¿Saldrán a flote los fabricantes japoneses de aparatos eléctricos?

Economía

Los resultados empresariales correspondientes a la primera mitad de 2011 dados a conocer por los principales fabricantes japoneses de aparatos eléctricos han sido muy preocupantes, con casos como el de Panasonic, que presentó pérdidas de 136.200 millones de yenes. Las previsiones para el conjunto del año fiscal tampoco son halagüeñas. Con un yen caro, una situación de estancamiento en el negocio de los televisores y otros factores adversos, ¿serán capaces estas empresas de recuperarse? Presentamos aquí el análisis de Ōkawara Katsuyuki, un hombre con más de 20 años de experiencia haciendo reportajes en el sector.

Los resultados consolidados correspondientes al primer semestre del año fiscal 2011 (de abril a septiembre) presentados por los principales fabricantes japoneses de aparatos eléctricos pusieron de relieve la grave situación que atraviesan todas estas empresas.

La facturación del conjunto de las ocho principales compañías del sector (Hitachi, Panasonic, Sony, Toshiba, Fujitsu, Mitsubishi, NEC y Sharp) marcó un descenso del 4,6% con respecto a igual periodo del ejercicio anterior, situándose en 21 billones 153.600 millones de yenes. Los beneficios de explotación, 484.900 millones de yenes, descendieron un 41,7%, dejando unas pérdidas netas de 80.500 millones. Esta es la cruda realidad de un sector que se encuentra ya en números rojos.

En cuanto a los resultados para todo el año fiscal 2011, que concluye en marzo de 2012, seis de las ocho empresas han revisado a la baja, apenas tres meses después, las previsiones emitidas al hacerse público el balance correspondiente al primer trimestre. En conjunto, se prevé que las ocho compañías muestren cifras peores a las del ejercicio pasado tanto en facturación como en beneficios de explotación y beneficios netos.

En el caso de Panasonic, el primer semestre ha dado un saldo negativo de 136.100 millones de yenes y la previsión anual para el año fiscal 2011, que era de superávit, ha sido revisada y calculada en un déficit de 420.000 millones de yenes.

Para encontrar en Panasonic déficits de más de 400.000 millones en ejercicios anuales hay que remontarse a 2001. Todavía se recuerda la gran operación quirúrgica a la que fue sometida la empresa, cuando se implementó la reforma estructural conocida como hakai to sōzō (destrucción y creación), mediante la cual quedó abolida la organización por divisiones y fue modificado también el sistema de ventas, creados ambos por su fundador, Matsushita Kōnosuke.

Sony también arrojó pérdidas netas en el primer semestre, por un total de 42.400 millones de yenes. Como en el caso de Panasonic, la previsión de obtener beneficios al final del ejercicio, ha sido revisada y ahora se habla de 90.000 millones en pérdidas.

Resultados de los ocho grandes fabricantes japoneses de aparatos eléctricos

Primera mitad del año fiscal 2011 (abril-septiembre)

 FacturaciónBeneficios de explotaciónResultados netos (tras impuestos)
Hitachi 4.572.700 170.600 50.900
Panasonic 4.005.100 47.500 -136.100
Sony 3.069.900 25.800 -42.400
Toshiba 2.912.400 80.200 22.600
Fujitsu 2.092.300 7.000 5.700
Mitsubishi 1.743.500 113.600 69.500
NEC 1.443.200 6.700 -10.900
Sharp 1.314.500 33.500 -39.800
Total 21.153.600 484.900 -80.500

(en millones de yenes, desechando cantidades inferiores a cien millones)

Previsión para el año fiscal 2011 (abril-marzo, 2012), a diciembre de 2011

 FacturaciónBeneficios de explotaciónResultados netos (tras impuestos)
Hitachi 9.500.000 400.000 200.000
Panasonic 8.300.000 130.000 -420.000
Sony 6.500.000 20.000 -90.000
Toshiba 7.000.000 300.000 140.000
Fujitsu 4.540.000 135.000 60.000
Mitsubishi 3.730.000 240.000 135.000
NEC 3.250.000 90.000 15.000
Sharp 2.800.000 85.000 6.000
Total 45.620.000 1.400.000 46.000

 

Impacto del alza del yen, el terremoto y la caída de los precios sobre el sector

Son varios los factores que contribuyen a empeorar los resultados empresariales de los grandes fabricantes de aparatos eléctricos. En primer lugar, se están viendo muy afectados por el alza del yen. La tasa entre el yen y el dólar norteamericano, que a inicios del año fiscal 2011 se suponía entre los 80 y los 85 yenes por dólar, se movió en realidad por debajo de los 80. El yen ha subido con respecto al resto de las monedas y esto ha dificultado grandemente los negocios.

En segundo lugar, el afán adquisitivo se ha desacelerado en todo el mundo. Además de la inestabilidad de la situación económica causada por la crisis de la deuda en Europa, en Estados Unidos no hay indicios de que vaya a recuperarse la demanda. Incluso en los países emergentes el índice de crecimiento tiende a ralentizarse. Y en Japón al influjo del gran terremoto con tsunami de marzo de 2011 se suma la gran caída en la demanda de televisores de pantalla plana como consecuencia de la finalización del proceso de cambio de la emisión analógica a la digital (con la excepción de Iwate, Miyagi y Fukushima, donde todavía no se ha completado). Para esta campaña de fin de año 2011-año nuevo 2012, se prevé un gran descenso, en torno al 60% o 70% con respecto a la anterior campaña, en las ventas en Japón de este tipo de televisor.

En el sector se considera ya un hecho que el mercado de los televisores de pantalla plana, que en el año fiscal 2010 alcanzó los veintiséis millones de unidades, no alcance en 2012 los diez millones. La temprana captación de la demanda está causando este bajón.

En vista del escaso crecimiento de la demanda de este tipo de televisores tanto en Japón como en Europa y Norteamérica, que marca la tónica mundial, Panasonic ha revisado a la baja su previsión de producción, de los veinticinco millones de unidades a los diecinueve millones. Sharp ha hecho lo mismo, rebajando los quince millones de unidades de su previsión a 13,5 millones. Sony ha ido más allá, rebajando los cuarenta millones de unidades de su previsión para el año fiscal 2012 a solo veinte millones, tratando ante todo de asegurarse beneficios.

El vicepresidente de Sony, Hirai Kazuo, junto a otros directivos de la firma, durante el anuncio del balance correspondiente al primer semestre de 2011, el pasado 2 de noviembre. El objetivo de ventas de televisores de pantalla plana fue rebajado de cuarenta a veinte millones de unidades. (Fotografía: Jiji Press)

En tercer lugar, los precios siguen una caída imparable. El descenso sigue su curso en un contexto mundial de un gran excedente en la producción de las pantallas utilizadas en este tipo de televisor. Además, los fabricantes surcoreanos están aprovechando bien la depreciación del won con respecto al dólar y ganando la batalla de los precios en el mercado estadounidense, mientras sus pares japoneses luchan en inferioridad de condiciones, afectadas por el alza del yen. También en el mercado de los ordenadores personales de Japón se está acelerando la bajada de precios, con la penetración de fabricantes extranjeros que ofrecen portátiles por debajo de los cuarenta mil yenes, lo cual obliga a los fabricantes nacionales a seguir la senda del abaratamiento.

Y otro importante elemento sería el reflejo en los balances del coste de las reformas estructurales llevadas a cabo en este ambiente de empeoramiento de los resultados empresariales.

En el campo de los televisores, los grandes fabricantes nacionales siguen sin poder salir de los números rojos. Panasonic, que disponía de cuatro grandes centros de producción para las pantallas de plasma, los ha concentrado en uno, y tendrá también un único centro de producción de pantallas de cristal líquido, frente a los dos que venía operando. Por su parte, Sharp ha decidido utilizar su planta de Kameyama, en la que venía produciendo pantallas de cristal líquido para televisores, para impulsar su producción de pantallas de pequeño y mediano tamaño de uso en teléfonos inteligentes.

Todas las empresas están revisando sus sistemas de trabajo, haciendo recortes en el personal, cerrando o unificando plantas y sirviéndose de bases de producción en el extranjero, sin excluir las ODM (Original Design Manufacturer), que son empresas que diseñan y producen artículos para ser comercializados bajo otras marcas. Los gastos que suponen todas estas reformas estructurales son enormes.

Se pone de relieve así la difícil situación que viven los fabricantes japoneses de aparatos eléctricos.

Planta productora de pantallas de plasma de la firma Panasonic en Amagasaki (prefectura de Hyōgo). Como consecuencia de la reforma estructural implementada en la división de televisores, han dejado de producir dos de las tres plantas de Panasonic situadas en esta ciudad, una medida que ha afectado también a la planta de Shanghai (China). (Fotografía: Sankei Shimbun).

 

¿Aprovecharán la ventaja obtenida en el campo de la television inteligente?

Sin embargo, no todo son negros presagios para los grandes fabricantes japoneses de aparatos eléctricos. En la producción de televisores, que se considera el principal factor que ha empeorado sus resultados, hay indicios esperanzadores.

Por ejemplo, con el cambio a la emisión digital, cuyo proceso puede considerarse concluido en Japón, con la única excepción de las tres prefecturas más afectadas por el terremoto con tsunami que asoló el este del país en marzo de 2011, prácticamente en todos los hogares hay un televisor digitalizado. Dicho de otra forma, se ha renovado la plataforma televisiva y ahora los fabricantes podrán utilizarla para ofrecer nuevos servicios y crear nuevos mercados actualmente inexistentes.

El 80% de los aparatos de la serie de televisores de pantalla de cristal líquido BRAVIA, de Sony, lleva incorporada de serie una terminal de conexión a Internet. En este momento el porcentaje de conexión a Internet mediante estos televisores es aproximadamente del 15%, pero se prevé que esta proporción se eleve al 30% para finales de marzo de 2012, y la firma ambiciona colocarla para el año fiscal 2015 en el 75%.

En un televisor conectado a Internet pueden visionarse todas las imágenes que se distribuyen por este medio y usar el resto de los servicios que se ofrecen en las redes. Ya es posible usar el sistema telefónico gratuito Skype o programar el televisor mientras el usuario está en otro lugar, mediante un teléfono inteligente. En el futuro el televisor actuará como terminal central de los sistemas de manejo energético para el hogar (HEMS, por sus siglas en inglés), lo cual nos permitirá controlar el uso de la electricidad, así como la producción doméstica y venta de energía eléctrica de origen solar, y se convertirá también en centro de control de la seguridad en nuestras casas, mediante cámaras conectadas a las puertas de entrada y otros sistemas.

Los televisores de esta nueva época se denominan televisores inteligentes, un mercado del que Japón, cuyos servicios de banda ancha se consideran los mejores del mundo, constituye la vanguardia. Y el mercado japonés tiene particularidades que dificultan mucho la penetración de fabricantes extranjeros de televisores. Si los fabricantes nacionales son capaces de adaptar sus estructuras productivas para ponerlas al servicio del televisor inteligente y obtener la pericia necesaria, quedarán en una posición muy favorable para afrontar el crecimiento que se espera para este mercado a nivel mundial.

Propuestas integrales propias de fabricantes que abarcan todo los campos

Otro aspecto en el que los grande fabricantes japoneses pueden aprovechar su superioridad es la gran amplitud de su oferta de productos.

En Japón abundan en el sector las empresas que, como Panasonic, Hitachi o Toshiba, fabrican todo tipo de electrodomésticos, desde los de tecnología digital o los de la línea blanca, hasta los que se usan en la tecnología energética, de control, de la información o de las redes, y que por tanto están en condiciones de hacer una propuesta global, integral, para coordinar todas esas tecnologías.

En Panasonic se aborda ya la casa, el edificio o la tienda en su conjunto. Un último paso, que ya se atisba en el horizonte, sería ampliar esa propuesta integradora a la escala de toda una ciudad.

Este es otro campo en el que los grandes fabricantes japoneses pueden demostrar su superioridad.

En la CEATEC, feria de muestras de electrodomésticos y tecnología de la información, los fabricantes de aparatos eléctricos expusieron su visión de la casa inteligente y de la ciudad inteligente. En el centro Makuhari Messe de Chiba, octubre de 2011. (Fotografía: Sankei Shimbun)

También juega a su favor el hecho de que son líderes mundiales en el desarrollo y producción de tecnología punta en numerosos campos.

En muchos casos, lo que aporta mayores beneficios a los fabricantes japoneses del sector eléctrico no son tanto los artículos finales como las piezas y los materiales. Como todo el mundo sabe, en la fabricación el fuerte de Japón no es tanto la producción en sí como la forma en que marca la diferencia mediante su tecnología punta, lograda a base de investigación y desarrollo. De hecho, pese a los anuncios públicos de revisión en la previsión de resultados que han hecho estas empresas, ni una sola de ellas ha recortado sus gastos en investigación y desarrollo. Esto indica que Japón sigue fuerte en el terreno de la técnica de fabricación.

La clave está en saber hasta qué punto son capacez de “agacharse”

La organización patronal japonesa Keidanren describe la situación que atraviesan las compañías japonesas como un séxtuple tormento, pues soportan al mismo tiempo el alza del yen, elevados impuestos corporativos, retrasos en la liberalización del comercio internacional, reglamentación laboral, medidas excesivas en el control de las emisiones de gases de efecto invernadero y las restricciones eléctricas que siguieron al último gran terremoto con tsunami.

Indudablemente la situación de la industria es difícil, y los ocho grandes fabricantes nacionales de aparatos eléctricos se debaten también bajo esos seis tormentos. Esto se ha visto reflejado en los balances del primer semestre de 2011 y en los sucesivos anuncios de revisiones en las perspectivas para el conjunto de ese año fiscal. Pero cabe pensar que una vez superado este bache los grandes fabricantes japoneses del sector queden fortalecidos.

Cambiando un poco el punto vista podríamos decir que la clave, para estos fabricantes, reside en comprobar hasta qué punto son capaces en este difícil periodo de “agacharse”. En tanto sean capaces de hacerlo, quedarán mejor situadas para el siguiente salto.

El presidente de Panasonic, Ōtsubo Fumio, lo ha expresado así: “La situación que atraviesa Panasonic es la misma a la que se refiere un adagio chino contenido en el libro Càigēntán: “Quien permanece agachado por largo tiempo se dispone a dar un gran salto”. Está en posición agachada, pero está preparando ya su siguiente salto. Veremos qué altura somos capaces de alcanzar cuando, en 2018, celebremos nuestro primer centenario. Los dos grandes impulsores serán el medio ambiente y la energía”.

Estas palabras podrían aplicarse perfectamente al conjunto de los grandes fabricantes japoneses del sector eléctrico.

El presidente de Panasonic, Ōtsubo Fumio, durante el anuncio oficial de la reforma estructural de la división de televisores, el 31 de octubre de 2011. Ōtsubo declaró que su empresa prevé pérdidas de 420.000 millones de yenes para el presente ejercicio, pero que, aunque “está en posición agachada, está preparando ya su siguiente salto”. (Fotografía: Sankei Shimbun)

(Traducido al español del original en japonés)

 

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