El ‘mizushōbai’ explicado a los extranjeros

Cultura

El Golden Gai atrae al turismo internacional

El otro día me invitaron a una cena en Shinjuku con compañeros de la universidad. Hacía mucho que no iba al Golden Gai, y me sorprendió la cantidad de turistas extranjeros que ahora pululan por sus estrechas callejuelas. Hablando con el personal de uno de los locales, me enteré de que tienen muchos problemas con los visitantes de otros países porque no comprenden el concepto de cargo por servicio y otras reglas del barrio. No me extrañó lo más mínimo; explicar el funcionamiento de los locales nocturnos japoneses a los extranjeros me parece una tarea harto complicada.

En estos días los snack viven un modesto auge. Podríamos afirmar que está surgiendo una “nueva escuela” que los considera como comunidades sociales desde la perspectiva de la teoría económica, con un enfoque distinto al de aficionados a estos locales de toda la vida, como podría ser el humorista Tamabukuro Sujitarō. Como seguidor de la vieja escuela de los snack, quisiera reflexionar sobre cómo podríamos explicar a personas de otros países qué son estos establecimientos. Aunque lo común sería empezar por hablar del sistema de precios, por ejemplo, tal vez antes convenga aclarar qué es el mizushōbai (entretenimiento nocturno), sector al que pertenecen. No solo los extranjeros desconocen lo que es: los oficinistas japoneses que trabajan en la gran ciudad tampoco lo tienen claro. Por lo tanto, si logramos explicárselo bien a los extranjeros, con quienes no compartimos el contexto cultural, estaremos contribuyendo a difundir universalmente el mundo de los snack.

El iro y el iki: la sensualidad y la estética según Kuki Shūzō

En el resto del mundo los establecimientos de ocio nocturno donde trabajan mujeres se relacionan, casi sin excepciones, con la prostitución, pero en Japón no es así. Ignoro por qué solo en este país existe un extenso sector de negocios nocturnos con mujeres que se diferencia claramente de la prostitución (en realidad, también lo hay en Corea del Sur y otros países de Asia, pero nos abstendremos de explicarlo aquí por cuestiones de espacio).

En estudios recientes sobre los snacks se omite por completo el iro (sensualidad), que es sin duda alguna uno de los elementos principales de su idiosincrasia. Los snack tradicionales no son meras cafeterías ni centros cívicos. Para discutir esta cuestión tomaremos como referencia las ideas que desarrolla el filósofo Kuki Shūzō (1888-1941) en su obra Iki no kōzō (La estructura de la estética). Kuki, que estudió en Europa y se vio muy influido por el pensamiento de Bergson, Heidegger y Sartre, fue profesor de filosofía en la Universidad Imperial de Kioto. Su personalidad hedonista queda ilustrada con anécdotas como la de que todas las mañanas iba de su casa, en el barrio de Gion, a la universidad en jinrikisha (carro tirado por una persona). Su obra viene a definir el mizushōbai desde su amplia experiencia en los barrios rojos, que en cierto sentido constituyen la culminación de esta cultura.

Según Kuki, la “estética” (iki) de un burdel se estructura en tres capas: la coquetería (bitai), la resistencia (ikuji) y el refinamiento (akirame).

La coquetería se define como una “actitud bidimensional en que se compone una relación potencial entre uno y el sexo opuesto, planteando este segundo en oposición al propio ser unidimensional”. Dicho en otras palabras, se trata de establecer una relación (potencial) con el contrario sin hacer explícito si se va a consumar o no, seduciéndolo sin cruzar una cierta línea. Kuki hace hincapié en la necesidad de mantener la tensión sexual (no entregarse fácilmente) cuando dice “La coquetería consiste probablemente en fijar esa posibilidad dinámica y bidimensional entre ambos sexos solo como una posibilidad”.

La resistencia, que acompaña a la coquetería antes explicada, se define como una “voluntad firme de demostrar resistencia ante el sexo opuesto”. Podríamos afirmar que este elemento coincide con la hostilidad que incluye el actual concepto de tsundere (persona que demuestra una actitud inicial desapegada y hostil para luego revelarse como cálida y afeccionada). Se trata, en definitiva, de no mostrarse como alguien “fácil”.

La tercera capa corresponde a una sofisticación como la que destila una geisha veterana, que ha catado lo dulce y lo amargo de la vida. Kuki lo explica así: “La estética (iki) se capta realmente cuando una sonrisa sensual y ligera esconde discretos surcos de lágrimas derramadas por penas profundas”.

Explicarlo es caer en la vulgaridad

De lo que hemos expuesto arriba se desprende que Kuki concibe la estética (iki) como una “sensualidad (bitai) con tensión (ikuji) y sofisticación (akirame)”. El iki constituye una realidad peculiar que debe ser reconocida y comprendida de forma espontánea (Tada Michitarō). Se trata de una comprensión que surge de la iluminación.

Kuki intentó definir el iki como una realidad particular de un país insular del lejano oriente mediante el lenguaje universal de la filosofía europea de la época, pero se albergan serias dudas de que lo lograse. Donde queremos llegar con esta larga disquisición es a que la cuestión de que el mizushōbai se base en la sensualidad no se presta a la racionalización mediante la filosofía. Como se extrae de la obra de Kuki, la riqueza del iki (estética) yace en la concreción de la individualidad. Verbalizar qué es el mizushōbai o cuestionárselo con generalizaciones implica necesariamente caer en la vulgaridad y la rudeza.

Así pues, para explicar a los extranjeros qué es un snack, primero debemos aclararles qué es el mizushōbai, pero estas definiciones se presentan complicadas cuando hay que trasladarlas del japonés a otros idiomas. Se trata, en conclusión, de una realidad cuyos entresijos deben comprenderse de forma espontánea, como defendía Kuki.

Obras de referencia

  • Kuki Shūzō. Iki no kōzō (La estructura de la estética; Iwanami Bunko).
  • Yasuda Takeshi y Tada Michitarō. Iki no kōzō wo yomu (Leer “La estructura de la estética”; Chikuma Gakugei Bunko)
Fotografía del encabezado: La azafata de un snack de Tokio sirviendo a un cliente (Jiji)

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