El matrimonio en el Japón actual

Los servicios de contactos allanan el camino para casarse

Sociedad

En estos tiempos, muchas parejas casadas dicen haberse conocido por internet, a través de una aplicación de contactos. Hablamos con la empresa que gestiona Pairs —una de las plataformas para buscar pareja más potentes de Japón—, y entrevistamos a un par de matrimonios de usuarios para que nos contaran en qué consisten los servicios, cómo se conectan las parejas y qué proceso se sigue hasta formalizar la unión.

Una comprobación concienzuda para vetar el acceso a personas de dudosas intenciones

En esta época en que buscar pareja para casarse por internet se ha convertido en algo de lo más común, todavía hay personas a quienes dicho método inspira cierto escepticismo o recelo. Con todo, el número de usuarios registrados a este tipo de servicios demuestra que su uso está mucho más normalizado que antes. Nacido en 2012, Pairs es, con ocho millones de usuarios registrados, uno de los principales servicios de contactos de Japón. Omiai y With son dos ejemplos más de este tipo de plataformas.

Pantalla de inicio (izquierda) y pantalla de acceso (derecha) de la aplicación de contactos Pairs. (Fotografía: Eureka)

Antes de nada, conviene definir en qué se diferencian los servicios de contactos de los sitios web de citas que los precedieron. La ley aprobada en 2003 para evitar que los sitios web de citas se utilizasen con fines ilegales como la prostitución de menores no logró frenar la ocurrencia de chantajes, robos y violaciones a estudiantes de secundaria y bachillerato, por lo que hubo que reforzar sus provisiones en 2008.

Tayama Keiko, relaciones públicas de Eureka, la empresa que desarrolla y gestiona Pairs, explica así la diferencia entre su aplicación y los sitios de citas: “En los servicios de citas, además de que se cobra por mensaje enviado y el coste de uso aumenta exponencialmente, hay cuentas falsas creadas por las propias empresas que los llevan. En Pairs, en cambio, las mujeres pueden usar el servicio sin costes y los hombres, con una cuota mínima de 3.480 yenes al mes (varía según el método de pago y el plan seleccionados). Registrarse es gratuito, pero se comprueba la identidad de los usuarios para evitar el registro de menores de 18 años. Por supuesto, no existen las cuentas falsas. Nuestros usuarios son personas que buscan una relación seria con la finalidad de casarse”.

La proporción de personas mayores de 18 años sin pareja que se registran en servicios de contactos es del 44 % en Estados Unidos, del 52 % en Reino Unido, del 58 % en Francia y del 60 % en Alemania (datos de un estudio realizado por la empresa estadounidense Match Group en 2017). Según Tayama, “Aunque en Japón el uso todavía no está tan extendido como en Occidente por los problemas que surgieron con los servicios de citas, en Pairs nos consta haber facilitado más de 150.000 noviazgos y matrimonios hasta la fecha”.

Para enviar mensajes con Pairs, los usuarios deben acreditar su edad mediante un documento de identidad. La empresa cuenta con una plantilla de cuarenta trabajadores que realizan comprobaciones, controles y atención de consultas las veinticuatro horas del día, todos los días del año. Asimismo se sirve de herramientas como un sistema de inteligencia artificial que aprende de las interacciones de los usuarios, para detectar y bloquear el uso de imágenes y mensajes inapropiados.

Encontrar personas compatibles a partir de una extensa base de datos de usuarios

Además de la edad, el lugar de residencia, la estatura, la profesión y los ingresos anuales, en el perfil de usuario pueden incluirse una amplia gama de datos, como si se tiene intención de casarse, si se desean hijos o no, cómo se quieren distribuir las tareas domésticas y del cuidado de los niños en el futuro o quién va a pagar en la primera cita (si invitará el hombre o si se pagará a medias). Es posible dejar estos datos en blanco en el formulario pero, al tratarse de temas que pueden generar controversia y resultan incómodos de hablar cara a cara, resulta práctico conocerlos antes de embarcarse en un noviazgo con miras al matrimonio.

Pantalla de perfil de Pairs. (Fotografía: Eureka)

La aplicación dispone de una función de “comunidades” en que los usuarios pueden crear sus propios grupos para hallar personas que compartan sus intereses o aficiones. Pairs cuenta ya con más de 100.000 comunidades, unas con temas corrientes como “Aficionados a los viajes” y “Amantes de la música”, y otras con temas que versan sobre los hábitos o el carácter de los usuarios, como “Bebo y fumo”, “Valoro mucho el tiempo a solas” o “Busco personas que quieran charlar pasadas las 12 de la noche”.

“Para que dos usuarios puedan iniciar una conversación por mensaje, primero uno de ellos debe mandar un ‘Me gusta’ al perfil del otro y este segundo debe responderle. Al entrevistar a usuarios de Pairs que hallaron cónyuge mediante nuestra aplicación, descubrimos que en muchos casos fue la mujer quien envió el ‘Me gusta’ inicial. Nuestro objetivo es facilitar tanto a mujeres como a hombres la posibilidad de elegir su camino vital siendo ellos mismos”, explica Tayama.

¿Qué opinan los usuarios? Entrevistamos a dos parejas casadas que se conocieron a través de Pairs.

“Me decían que era imposible encontrar a mi hombre ideal”

La primera pareja a la que entrevistamos se conoció en junio de 2014, empezó a salir en julio del mismo año y se casó en julio del año siguiente. Él tiene ahora 31 años y ella, 39. Tienen un hijo de año y medio. El marido, que se registró en la aplicación sin tomárselo muy en serio, tras ver un anuncio en internet, contactó con veinte mujeres y salió con más de cinco de ellas.

El proceso para citarse con una persona a través de Pairs es el siguiente: un usuario manda un “Me gusta” al perfil de otro, recibe su respuesta en las siguientes veinticuatro horas, se mandan cinco mensajes cada uno a través de la plataforma, pasan a hablar por la aplicación de mensajería LINE y, a los tres días, ya pueden quedar. Hay quien tiene una cita por la mañana con un usuario y por la tarde con otro, pero eso no es motivo de conflicto porque se comprende que todos están en el proceso de buscar pareja.

La esposa de este matrimonio trabajaba en una oficina con personal predominantemente femenino, y no tenía oportunidades de conocer hombres: “Le conté a una amiga que mi ideal de pareja era alguien amable, fiel, viril, decidido, amante de la música, que tocase un instrumento, que le gustase viajar y que supiera inglés, y ella me dijo que era imposible encontrar a alguien así”. Cuando empezaba a pensar que tal vez nunca lograría casarse, se enteró de que una compañera del trabajo muy formal había encontrado marido por internet, y decidió registrarse en Omiai y en Pairs. Fue así como encontró a su hombre ideal.

Utilizando los servicios de ambas empresas simultáneamente, quedó con un total de tres hombres. Al preguntarle si tuvo algún susto en el proceso de buscar pareja, confiesa que uno de los hombres con los que contactó decía ser soltero en su perfil, pero descubrió que estaba divorciado a través de su blog personal. Este, no obstante, no es un problema exclusivo de los contactos por internet, ya que también puede darse al conocer a alguien en una fiesta o en el trabajo.

“Como yo encontré a mi marido a través de Pairs, recomendé la aplicación a mis amigas solteras y dos de ellas también terminaron casándose y otra se ha prometido gracias a sus servicios”, declara. Al parecer, el único inconveniente de hallar marido por esa vía fue la dificultad de revelar a sus padres cómo se conocieron y la necesidad de disimularlo con explicaciones ambiguas.

(Fotografía: Eureka)

Si dos personas no congenian, pasan página sin más

“Trabajaba con muchas mujeres: precisamente por eso recurrí a internet”, declara el marido del segundo matrimonio al que entrevistamos, de 31 años. Y añade: “Las relaciones amorosas en el trabajo traen muchas complicaciones, así que me interesaba conocer a alguien fuera de mi empresa. Probé a asistir a varios machikon (fiestas de barrio para buscar pareja) y gōkon (fiestas privadas para buscar pareja) pero, además de que el número de personas que puedes conocer en cada ocasión es limitado, si el organizador es amigo tuyo, te sientes algo cohibido”. Por el contrario, en Pairs hay mucha gente registrada y, gracias a las comunidades, se puede buscar pareja de forma eficiente. No solo es posible encontrar a personas con las mismas aficiones, sino descartar a las que no encajan con uno, como en mi caso serían las comunidades de mujeres que buscan hombres altos”.

El marido de este segundo matrimonio se mensajeó por LINE con entre 30 y 40 mujeres, conoció en persona a entre 15 y 20, salió con tres y se casó con una de ellas, de 30 años. La esposa, a diferencia de él, no tenía oportunidades de conocer hombres en el trabajo: “Pasé un año participando en machikon y gōkon para buscar pareja, pero no la encontré. Como tenía la intención de casarme antes de cumplir los treinta, no quería perder el tiempo. Al principio me daba reparo recurrir a servicios de contactos, pero al ver que mis amigas los usaban decidí probarlos como una herramienta de búsqueda más”.

La esposa de este segundo matrimonio se registró en Pairs en enero de 2017. El único hombre con quien quedó antes de conocer al que se convertiría en su marido no tenía intenciones de casarse, por lo que cortó el contacto con él enseguida. En febrero conoció al marido y, después de la tercera cita, iniciaron el noviazgo. En total, solo utilizó Pairs durante dos meses: “Fue un proceso breve pero intensivo. Fui yo la primera en mandar el ‘Me gusta’. Pensé que si ponía una foto de perfil en que saliera guapa me llegarían muchos ‘Me gusta’, pero no lo hice para no decepcionar al quedar en persona y porque me iba a costar más elegir si recibía demasiadas solicitudes de contacto. No estaba dispuesta a arriesgarme a quedar con ningún hombre que me propusiera vernos demasiado pronto. Mi marido me demostró su constancia porque me estuvo escribiendo durante un mes antes de quedar”.

La pareja no se entretuvo en detalles accesorios, pero sí dedicó todo el tiempo necesario a ponerse de acuerdo en los puntos importantes. En abril de 2017, después de un mes de noviazgo, empezaron a convivir con la intención de casarse. Se presentaron a los padres de ambos explicando tan solo que se habían conocido “buscando pareja para casarse”. Se prometieron en julio del mismo año y se casaron en enero del siguiente. Al igual que en el caso del primer matrimonio, fue un proceso acelerado hasta el altar que duró solo un año. Las cosas se desarrollaron con agilidad porque ambos tenían claro desde el principio que el objetivo era casarse.

“Soy del tipo de personas que se aburren cuando en una fiesta todo el mundo está animado, así que si nos hubiéramos conocido en un evento para encontrar pareja, seguramente mi marido no se habría interesado en mí. En Pairs, en cambio, te ves a solas con la otra persona y así puedes sacar lo mejor de ti. También resulta muy práctico poder ignorar los mensajes de gente que no te interesa y cortar la comunicación con ellos. Y, como contactas con gente a la que no conoces de nada, tampoco te sabe mal si no responden a tus mensajes; simplemente pasas página”, explica la esposa.

Son personas que jamás se hubieran conocido y, sin embargo, terminaron juntas. Puede que para ellas el Dios del Matrimonio fuera esa aplicación de contactos, pero no todo el mundo consigue encontrar a su media naranja con este sistema. En su entorno hay personas a las que no les funcionó y decidieron ponerse en manos de agencias matrimoniales. Hoy en día, para que el Dios del Matrimonio cumpla con su misión, es necesario desenvolverse bien en internet, demostrar capacidad de comunicarse y persistir en la interacción con muchas personas a la vez, y tener la voluntad de elegir por uno mismo a la persona con quien se desea compartir el resto de la vida.

Reportaje y texto: Anraku Yukiko
Planificación y edición: Editorial de Power News

Fotografía del encabezado: Fast&Slow/PIXTA

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