Fragmentos de Japón

Ninjas

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Los ninjas fueron espías que estuvieron activos fundamentalmente entre los siglos XV y XVI durante el período de los Estados en Guerra. Hoy la imagen que tenemos de ellos es la creada en el cine y la literatura modernos, que en muchos puntos se aleja de la realidad.

Los ninjas que conocemos en la actualidad son una creación posterior

La palabra “ninja” comenzó a utilizarse ampliamente en Japón a partir de 1955 a raíz del boom de las novelas históricas de entretenimiento que fueron escritas para el gran público de la época. La imagen que un gran número de personas tiene de los ninjas como personajes envueltos en ropas oscuras a los que el ninjutsu les confiere unas cualidades sobrehumanas no es más que una creación moderna.

Históricamente los ninjas eran llamados shinobi. Se desconocen muchas cosas de los auténticos ninjas, y hoy las palabras ninja y shinobi siguen sin contar con una definición exacta. Los auténticos ninjas estuvieron activos fundamentalmente durante el período Sengoku (1467-1568), una época de continuas guerras entre los siglos XV y XVI, como agentes que de manera oculta estudiaban la situación del enemigo para transmitir posteriormente esa información.

Los ninjas del período de los Estados en Guerra

Durante el período Nara (710-784) la aristocracia, los grandes santuarios y la clase pudiente de las regiones comenzaron a explotar los terrenos de cultivo a gran escala para convertirlos en su propiedad privada, surgiendo así las primeras disputas por el control de territorios. En ese contexto aparecieron grupos de guerreros conocidos como akutō. Se cree que el origen de los ninjas fueron los akutō que opusieron su resistencia al sistema de dominación del pueblo basado en ese sistema de explotación de grandes extensiones de terreno en la segunda mitad del siglo XIII.

Los primeros documentos en los que se puede comprobar la existencia de los ninjas aparecen a partir del período Nanbokuchō (1336-1392), y durante el período Sengoku los señores feudales (daimyō) utilizaron ya de forma habitual a estos shinobi para recabar información. Agrupaciones de ninjas actuaron a partir de entonces en lugares de todo Japón como Iga (prefectura de Mie), Kōga (prefectura de Shiga), Togakushi (prefectura de Nagano) o Kai (prefectura de Yamanashi). Dependiendo de la región los shinobi eran conocidos con otros nombres como rappa, suppa, kusa, dakkō o kamari.

Los ninjas del período Sengoku eran contratados principalmente por los daimyō, y sus principales misiones consistían en infiltrarse en las filas enemigas para obtener información o realizar tareas entre bastidores que no eran propias de guerreros como incendiar, destruir o tender trampas entre otras tácticas de guerrilla. Su misión más importante era informar a su señor sobre la situación del enemigo, y nunca utilizaban un arma de forma arbitraria. Se dice que los ninjas solo utilizaban sus habilidades para protegerse.

Una demostración de katanakakushi, la forma en la que los ninjas tenían de ocultar sus espadas bajo el suelo y tomarlas rápidamente.

Los ninjas del período Edo

Tras el período de guerras y la unificación del país bajo el gobierno de los Tokugawa en el período Edo (1603-1867), los ninjas fueron cambiando gradualmente. En este período además de seguir trabajando como informadores, eran contratados por el bakufu (el Gobierno de los Tokugawa) y los daimyō para servir como guardaespaldas.

Los primeros libros que describían las técnicas y la preparación mental de los shinobi, el Mansenshūkai y el shōninki, no fueron escritos hasta mediados del siglo XVII. En el Mansenshūkai han quedado diversos registros de las habilidades de los ninjas como técnicas para entablar relaciones, para conversar, para memorizar o incluso hacer conjuros, entre otras características además de las descripciones de las diversas herramientas que utilizaban.

Unos shuriken expuestos en el Museo de los Ninja.

A medida que el bakufu iba afianzando su gobierno el trabajo de los ninjas también se fue reduciendo, y poco a poco esta profesión comenzó a desaparecer. No obstante, fue también en esta época en la que comenzó a gestarse la imagen fantástica del ninja. La imagen actual que existe en la cultura del ninja ataviado con ropas negras que lanza shurikens comenzó a aparecer entonces en el teatro kabuki y el ukiyo-e. Los ninjas desaparecerían del todo con el fin del sistema feudal bajo el gobierno de los Tokugawa en la era Meiji (1868-1912). Hoy sin embargo aún viven descendientes de ninjas en muchos lugares del país. Desde hace algunos años se han convertido en un reclamo turístico en varios municipios que guardan una relación con estos shinobi, lugares que cuentan con residencias y museos dedicados a los ninjas y en los que se cuenta su historia.

La entrada de la Residencia de Ninjas de Kōga, en la prefectura de Shiga.

(Fotografía el encabezado: una demostración de la técnica ninja para escalar muros en el Pueblo de los Ninjas de Kōka. Fotografía de Ōshima Takuya.)

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