Cursos en línea masivos y abiertos: reflexiones sobre la formación virtual

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Los cursos en línea masivos y abiertos (MOOC, por sus siglas en inglés) están cobrando protagonismo en todo el mundo. La Universidad de Tokio empezó a impartir este tipo de cursos en 2013, pero ¿está logrando cumplir el ideal que promulgan los MOOC de "difundir ampliamente la educación superior entre el gran público"? Fujiwara Kiichi, profesor de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Tokio, nos expone su visión sobre este nuevo formato educativo.

Fujiwara Kiichi FUJIWARA Kiichi

Profesor de Derecho y Ciencias Políticas en la Escuela de Posgrado de la Universidad de Tokio. Especializado en política internacional y política del Sureste Asiático. Nacido en 1956. Inició estudios de posgrado en la Universidad de Tokio y estudió en la Escuela de Posgrado de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, con una beca Fulbright. Antes de ocupar su puesto actual, trabajó como investigador en el Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson y como profesor en la Universidad de Chiba, entre otros puestos. Entre sus publicaciones se cuentan Shinpen Heiwa no riarizumu (Realismo de la paz: nueva edición; Iwanami Gendai Bunko, 2010), Sensō o kioku suru: Hiroshima, horokōsuto to genzai (Recordar la guerra: Hiroshima, el Holocausto y la actualidad. Versión para Kindle. Kōdansha Gendai Shinsho, 2013) y Sensō no jōken (Las condiciones de la guerra; Shūeisha Shinsho, 2013).

La Universidad de Tokio empezó a impartir MOOC en 2013

En estos días los MOOC (cursos en línea masivos y abiertos) se están difundiendo de manera portentosa por todo el mundo. Coursera (California, EE. UU.), una plataforma representativa a través de la que se lanzan estos cursos, cuenta con la participación de universidades de fama mundial como Stanford, Yale y Columbia, y el número de alumnos inscritos ha sobrepasado los 7 millones desde que se estrenó en 2012.

Desde septiembre de 2013 la Universidad de Tokio también imparte cursos en inglés a través de Coursera. Los primeros cursos que se ofrecieron fueron el de física astronómica del profesor Murayama Hitoshi y Condiciones para la Guerra y la Paz, del profesor de Derecho y Ciencias Políticas Fujiwara Kiichi. Entre ambos cursos sumaron más de 80.000 alumnos procedentes de 150 países, de los cuales 5.400 recibieron el certificado de finalización. Preguntamos al profesor Fujiwara Kiichi, responsable de ese primer paso de la Universidad de Tokio en los cursos en línea, acerca del poder de difundir el conocimiento y las posibilidades que encierran los MOOC.

Cursos gratuitos y en inglés

ENTREVISTADOR Gracias a la introducción de los MOOC, se amplían las oportunidades educativas de aquellas personas que no han accedido a la educación superior. Háblenos del impacto que tienen los MOOC en el mundo.

FUJIWARA Una de las ventajas de los MOOC es que son gratuitos y que para acceder a ellos tan solo es necesario disponer de conexión a internet. Existen otros sistemas parecidos como Hōsō Daigaku (universidad televisada) en Japón y Open University (universidad abierta) en el Reino Unido. Los cursos universitarios de transmisión televisiva requieren ver y escuchar la televisión; en ese sentido el formato por internet ofrece una mayor libertad, ya que requiere menos condiciones para visualizar o escuchar los contenidos de los cursos.

La segunda característica de los MOOC es que se imparten en inglés. Como el inglés es generalmente la lengua común para la investigación académica, los MOOC presentan la ventaja de que incluso los estudiantes de países de habla no inglesa pueden acceder a los cursos, cosa que no sería posible si se impartiesen en japonés. Además, en los MOOC no se aplica el sistema corriente de los cursos universitarios, a los que solo puede accederse aprobando ciertos exámenes y pagando una cuota por la docencia.

Por contrapartida, en los MOOC el profesor no tiene ni idea de qué tipo de estudiantes van a participar en el curso hasta que se formalizan las inscripciones. Yo creía que la mayoría de los alumnos serían de Estados Unidos o Europa occidental, pero en realidad se apuntaron personas de países como India, Serbia o Siria. Para los alumnos de Siria fue especialmente difícil disponer de acceso a internet. Al ver el tablón de anuncios que se creó para el curso me di cuenta de la escala y la amplitud del alumnado.

Ofrecer a los estudiantes la oportunidad de "superar sus barreras"

ENTREVISTADOR Condiciones para la Guerra y la Paz fue el curso que eligió para impartir en Coursera desde octubre de 2013. ¿Por qué eligió el tema de la guerra?

FUJIWARA El de la guerra y la paz es un tema que no se presta a encontrar respuestas correctas. En Japón los medios de comunicación pintan el respeto de la Constitución y el pacifismo como un símbolo de locura, y da la impresión de que basta con rechazar estos dos principios para establecer una posición realista. Sin embargo, a nivel mundial la paz y la guerra siguen suscitando un encarnizado debate. Esto sucede porque en todas las partes del mundo la guerra forma parte del día a día, y está claro que la fuerza militar es indispensable para evitar los conflictos. Los ejércitos pueden traer la paz y también pueden destruirla: es la paradoja básica que entraña la fuerza militar. No hay otro tema capaz de engendrar un debate más prolífico.

En el tablón de anuncios del curso florecieron un gran número de discusiones animadas e interesantes. Por ejemplo, hubo quien rebatió la afirmación de que los conflictos son inevitables con ejemplos concretos. También surgió el argumento de que los países no tienen aliados permanentes, sino solo intereses permanentes. Asimismo se presentó la idea de que lo importante al analizar un conflicto, sea actual o histórico, es identificar a qué conclusiones se llegó con él.

Desde buen principio mi esperanza y objetivo para el curso era hacer que los alumnos pensasen por sí mismos y situarlos en una posición en la que se viesen obligados a dar con sus propias respuestas. Quería que les fuera difícil llegar a una conclusión sin superar primero sus propias barreras de pensamiento. Por eso elegí ese tema. Se trata de uno de los trucos que usamos los profesores todos los días en clase.

El futuro de los MOOC, sin castillos en el aire

ENTREVISTADOR Los MOOC nos permiten reafirmar el poder que surge del conocimiento. ¿Cree que ese poder puede utilizarse de forma efectiva en el futuro como medio para la resolución de conflictos?

Fotografía: Katō Takemi

FUJIWARA Creo que estaría bien que así fuera, pero me mantengo escéptico. Los MOOC se lanzaron con una importante limitación: que se idearon como una forma de promocionar las universidades ofreciendo algo gratuito. Es decir que las universidades no sacan ningún tipo de lucro con ellos y no tienen forma de recuperar el gasto que les invierten. Además, la cantidad de cursos que se ofrecen es limitada. Sobre la premisa de que los MOOC están destinados principalmente a la publicidad, las mejores universidades compiten por ofrecer los cursos más originales. Sin embargo, no hay que perder de vista que se trata de muestras gratuitas con período limitado.

Para la vicedirectora ejecutiva de la Universidad de Tokio Egawa Masako, iniciarse en las MOOC a la par con las mejores universidades del resto del mundo era una prioridad absoluta. Por supuesto, se trataba de una forma de promocionarnos. En mi opinión, las clases universitarias deben celebrarse con los profesores y los alumnos cara a cara, y no creo que las clases en línea deban sustituir a las clases tradicionales. Preveo que en adelante los MOOC se convertirán en un medio fijo para proporcionar los materiales educativos adicionales en la universidad. Si esto ocurre, los cursos en línea irán perdiendo la originalidad que presentan en la actualidad para convertirse en una plataforma con unos contenidos estándar que no importa quién los imparta. En ese sentido no albergo grandes ilusiones sobre el futuro de los MOOC.

Aun así, los MOOC son interesantes en la medida en que permiten impartir los conocimientos superando todas las fronteras de los niveles académicos, países, idiomas y etnias. Creo que no hay muchos sitios en los que se pueda enseñar sobre la guerra a personas de Siria, Turquía y Estados Unidos a la vez.

La apabullante participación femenina y las barreras de los MOOC

ENTREVISTADOR Se han apuntado varios puntos problemáticos sobre los MOOC, como que al impartirlos en inglés se limita el público al que se ofrecen, o que en China el acceso a YouTube está restringido. ¿Cree que el sistema educativo de Occidente y el de Asia son incompatibles?

FUJIWARA Preveo que en un futuro los MOOC se dividirán entre los MOOC universales y los MOOC locales. Los universales se impartirán en inglés y contarán con un sistema docente estandarizado hasta cierto punto, como pasa en Europa con el programa de intercambio Erasmus, en el que se está estandarizando la educación superior.

Por su parte, Japón se encuentra en el lado opuesto de Europa, en lo que podríamos considerar uno de los grupos más extremadamente locales. Dejando a un lado las ventajas y los inconvenientes de esta postura, en cualquier caso lo cierto es que la educación siempre alcanza un mayor impacto cuando se imparte en el idioma propio del país. Aun así, no creo que el problema en sí sea que las clases se ofrezcan en inglés; el idioma no es la única barrera.

A los MOOC se inscribe un gran número de mujeres, muchas de las cuales están interesadas en otros países y quieren dar un empujón a sus carreras realizando trabajos de alcance internacional. Ya que el mercado laboral no las favorece precisamente, las mujeres se ven obligadas a cambiar de entorno para buscar nuevas oportunidades. En el caso de Japón también se observa una mayoría de mujeres entre los alumnos. Los hombres que se inscriben en los cursos son principalmente jubilados, pero las mujeres que participan representan prácticamente todas las franjas de edad, y se nota que están muy motivadas. Así que esta es una de las barreras que existen en el entorno de los MOOC.

La profunda brecha entre lo universal (inglés) y lo local (resto de idiomas)

FUJIWARA Otro problema intrínseco de la docencia en inglés es que limita a los alumnos que pueden acceder a los estudios por el dominio de dicho idioma. La relación entre la educación universal que se imparte en inglés, característica de los MOOC, y la educación “vernácula” que se imparte en los idiomas propios de cada país es harto compleja y se presenta como el mayor problema por resolver en la actualidad. Por ejemplo, las escuelas que imparten los estudios en inglés no enseñan a las mujeres que deben cubrirse la cabeza con el chador, y sin embargo en las escuelas de los países islámicos se da por supuesto. Sería espantoso que la educación vernácula y la universal se separasen tanto que llegasen a convertirse en dos vías totalmente independientes.

A menos que le pongamos remedio, Japón va a tender a aislarse del resto del mundo. En este contexto en que el inglés predomina cada vez más en la educación y el academicismo universales, existe el peligro de que Japón tome la dirección opuesta hacia un academicismo local y exclusivista basado en la postura del “¿Qué sabrán los extranjeros sobre Japón?”. China es un ejemplo de este fenómeno de localismo extremo. El idioma es un factor que tiene un impacto muy fuerte.

Aunque se está dando una publicidad muy optimista a los MOOC, el choque entre lo universal y lo vernáculo es un problema que seguirá presente. Es decir que el academicismo cerrado que defiende que los únicos que pueden conocer la realidad de un país son los que son de allí persistirá. Eso me preocupa. Y no me refiero a algo exclusivo de los MOOC: se trata de un tema que, como profesor, veo como un gran problema en general.

(Entrevista realizada el 13 de mayo de 2014 por nippon.com con el profesor Fujiwara Kiichi en la Facultad de Derecho de la Universidad de Tokio)

Fotografía del titular: El profesor Fujiwara Kiichi imparte el curso Condiciones para la Guerra y la Paz en Coursera (octubre de 2013). Cortesía de la Universidad de Tokio.

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