¿Qué son los ‘snack’?

Cultura

En 2017 copubliqué, con financiación de la Fundación Cultural Suntory, un libro titulado Nihon no yoru no kōkyōkenSunakku kenkyū josetsu (La esfera pública de la noche en Japón: introducción a la investigación sobre los snack). Después de que saliera a la venta di conferencias en varios lugares para explicar qué son los snack. En este artículo voy a continuar con la línea de aquellas charlas para definir esos negocios y otros de talante similar pero que no son lo mismo.

Los snack (forma abreviada del término snack bar) son establecimientos en los que habitualmente una mujer, a la que se llama mama, se encarga de gestionar el negocio, servir las bebidas y atender a la clientela desde detrás de la barra. El precio por mesa incluye algo para picar, agua, soda y hielo. Beber en este tipo de locales suele costar alrededor de 3.000 yenes en cualquier parte de Japón.

Cuando un cliente entra en un snack y se sienta siempre se le sirve un pequeño aperitivo llamado otōshi, que varía según el establecimiento y puede ser desde algo preparado por la mama hasta algún alimento seco. Los clientes pueden comprar una botella de alcohol —whisky, shōchū, etc.— y tenerla reservada en el local hasta que se la terminan. Este sistema permite ir a tomar un trago siempre que se quiera pagando solo el precio de la mesa.

A diferencia de los kyabakura (abreviación de kyabarē kurabu, del inglés ‘cabaret club’), de los que hablaremos después, en los snack uno no puede elegir a la empleada que va a atenderlo. Es más, muchos snack son negocios pequeños en los que solo trabaja la mama del lugar. Son lugares a los que se va a pasarlo bien conversando con la dueña y los otros clientes o cantando en el karaoke.

Aunque no existe una descripción precisa de lo que constituye un snack, legalmente se clasifica, a grandes rasgos, como un negocio de restauración con horario nocturno que sirve alcohol, donde la atención al cliente se realiza cara a cara; a diferencia de otros tipos de establecimientos, las empleadas no suelen sentarse a la mesa con los clientes. La legislación principal que rige su actividad es la Ley de Control y Mejora de los Negocios de Ocio y Entretenimiento, que regula estrictamente el trato con el cliente.

El origen de los snack se sitúa en torno a la celebración de las Olimpiadas de Tokio 1964, aunque se desconoce exactamente cuándo y dónde surgió el primer local de este tipo. De los kyabakura, en cambio, se sabe con certeza que el negocio pionero fue New Gaga, que abrió junto a la salida este de la estación de Ikebukuro en mayo de 1982. La perspectiva de acoger un gran acontecimiento internacional en Japón impulsó una iniciativa para regular la industria del ocio, y se legisló la actividad nocturna de los establecimientos de bebidas alcohólicas. Los snack fueron la respuesta de los locales que servían alcohol para esquivar la nueva legislación: aprovechando que los negocios que servían comida sí podían abrir por la noche, decidieron reciclarse y ofrecer también “aperitivos” (snacks) junto con el alcohol, para seguir operando en horario nocturno.

Diferencias entre snack, bar, kyabakura y gāruzu bā

Cuando doy conferencias en las grandes ciudades me suelen preguntar sobre las diferencias entre los snack y los bares, los kyabakura y los gāruzu bā (‘girls’ bar’). En las localidades de provincias ese tipo de preguntas no surgen porque allí todos lo tienen claro.

La diferencia entre los snack y los bares es la jerarquía entre el alcohol y la conversación. En los bares el protagonista es el alcohol: los clientes acuden para saborear ciertas bebidas y, aunque puede que hablen con los camareros, es algo secundario. Además, aunque algunos bares también cobran precio de mesa, no suele superar los 1.000 yenes. En definitiva, a los bares se va a disfrutar del alcohol y a los snack, de la conversación.

Los gāruzu bā (del inglés ‘girls’ bar’) operan, al igual que los snack, bajo la categoría legal de “establecimientos de restauración con horario nocturno que sirven alcohol”. La gran diferencia que mantienen con los snack es que casi todo el personal de la barra son mujeres en la veintena. Por otro lado, no suelen estar regentados por una mama. Aunque las mama de los snack pueden hallarse en franjas de edad muy diversas, son claramente mayores que las empleadas de los gāruzu bā. La bebida se sirve en chupitos. Además del precio de entrada, los clientes pagan la bebida del personal, que representa un porcentaje elevado de las ventas del negocio. Como en los kyabakura —de los que hablaremos a continuación—, en estos establecimientos el componente sensual es un reclamo más potente que en los snack.

Los kyabakura legalmente difieren por completo de los snack, ya que requieren una licencia regulada por la Ley de Control y Mejora de los Negocios de Ocio y Entretenimiento que permite que el personal se siente a la mesa con los clientes, algo prohibido en los establecimientos de restauración con horario nocturno que sirven alcohol. Suele pagarse por tiempo y se aplican cargos por servicios adicionales como elegir a la empleada que va a atender la mesa. Se puede beber con barra libre o bien reservar botellas de precio elevado. En estos locales hay muchas mujeres, pero ninguna que desempeñe el papel de la mama en los snack.

Existen también establecimientos de lujo llamados kurabu (los de Ginza son especialmente conocidos), pero no nos detendremos a comentarlos para no extendernos en exceso.

La cultura del snack florece en provincias

En las ciudades de provincias abundan los establecimientos que llevan el cartel de snack y, sin embargo, en ellos el personal se sienta con los clientes. Se trata de locales que cuentan con la licencia correspondiente y se autodenominan snack, a pesar de que estrictamente hablando pertenecen a la categoría de raunji (‘lounge’). Estos raunji, en los que hay una mama pero no se puede elegir al personal, están a medio camino entre el kyabakura y el snack, acercándose más a esto segundo pero con un ambiente más suntuoso y con la posibilidad de sentarse a beber con el personal. Estos locales cubren la ausencia de kyabakura en ciudades de provincias que, a pesar de ser bastante grandes, carecen de ellos.

La cultura de los snack ha arraigado de forma especialmente profunda en las zonas rurales. En las grandes ciudades los snack se hallan en vías de extinción, pero en provincias siguen siendo lugares donde el viajero puede conectar con la comunidad local, y es allí donde se conserva esta modesta cultura nocturna de Japón.

Como atestigua la desaparición de otros tipos de establecimientos que existían antaño, como los gurando kyabarē (‘grand cabaret’) o los sapā kurabu (‘supper club’), el panorama de la noche japonesa se transforma inevitablemente. Aquello que desaparece termina cayendo en el olvido con el paso del tiempo. Por eso quiero dejar constancia, a mi modesta manera, de lo que son los snack, para cuando llegue el día en que hayamos olvidado lo que eran.

Fotografía del encabezado: Shianbashi Yokochō, una calle con locales nocturnos de la ciudad de Nagasaki. (Jiji)

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