterales. La defensa es el punto fuerte de este equipo.

Esta distribución se basa en los posibles partidos que el equipo jugará en Río. En palabras del propio entrenador, se trata de un conjunto construido desde la defensa que no gana a lo grande. De hecho, en Asia son pocos los encuentros en los que logra la victoria con facilidad, y en muchas ocasiones pierde y queda entre los ocho primeros, empezando por la edición de 2014 Campeonato Sub-23 de la Confederación Asiática de Fútbol.

En la fase clasificatoria final para Río, el combinado logró alzarse campeón y mostrar así su fortaleza, pero, como es lógico, en las propias olimpiadas habrá más tiempo para dedicarse a la defensa. Por otra parte, las peculiaridades de un ataque realizado con pocos jugadores son la rapidez y baja estatura de estos: los mediocampistas y delanteros no superan los 180 cm de altura. De esto se desprende que el técnico ha elegido futbolistas con los que sacar partido a las características propias de los jugadores nipones.

Todos defienden y atacan

La táctica del Japón de Teguramori es, por norma general, un 4-4-2, si bien en sus comienzos hubo ocasiones en las que jugó con un 4-2-3-1 o un 4-1-4-1, con más fuerza en el centro del campo. El entrenador no tiene predilección especial por la posesión y se guía por el lema "Todos defienden y atacan". En su juego fue aumentando el número de ataques en los que se les daba la pelota a los dos jugadores que más avanzados se encontraban o estos dos apuntaban a los huecos de la defensa rival, a medida que en el equipo iba penetrando un estilo de juego que concedía importancia a llevar la pelota a gol sin gastar tiempo ni juego en horizontal.

El trasfondo de este tipo de juego lo encontramos en un informe de un grupo de expertos de la FIFA divulgado en julio de 2014. En el documento se dice que desde la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010, en la que quedó campeón España, máximo exponente del fútbol de posesión, el juego cambió cuatro años más tarde en el Mundial de Brasil: ahora domina el contraataque propio de Alemania.

El entrenador Teguramori Makoto durante la rueda de prensa en la que dio a conocer la composición del equipo olímpico masculino de fútbol de Japón, el 1 de julio de 2016 (©Jiji Press).

Durante una rueda de prensa en agosto de 2014, aproximadamente un mes después de que se clausurara la cita de Brasil, Teguramori se expresó en estos términos:

"Desde que España ganó el Mundial de hace cuatro años en Sudáfrica, el fútbol de posesión dominó en todo el mundo. Sin embargo, cuando asumí el puesto de entrenador de la selección sub-21 de Japón, reflexioné sobre los estándares del Mundial de Brasil y descubrí que el concepto de equipo sería que todos los jugadores defendieran y atacaran".

Teguramori, seleccionador desde enero de 2014,  había previsto la tendencia y proponía un concepto que sustituiría al fútbol de posesión.

El delantero del Arsenal Asano Takuma, en el punto de mira

En estos momentos, el jugador de temporada del Japón de Teguramori es Asano Takuma, que milita en el Sanfrecce Hiroshima pero cuyo fichaje por el Arsenal se acaba de finalizar.

Asano Takuma durante el partido de la Copa Kirin Challenge contra Sudáfrica, el 29 de junio de 2016 (©Jiji Press).

Asano es un goleador rápido –corre 50 metros en 5,9 segundos– capaz de abrirse paso en la línea vertical; el año pasado, su tercero como profesional, jugó en 32 partidos de liga con el Sanfrecce Hiroshima y marcó ocho tantos. Brilló también en el Campeonato de la Liga Japonesa, durante el cual lideró a su equipo hacia la victoria. Además, el director técnico Vahid Halilhodžić lo ha elegido para la selección nacional. Su presencia en el fútbol nipón es cada vez más relevante.

Su rapidez es tal que su compañero de equipo y delantero Satō Hisato decidió apodarlo el Jaguar en referencia al feroz animal. Cada vez que anota un gol lo celebra con la ya conocida como pose del jaguar –ambas manos colocadas junto a la cara como si estuviera sacando las garras–, un gesto que se ha vuelto muy popular entre los futbolistas jóvenes.

Durante las Olimpiadas de Río se espera que el centrocampista Minamino, de un equipo extranjero, se convierta en el as del gol de la selección de Teguramori.

Minamino militó hasta enero de 2015 en el Cerezo Osaka, equipo del que llegó al Red Bull Salzburg. En la segunda mitad de la temporada 2014-2015, jugó en 14 partidos, en los que anotó tres goles y asistió en otros tres. En la temporada siguiente, la 2015-2016, apareció en 32 encuentros, marcó  10 goles e hizo los pases de tres; contribuyó enormemente a que su equipo ganara por décima vez la liga, la tercera victoria consecutiva.

Minamino Takumi durante el partido contra Irak, la semifinal de la ronda de clasificación para los Juegos Olímpicos de Río, el 26 de enero de 2016 (©Jiji Press).

En la defensa, la presencia del volante Endō Wataru, capitán del equipo, es crucial. El jugador del Urawa Red detiene el avance del contrario gracias a sus dotes para leer al rival y para el juego interpersonal, y en el ataque crea oportunidades de gol con audaces pases verticales. Desde la creación del Japón de Teguramori, Endō, de visión amplia y capaz de tomar decisiones con calma, ha venido desempeñando un papel central en el equipo. El futbolista ansía lograr una medalla en Río.

Regate de Endō durante la final de la Copa Kirin contra Bosnia Herzegovina, el 7 de junio de 2016 (©Jiji Press).

Las destrezas de Teguramori al frente del Sendai y el Gran Terremoto del Este de Japón

La Federación de Fútbol de Japón ha elegido un director técnico nipón en cuatro ocasiones consecutivas, desde los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Atenas 2004. Esta vez se trata de Teguramori Makoto, un entrenador nacido el 14 de noviembre de 1967 en la prefectura de Aomori. Durante sus estudios de secundaria superior, jugó al fútbol con su hermano menor, Hiroshi. De hecho, hay quienes dicen que los gemelos Derrick del popular manga Campeones: Oliver y Benji (Supercampeones) se habrían creado con esta pareja, también de gemelos, como inspiración. El ahora seleccionador empezó a entrenar al Vegalta Sendai en 2008; un año después, logró que el conjunto subiera de la segunda a la primera división. De 2010 a 2013 dirigió a este conjunto, que precisamente no es que fuera especialmente bueno, y lo colocó en los primeros puestas de la misma categoría.

Uno de los momentos más relevantes de su carrera como director técnico se produjo el 11 de marzo de 2011 a las 14:46, hora a la que ocurrió el Gran Terremoto del Este de Japón. En la ciudad de Sendai, el seísmo tuvo una intensidad de +6 en la escala japonesa, cuyo máximo valor es 7. Teguramori, que se encontraba en la primera planta de la casa club del equipo, escapó a la muerte por los pelos ­–estaba al lado de una parte del techo y unas estanterías que se derrumbaron– y huyó del edificio desafiándola.

La liga se reanudó tras una suspensión de aproximadamente un mes; el Sendai se convirtió en un rayo de esperanza para las zonas afectadas y mostró un juego poderoso que le valió pasar del puesto 14º de 2010 al cuarto. Un año más tarde, el conjunto terminó segundo, la mejor posición de toda su historia. En la actual selección sub-23 se puede apreciar también la convicción de la fuerza de quienes luchan cargando a sus espaldas los sentimientos de otros que abriga Teguramori desde el desastre.

Un tercio de los jugadores procede de la segunda división

Muchos de los jugadores del Japón de Teguramori son dóciles, tanto que en los entrenamientos de sus primeras concentraciones con el equipo apenas hablaban. Aunque tuvieran técnica, que su espíritu de lucha no se reflejara en su juego se consideraba algo negativo. Eran pocos los que salían al campo constantemente con sus clubes, y entre ellos había quienes se pasaban prácticamente todo el tiempo en el banquillo de sus equipos.

Sin embargo, cerca de un tercio de los jugadores que integran el conjunto olímpico procede de la segunda división, empezando por Yajima Shinya, cuyo traspaso temporal del Urawa Red al Okayama, este último de segunda división, hizo posible su convocatoria con la selección. El conjunto, que va superando las dificultades, se está fortaleciendo con toda seguridad.

En Río, Japón forma parte de un grupo con equipos temibles: Nigeria, Colombia y Suecia. Si logra abrirse paso hasta la ronda final entre estos "equipos de la muerte", cabe una gran posibilidad de que opte a una medalla. Se espera que sus resultados sean mejores que los de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres 2012, en los que perdió el partido por la medalla de bronce y lamentablemente quedó en cuarto lugar.

Imagen de la cabecera: La selección sub-23 de Japón celebra la victoria contra el equipo de Corea del Sur y la consecuente clasificación para Río 2016, el 30 de enero de 2016 en Doha, Catar (©Jiji Press).

(Traducción al español del original en japonés)

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