El reto de los activistas antitabaco de cara a los Juegos Olímpicos

Sociedad Tokio 2020

Debido a su poderoso lobby protabaco, Japón cuenta con políticas antihumo muy retrasadas, comparadas con las de otros países. La recta final hacia los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020 en Tokio, no obstante, ofrece una excelente oportunidad para que los activistas presenten legislación efectiva que proteja a los no fumadores de los peligros del tabaquismo pasivo.

En julio de 2017 la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe sobre la epidemia global del tabaco y los progresos de los estados miembros de la organización, incluido Japón, en sus esfuerzos por combatirla. Japón, junto a otros 167 países, es país firmante del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT). Sin embargo, sus políticas sobre el tabaco van muy retrasadas con respecto a los estándares de dicho convenio. Actualmente Japón ostenta el último puesto en la clasificación mundial por sus políticas antihumo.

Como periodista británica, donde el tabaco fue estrictamente prohibido en todo espacio público hace diez años, aún me sorprende ver a la gente encendiendo sus cigarros en los bares, restaurantes y lugares de trabajo de Japón, algo que me trae malos recuerdos de espesas neblinas, el olor del humo del tabaco en el pelo y la ropa, y los ceniceros repletos de colillas. En Japón todavía se permite fumar en público en interiores, pese a que el porcentaje de fumadores es inferior al 20 % y a que las pruebas de los peligros del tabaquismo pasivo son apabullantes. Afganistán, Yemen y Pakistán están por encima de Japón en lo que a sus políticas antihumo se refiere.

¿2020, fecha límite?

Existe, no obstante, un rayo de esperanza en el horizonte bajo la forma de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020. Los activistas antitabaco han aprovechado este notorio evento como catalizador para mejorar las políticas sobre el tabaco de Japón. La idea es que el evento proporcione una fecha límite para que Japón presente una legislación adecuada contra el tabaquismo pasivo y ayude al país a subir al nivel de las naciones con actitudes modernas hacia ese problema.

El Comité Olímpico Internacional ha conminado a Japón a implementar estrictas restricciones legales para el tabaco en lugares públicos, como han venido haciendo otros países anfitriones de los Juegos en años recientes. En Tokio ha comenzado el debate, pero los avances han sido lentos. “Existe en la Dieta un lobby protabaco grande y poderoso, en su mayor parte en mi propio partido”, dice la legisladora del Partido Liberal Democrático Mihara Junko. “El PLD ha protegido históricamente los intereses de los cultivadores, manufactureros y vendedores de tabaco, así como los de los propietarios de bares y restaurantes, todos los cuales tienen intereses particulares en diluir la legislación propuesta o impedirla por completo. Pero el hecho es que aproximadamente 15.000 personas mueren cada año por tabaquismo pasivo. Al final, la salud de los individuos es lo que debería importar.”

A principios de 2017 el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar presentó un borrador de ley diseñado para prohibir el consumo de tabaco en lugares públicos, incluyendo lugares de trabajo, bares, y restaurantes. Pese a las pruebas que sugieren que la legislación sobre el tabaco solo es efectiva cuando se implementa en forma de políticas de control estrictas y totales, la propuesta del Ministerio de Salud excluía de la prohibición a los bares con un área de suelo de menos de 30 metros cuadrados. El lobby protabaco movilizó una fuerte oposición y logró que el umbral se ampliara hasta los 100 metros cuadrados. Bajo esta propuesta posterior, solo se habría requerido la ausencia de tabaco a un 5 % de los bares y un 14 % de los restaurantes. Finalmente el borrador se abandonó.

Se está preparando un nuevo borrador para presentarlo a la Dieta a principios de 2018. “El principio es el mismo que la última vez; es decir, prohibir el tabaco en lugares públicos interiores”, dice un burócrata veterano del Ministerio de Salud. “Somos conscientes de que la oposición protabaco sigue ahí. Preferirían un sistema mucho más permisivo por el que el dueño del bar o restaurante pudiera decidir libremente si quiere prohibir el tabaco en el local por completo, colocar carteles para fumadores y no fumadores, u ofrecer áreas separadas para ambos. Eso no es suficiente. Estamos considerando los detalles y esperamos poder vencer esta vez. El problema es que la fuerza del lobby protabaco sobrepasa con creces, proporcionalmente, a la población de fumadores. Existe un número desproporcionado de fumadores entre los miembros del PLD en la Dieta, sobre todo entre las personas mayores. Tenemos mucho trabajo por delante, para informar al público sobre los peligros del tabaquismo pasivo. Necesitamos más conferencias públicas, simposios y colaboraciones con expertos médicos, además de más cobertura en los medios”.

Educación más que legislación

¿Cómo ha terminado la industria del tabaco dominando el debate y ejerciendo tanto poder sobre la agenda del tabaco? La respuesta se esconde en el hecho de que el Ministerio de Finanzas posee el 33 % de las acciones de Japan Tobacco (JT), la tercera empresa de tabaco del mundo, y domina casi todos los aspectos de la política de tabaco en Japón. Compra todo el tabaco producido nacionalmente a un precio muy superior a las tarifas internacionales. Esto aplaca a los granjeros y mantiene al PLD contento, porque el valor de un voto rural en Japón es varias veces superior al de un voto urbano. Supervisa las licencias para máquinas expendedoras y para la venta de tabaco en mostrador. Define los porcentajes de impuestos, los precios de venta de los cigarrillos y las restricciones impuestas en la publicidad y el etiquetado de los paquetes de cigarros, así como en todos los otros aspectos de las políticas sobre el tabaco.

Otro obstáculo para el lobby antitabaco es la informalidad existente en la política japonesa, que ha permitido colocar el énfasis en la “educación al fumar” en lugar de colocarlo en los derechos de los no fumadores. Las empresas de tabaco han creado hábilmente “campañas de educación” para animar a los fumadores a que sean considerados con los no fumadores. Esto difunde un mensaje subliminal de compasión, pero está claro que, dado que la mala educación no puede ser multada, la buena educación es meramente opcional.

“El Gobierno japonés ignora los estándares de la OMS, pese a que Japón es país firmante del CMCT”, dice Sakuta Manabu, presidente de la Asociación Japonesa para el Control del Tabaco. “Las advertencias sobre la salud en los paquetes de cigarrillos no cumplen con los estándares del CMCT, y sigue sin haber advertencias con fotografías, aunque llevamos haciendo campaña en este sentido desde hace mucho tiempo. JT aún coloca anuncios en los medios, y esto significa que los medios son reacios a criticar la industria y hablar contra las políticas del tabaco. Existe también una interacción innecesaria entre la industria y el PLD. Las contribuciones de la industria del tabaco a las campañas políticas no están prohibidas ni son transparentes. El actual ministro de salud, Katō Katsunobu, es miembro del lobby protabaco en el PLD, y el ministro de finanzas, Asō Tarō, ha llegado a cuestionar las pruebas que muestran los efectos nocivos del tabaco en la salud”.

Parece haber un extraordinario nivel de rechazo entre las facciones protabaco, pero esto solo sirve para promocionar la causa de los activistas antitabaco, los cuales aceleran la marcha y empiezan a mantener el ritmo. “Tenemos que conseguir conciencia pública a escala masiva”, dice la legisladora Mihara, del PLD. “Tenemos que hacer mucho ruido. Estamos reclutando a famosos, atletas y demás para nuestra causa. Hay páginas web. Estamos recogiendo firmas. La voz de la mayoría silenciosa necesita ser escuchada con mucha más fuerza”.

La gobernadora de Tokio Koike Yuriko también se ha sumado al movimiento. El Gobierno Metropolitano de Tokio planea emitir una ordenanza en 2018 para prohibir el tabaco en lugares públicos interiores, con multas para quien incumpla las reglas. “Este movimiento antitabaco está ganando popularidad”, dice Sakuta. “Una gran mayoría de la población no fuma ni quiere sufrir tabaquismo pasivo. El ánimo de la gente se está poniendo en contra del tabaco, y esto terminará por tener un impacto político. Estamos esperando a que el primer ministro Abe Shinzō perciba el estado de ánimo y se dé cuenta de que tiene que apoyar la legislación antitabaco a tiempo para los Juegos Olímpicos de 2020”.

El tabaco dista mucho de haber desaparecido en Japón, pero los contendientes están en su lugar, armándose para la batalla.

(Traducido al español del original en inglés. Imagen del encabezado: Un hombre fuma en un restaurante de Tokio. © Jiji Press.)

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