Valorando el futuro del cine japonés

El vuelo del Dakota: 67 años de un vínculo entre japoneses y británicos

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En 2013, año en el que se han celebrado los 400 años de relaciones diplomáticas entre Japón y el Reino Unido, ha sido llevada al cine una historia apenas conocida que tuvo lugar al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Tobe! Dakota es un filme dirigido por Aburatani Seiji, en el que la actriz Higa Manami debuta como protagonista.

© comité de producción de Tobe! Dakota

La película cuenta la historia de los habitantes del pueblo de Takachimura, en la Isla de Sado (prefectura de Niigata), los cuales se unen para lograr que un avión militar de transporte, apodado “Dakota”, del Reino Unido, pueda regresar a su país tras haber sufrido un aterrizaje forzoso. Pero en realidad la historia habla de los vínculos que surgen entre los habitantes de la Isla de Sado y los militares británicos. La película tardó tres años en completarse, y durante ese tiempo hubo varios baches en el camino, pero se logró finalizar con la ayuda de cerca de 3.000 habitantes de la isla, que colaboraron como extras y en otras actividades de apoyo. Podríamos considerarla una película de los sadonmon (los habitantes de Sado), sin cuyo esfuerzo no se habría podido completar.

¿Pero por qué se lleva a la gran pantalla una historia como esta, a estas alturas?

El rescate de un avión militar británico, estilo sadonmon

© comité de producción de Tobe! Dakota

E1 14 de enero de 1946, tan solo cinco meses después del final de la Segunda Guerra Mundial, el Dakota, un avión militar británico de transporte, realizó un aterrizaje forzoso junto a Takachimura, una aldea de la Isla de Sado. Entre los habitantes, ante la inesperada aparición de una nave del que fuera uno de sus países enemigos, cundió el pánico y la confusión.

Sin embargo los habitantes de Sado, que desde la antigüedad estaban acostumbrados a que las autoridades imperiales desterraran a los delincuentes sentenciados, como los runin (criminales, en la época Edo) de la isla principal, siempre ayudaban a las personas con problemas fueran quienes fueran: eso es lo que los hace sadonmon. De modo que todo el pueblo decidió colaborar en el rescate del Dakota. Para evitar los daños por una salvaje tormenta a la que los lugareños daban el nombre de Nota, arrastraron el avión con redes de pesca, y durante cerca de cuarenta días construyeron una hosca pista de unos 500 metros con piedras diseminadas por la playa, logrando hacer que la nave despegara sin contratiempos.

En estos momentos aún viven cerca del lugar personas de setenta u ochenta años, que colaboraron en la construcción de aquella pista. Y aun así esta hermosa historia no ha visto la luz hasta ahora. ¿A qué se debe? Quizá la razón estribe en los extraños lazos que unían a los soldados japoneses que salieron de la isla hacia el frente, y el Dakota, en aquella época incierta y caótica, justo después del fin de la guerra.

El Dakota real, de impresionante estampa, encontrado en Tailandia

© comité de producción de Tobe! Dakota

El transporte británico que realizó el aterrizaje de emergencia (avión que habían apodado “Sister Ann”) había sido utilizado para el transporte de personalidades por el conde Louis Mountbatten, Comandante Supremo británico de las Fuerzas Aliadas en la región del Sudeste Asiático (SEAC, por sus siglas en inglés). Tras el fin de la Guerra, el conde, quien recibió el apodo de “Mountbatten de Birmania”, utilizó el aparato como avión especial.

Aunque en aquel aterrizaje forzoso dicho conde no se hallaba presente, sí que se contaba entre los pasajeros un cónsul general británico, de camino a una reunión de los aliados en Tokio. El aparato dio tres saltos sobre la playa y estuvo a punto de colisionar por detrás contra un arrecife cercano, pero finalmente logró salvarse gracias a un ancla.

El avión era un C-47, una versión modificada para el ejército de un DC-3, modelo de carga de Douglas Aircraft del que un ejemplar había aterrizado en la base aérea de Atsugi (prefectura de Kanagawa) con Douglas MacArthur, comandante en jefe de las tropas aliadas, a bordo. Durante la Gran Guerra realizó actividades de transporte en largas distancias. Y lo cierto es que la máquina sigue existiendo hoy día, como propiedad privada de un estadounidense, en el aeropuerto Avon Park del estado de Florida. Sin embargo, dado que se trata de una propiedad privada, no era posible usarla para el rodaje.

Por esa razón, el equipo de rodaje buscó otro aparato por todo el mundo, y finalmente localizó el Dakota en Tailandia; lo transportaron por piezas de vuelta a la Isla de Sado y realizaron todo el rodaje con él. Se trata de un aparato impresionante, con 20 metros de longitud, 30 de envergadura y 6 toneladas de peso. El Dakota, tras el rodaje de la película, se quedó en la playa de Sado, donde aún permanece.

La tragedia del frente de Burma, tema subyacente

Existen razones para que esta historia haya permanecido oculta durante más de sesenta años.

Según lo que cuenta Watanabe Keishi, de 32 años, coordinador encargado de la localización, y oriundo de Sado, “En el momento del aterrizaje forzoso la mayoría de las tropas japonesas todavía no habían recibido órdenes de regresar a sus hogares, y en la isla apenas quedaban ancianos, niños y mujeres”. Por eso se especula si quizá ya casi no quedaba quien transmitiera esta historia, y por eso permanecía oculta.

Watanabe razona otro motivo para el secreto: “Mucha gente murió en la guerra, y no fueron pocos los que regresaron a sus casas tras el incidente. Incluso hubo quienes vieron a sus subordinados morir en el campo de batalla. Aquella no era una época en la que pudieran hablar de esta historia tan fácilmente”, reflexiona.

En la película Kubota Masataka encarna a Kimura Ken’ichi, de la academia naval, el cual protagoniza una importante escena en la que, arrastrado por el odio, trata de prender fuego al Dakota. El motivo para su rabia no es otro que el hecho de haber recibido, al mismo tiempo se enteraba de que el Dakota venía con sus tripulantes británicos del frente en Burma, la noticia de que un amigo íntimo suyo había fallecido en acto de servicio, en ese mismo frente.

Watanabe, explicando detalles de la historia frente al Dakota (playa de Sobama, Isla de Sado)

Por otro lado, el gerente de la posada Hattori, donde los soldados británicos se hospedaron en Takachimura durante cerca de cuarenta días, también era el alcalde del pueblo. Manami Higa, actriz que encarna a la heroína basada en Morimoto Chiyoko, representa a una de las mujeres de la posada, Kajii Chiyoko. En la actualidad tiene 87 años, y goza de buena salud.

Sin embargo, según Watanabe, cuando pidieron en un principio la colaboración de los familiares de Kajii para rodar en la posada Hattori, les contestaron que el hijo mayor había causado la muerte de un subordinado en el campo de batalla, y no lograba superarlo. Aunque borrar los recuerdos de una guerra no es tarea fácil, al final terminaron por colaborar en gran medida.

Una persona relacionada con el proyecto nos contó que uno de los motivos que hicieron que la historia viera la luz fue el hecho de que el hijo de uno de los miembros del equipo estadounidense encargado de hacer que el Dakota despegara sin problemas visitó la isla, y contó que su padre había muerto diciendo que quería volver a Sado una vez más, donde tan bien lo habían tratado.

Imitaciones de piedras hechas con periódicos viejos

Piedras hechas con papel de periódico. Son las que se usaron en la película.

La película se rodó desde febrero de 2012 hasa enero de 2013 en la Isla de Sado, aunque el rodaje no estuvo exento de complicaciones. Contaba con un presupuesto de 200 millones de yenes. Aprovisionarse únicamente con productos de la isla era difícil, y para poder mantenerse dentro del presupuesto el equipo se esforzó por conseguir los artículos y el vestuario que se usaba en la época. Además hicieron tratos con los comerciantes del lugar para lograr precios reducidos. Está claro que se ajustaron el cinturón.

En especial, a la hora de preparar las piedras que se usarían en la pista de la playa para que despegara el avión, dado que no se podían usar las piedras de playas cercanas porque casi todo el territorio es parque nacional, la productora juzgó un gasto extremo el traslado de piedras reales desde la isla principal; de modo que pidieron a los lugareños que colaboraran mezclando periódicos viejos con barro y dándoles forma de piedras. Su objetivo era lograr 15.000 unidades. Aunque todos colaboraron, desde los niños de preescolar hasta las mujeres del pueblo, secar todas aquellas bolas de periódico mojado se presentaba como una tarea imposible. Según Watanabe, “Tras varias series de ensayo y error, terminamos por pedir prestada una secadora de hongos shiitake de una granja del lugar, conseguimos secar las piedras como pudimos y nos dio tiempo a tenerlas listas para el rodaje.”

No obstante, a pesar de haber logrado colocar las imitaciones de piedras en su lugar, en la playa, el mal tiempo hizo que las olas las arrastraran. “Los que habían participado en la construcción de las piedras nos preguntaron ‘¿Qué tal ha ido?’, pero no nos vimos capaces de confesar que se las había llevado el agua. Todo el equipo colaboró para rescatar algunas de las piedras arrastradas, y rodamos lo que pudimos con las que quedaban”, dice Watanabe.

El Dakota vuela por una nueva relación entre Reino Unido y Japón

© comité de producción de Tobe! Dakota

La escena del despegue del Dakota, el clímax de la película, reunió cerca de trescientos extras de dentro y fuera de la isla, para hacer de habitantes del pueblo. El número total de colaboradores en la película, contando tanto a los que hicieron las piedras como a los extras y otros ayudantes, ascendió a 3.000 personas. Se podría decir que la cinta es el resultado del esfuerzo de toda la isla, que con ella los habitantes de Sado encontraron su coraje. Los miembros del equipo reconocen que, al igual que en el caso del aterrizaje de emergencia del Dakota, “De no haber sido por el aporte de estas mujeres y abuelas anónimas la película no se habría podido realizar.” Por supuesto, los medios locales, con la ayuda del presidente Takahashi Michiei, de Niigata Nippō, convirtieron el evento en un adorno espléndido para marcar los 400 años de relaciones entre Japón y Reino Unido.

Takachimura, el pueblo real en el que ocurrió la historia, era también el escenario de Yūzuru (grulla nocturna), obra de Kinoshita Junji que fue después adaptada al teatro. Dado que existía tal obra, se dice que en un principio la película iba a llevar por título Maiorita yūzuru wa, ika ni shite tobitatteitta ka (“De cómo la grulla alzó el vuelo tras haber caído”).

El equipo artístico del “documental del milagro”, empezando por la mismísima protagonista, Higa, y continuando con Emoto Akira en el papel de alcalde, Bengal (Yanagihara Haruo), o Yoshimoto Miyoko, componen un reparto de ricas personalidades. La película Tobe! Dakota extiende sus alas para afianzar los lazos que unen a Japón y el Reino Unido, más allá del amor y el odio que puedan suscitar las guerras.

Idea, composición y redacción: Harano Jōji (portavoz de la junta de directores de Nippon.com)
Imagen de portada: © comité de producción de Tobe! Dakota

(Traducido al español del original en japonés.)

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