El matrimonio en el Japón actual

Visiones anticuadas que dificultan el matrimonio

Sociedad

En Japón existen servicios muy diversos para ayudar a las personas que desean casarse pero no hallan pareja. Un buen ejemplo son las agencias matrimoniales, que entrevistan personalmente a los interesados para buscarles un compañero compatible y luego les guían en el proceso desde el inicio del noviazgo hasta la boda. Uekusa Miyuki, una experta consejera matrimonial que regenta la agencia tokiota Marry Me, nos habla de su misión y de la situación del matrimonio en el país del sol naciente.

Uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres: esa es la proporción de solteros en la población de entre 30 y 34 años en Japón. Una encuesta efectuada en 2015 y publicada en el Libro blanco de medidas para contrarrestar la baja natalidad de 2018, de la Oficina de Gabinete, reveló que un 47,1 % de los hombres y un 34,6 % de las mujeres en dicha franja de edad no estaban casados. En el tramo de 35 a 39 años, la relación de solteros era del 35 % (uno de cada tres) de los hombres y del 23,9 % (una de cada cuatro) de las mujeres.

Entre la población soltera, un 70 % de los hombres y un 60 % de las mujeres no mantienen ninguna relación de pareja. En la encuesta sobre tendencias de natalidad realizada en 2015 por el Instituto Nacional de Investigación de la Población y la Seguridad Social, dirigida a solteros de entre 18 y 34 años, un 69,8 % de los hombres (en la encuesta de 2010, era el 61,4 %) y un 59,1 % de las mujeres (49,5 % en 2010) dijo no estar saliendo con nadie. La mitad de las personas sin pareja (30,2 % de hombres y 25,9 % de mujeres) declararon que no deseaban tenerla.

Uekusa Miyuki, de la agencia matrimonial Marry Me, explica la situación del modo siguiente:

“Entre nuestros clientes abundan los hombres y mujeres que viven cómodamente en casa de sus padres y, sin darse ni cuenta, se plantan en los treinta y tantos. Por otro lado, cada vez son más las mujeres que trabajan. En generaciones anteriores, las mujeres empezaban a trabajar con la esperanza de conocer a un hombre que las cortejara y formar familia con él lo antes posible. Hoy en día, en cambio, muchas tienen un nivel alto de estudios y es en la treintena cuando empiezan a ascender y sentirse realizadas profesionalmente. Lo pasan bien saliendo a cenar y charlar con las amigas, con quienes se sienten acompañadas. No tienen necesidad de salir con hombres y casarse. De ahí que, cuando empiezan a pensar en contraer matrimonio, no tengan con quién; además, cuentan con poca experiencia amorosa. Nuestros seminarios sobre relaciones para mujeres, que empiezan por enseñarles a comunicarse con los hombres, tienen mucho éxito”.

Uekusa Miyuki

Por qué terminan queriendo casarse a pesar de todo

¿Por qué unos solteros que ni siquiera tenían en mente el tema del matrimonio sienten que ha llegado la hora de casarse cuando rondan los 35 años? Alguna ventaja deben de ver en el matrimonio, si están dispuestos incluso a acudir a una agencia matrimonial.

“No hay casi ninguna mujer que diga que desea casarse para tener a un hombre que la proteja y la quiera; en la mayoría de los casos, es porque se sienten inferiores cuando ven que los de su entorno ya lo han hecho o porque quieren hijos. También las hay que quieren un esposo porque no pueden mantenerse solo con su empleo irregular o por horas. Sin embargo, también las mujeres con ingresos suficientes sienten miedo ante la duda de cómo les irá la vida en un futuro, qué harán cuando sus padres sean ancianos y necesiten cuidados o si podrán seguir trabajando como ahora los veintitantos años que les quedan hasta la jubilación”, comenta Uekusa.

Así pues, la cuestión económica no es el único factor que impulsa a los solteros a querer casarse: “Hoy en día se dice que uno de cada dos japoneses sufrirá cáncer en algún momento de su vida. La salud también es una fuente de preocupación. Las parejas pueden contar con dos fuentes de ingresos y apoyarse mutuamente, lo que les proporciona estabilidad. En nuestra agencia asesoramos a los clientes partiendo de este tipo de planteamientos para que empiecen por planear bien su futuro”.

¿Las parejas en que la mujer gana más que el hombre son “matrimonios fallidos”?

Dinero y salud: podrán parecer motivos poco románticos para casarse, pero son los principales. La larga vida que se tiene por delante se enfoca con más tranquilidad si se cuenta con un compañero. Uno podría concluir que, solo con poner en contacto a hombres y mujeres que comparten esta visión de futuro y desean casarse, ha de ser fácil que se formen parejas cuya relación funcione, pero ahí es donde aflora un grave problema: el ideal de marido que albergan las mujeres dista mucho de la realidad de los solteros disponibles.

Así lo cuenta Uekusa: “Hay muchas mujeres solteras con un nivel elevado de ingresos; en contrapartida, la mayoría de los hombres que desean casarse y no pueden tampoco gozan de ingresos generosos. Este hecho en sí no supondría ningún problema, si no fuera porque los solteros actuales se criaron con padres de otra época que les inculcaron una serie de exigencias carentes de base, como que el hombre tiene que ganar mucho dinero, siendo lo ideal un sueldo el 50 % más alto que el de la mujer. Por eso casarse con un hombre de ingresos bajos se considera una derrota o una vergüenza de cara a la sociedad. Mantener esta visión anticuada del matrimonio solo puede llevar a un creciente número de solteros en el futuro. Si la mayoría de las solteras son capaces de mantenerse sin depender de ningún hombre, no debería de importarles mucho el sueldo de su futuro cónyuge. Una clienta que ganaba 7 millones de yenes anuales quería poner como condición para su potencial pareja unos ingresos de al menos 12 millones, por lo que le hice replantearse si era realmente necesario”.

Uekusa explica que cada vez hay más hombres que desvelan su preocupación por la estabilidad económica indicando que desean que sus parejas sigan trabajando incluso después de ser madres. Para ello, obviamente, es necesario que las tareas del hogar se repartan entre ambos cónyuges. Así que hay que revisar la visión anticuada de que la casa es responsabilidad de la mujer. La agencia aconseja a los hombres que se preparan para casarse que aprendan a cocinar.

Aunque logremos cambiar la mentalidad de los que aspiran a casarse, es difícil reformar la visión de la generación de sus padres. En la agencia hay una relación al mes que fracasa porque la madre de ella exige al futuro yerno las tres condiciones que estaban de moda en tiempos de la burbuja económica (tener buenos estudios, ganar mucho dinero y ser alto) o dedicarse a una cierta profesión. La cosmovisión de las generaciones anteriores permanece profundamente arraigada, resistiendo a los cambios de la nueva era. “Si logramos que abunden más los matrimonios en que la mujer gana más que el hombre pero ambos se respetan, seguro que la tasa de solteros disminuirá”, sentencia Uekusa.

¿Da mejor impresión estar divorciado que soltero?

Aunque pueda parecer sorprendente, estar divorciado no se considera tan desventajoso como antes para ninguno de los dos sexos. “Claro que hay personas de la generación de los padres que tienen una imagen negativa de los divorciados, pero en la generación de los hijos cada vez son más los que consideran que la experiencia de la convivencia en matrimonios anteriores aporta a los divorciados más madurez como personas y una mayor flexibilidad que en el caso de los que nunca han estado casados. Además, mientras que los que se casan por primera vez tienden a idealizar el matrimonio, los que han pasado por un divorcio suelen ser más realistas en cuanto a lo que esperan de la otra persona, por lo que cuando empiezan a buscar pareja tardan menos en casarse que los otros”, explica Uekusa.

¿Los divorciados con hijos también lo tienen más fácil ahora? “Siguen teniéndolo bastante complicado, aunque no tanto como antes. He atendido a varias parejas con hijos de matrimonios anteriores, y lo cierto es que la mayoría de los hombres japoneses valoran mucho el vínculo biológico y quieren tener hijos propios. Independientemente de si ya tienen hijos cuando vuelven a casarse o no, la avanzada edad en que contraen matrimonio hace que bastantes parejas se queden sin poder engendrar descendencia. En esos casos, les sugiero que consideren la adopción de niños huérfanos, pero hasta ahora nadie lo ha sopesado seriamente. Solo hubo una mujer estadounidense en la cuarentena que se declaró dispuesta a adoptar si el futuro marido estaba de acuerdo; en su país la adopción es algo mucho más común que aquí”, aclara Uekusa.

Vivir en una época complicada en la que cuesta casarse

Cuánto aportará cada uno al mes para cubrir los gastos, cómo se repartirán las tareas domésticas, si se desean hijos o no y qué se haría en el caso de no poder tenerlos son cuestiones que pueden crear conflictos una vez casados, y por eso Uekusa insiste en que deben hablarse en profundidad antes de formalizar la unión. Poder hablar sin tapujos de temas tan delicados, con la mediación de una tercera persona, y decidir si uno quiere casarse o no contando con la visión del otro es una de las ventajas que ofrecen las agencias matrimoniales. Marry Me logra formar entre 100 y 150 parejas al año.

“Después del estallido de la burbuja económica japonesa y de la crisis financiera mundial de 2008, la sociedad y el sistema de valores de las personas han cambiado mucho. Creo que la coexistencia de formas de pensar muy distintas entre la población, empezando por la generación ahora anciana, hace que los jóvenes sientan que les ha tocado vivir en una época complicada en la que cuesta casarse”, declara Uekusa.

Si Japón quiere frenar el aumento del número de personas que no se casan, deberá replantearse desde la base cuestiones como por qué necesitan casarse en la era actual y qué esperan del matrimonio los jóvenes de hoy en día.

Reportaje y texto: Anraku Yukiko
Fotografía: Imamura Takuma
Planificación y edición: Editorial de Power News

Fotografía del encabezado: Una pareja vestida con los trajes tradicionales de boda japoneses. (Fast&Slow/PIXTA)

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