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El vino de Chile aumenta su presencia en Japón y el cava compite con el champán

Economía

Antiguamente los japoneses asociaban el vino con una imagen de lujo, y solo lo bebían en ocasiones especiales. Hoy, en cambio, es posible comprar vino por menos de 1.000 yenes en las tiendas de 24 horas, y su consumo es más habitual. El Acuerdo de Asociación Económica entre Japón y Chile parece haber desempeñado un importante papel en este cambio.

Durante largos años Francia lideró las importaciones de botellas de vino (sin contar con los espumosos) en Japón, a mucha distancia del segundo país. Su hegemonía fue sin embargo superada en 2015 por el vino procedente de Chile, cuya brecha con Francia en el número de importaciones se ha ido ampliando en los años sucesivos.

En la década de 1990 el vino chileno solo representaba entre un 1 % y un 5 % de todos los vinos importados. La entrada en vigor del Acuerdo de Asociación Económica entre Japón y Chile en 2007 trajo consigo una reducción progresiva de los aranceles al vino de este país, lo que impulsó un aumento del volumen de las importaciones que ha conducido a que una década después, en 2017, represente un 31 % de todo el vino importado por Japón. El vino chileno está fortaleciendo su presencia como una bebida que los japoneses pueden comprar en tiendas de 24 horas o supermercados a un precio asequible que ronda los 1.000 yenes para disfrutarlo en el hogar. Pero al éxito de este vino no ha contribuido solo su reducido precio. Chile cuenta con unas condiciones climáticas idóneas para cultivar la uva, con largas horas de sol y poca lluvia en el periodo de cosecha, lo que ha animado a muchos productores de Europa a trasladarse a este país en los últimos años, donde están introduciendo las últimas tecnologías de fermentación.

Las importaciones de vino espumoso también han continuado creciendo en los últimos 8 años consecutivos, y el volumen de mercado es 1,8 veces superior al que había hace 10 años. El vino espumoso para consumo en el hogar cuyo precio ronda los 1.000 yenes es, igualmente, el que ha contribuido a este aumento.

Aunque Francia sigue protegiendo un firme liderazgo en los vinos espumosos, en los últimos años España también ha aumentado de forma nada desdeñable su presencia en el mercado japonés. El cava producido en Cataluña (España), cuya elaboración es muy parecida a la del champán, tiene un precio más reducido que el de la popular bebida francesa y ha cobrado popularidad como producto de consumo más habitual que esta. Chile, que ha ganado más reconocimiento en la producción de tinto, también está viendo cómo aumentan las importaciones en Japón de sus vinos espumosos.

Los aranceles a la importación de vino chileno serán eliminados por completo en abril de 2019. Por otra parte, Japón y la Unión Europea han decidido eliminar asimismo los aranceles al vino producido en Europa con la firma de su Acuerdo de Asociación Económica, que de entrar en vigor en la primavera de 2019 traerá consigo una gran actividad en este mercado en Japón, empezando por una mayor presencia del vino francés que tratará de recuperar su antiguo liderazgo.

Fotografía del encabezado: PIXTA.

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