Japón y Asia, objetivo de los narcotraficantes

Sociedad

ASKA en el momento de su traslado de la policía a la fiscalía (18 de mayo. Jiji Press) ASKA en el momento de su traslado de la policía a la fiscalía (18 de mayo. Jiji Press)

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por las siglas en inglés de United Nations Office on Drugs and Crime) hizo público el pasado 20 de mayo en el distrito de Chiyoda, en Tokio, su Evaluación Global sobre las Drogas Sintetizadas en 2014. Dicho informe que debido al aumento de la demanda en Asia Oriental y el Sureste Asiático, se está expandiendo en todo el mundo la producción y distribución de drogas sintéticas como las metanfetaminas (estimulantes) y las nuevas sustancias psicoactivas (NPS, por sus siglas en inglés). El documento advierte que en el extremo se encuentra Japón, donde estas sustancias están muy cotizadas, y advierte que el país está en el punto de mira de los narcotraficantes de Asia, México y África.

Precisamente el pasado 17 de mayo el artista de 56 años ASKA, del famoso dúo de cantantes CHAGE and ASKA, fue detenido por la policía como sospechoso de poseer metanfetaminas, lo que ha provocado que de nuevo salten al candelero incontables historias de artistas y músicos que se han visto salpicados por casos relacionados con las metanfetaminas o la marihuana.

Las drogas sintetizadas se están convirtiendo en una amenaza global en la actualidad. En este contexto, el UNODC ha decidido en esta ocasión presentar públicamente y para todo el mundo su informe de 2014 en Japón por las medidas diligentes que el Gobierno japonés está tomando en relación al tráfico de estupefacientes. En este acto se informó del estado del tráfico de drogas a nivel mundial, y por supuesto, de la situación en Japón.

El tráfico de estimulantes se expande en todo el mundo

En Japón el 84% de la droga consumida de manera ilegal es metanfetamina. No obstante, Akagawa Haruo, director de la división de narcóticos del Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar, asegura que el consumo de canabinoides sintéticos, conocidos en Japón como dappo hābu (drogas que eluden la justicia), está aumentando debido a la falta de concienciación social sobre sus efectos dañinos.

Según se extrae del informe del UNODC, la oferta de metanfetaminas continúa expandiéndose rápidamente en Asia, el mayor mercado mundial de estimulantes de tipo anfetamínico. La cantidad de metanfetamina incautada en los últimos cinco años se multiplicó por tres, hasta 36 toneladas métricas o megagramos (Tm, 1 tonelada métrica = 1000 kilogramos). Según estadísticas recientes China es el país donde más rápido ha aumentado la cantidad de droga incautada, representando actualmente el 45% del total interceptado en todo el continente asiático. Por otra parte, en Tailandia ha crecido en gran medida el número de incautaciones de metanfetamina en forma de pastillas o de cristal. De este modo el tráfico de estos estupefacientes se expande en todo el mundo.

El informe va más allá, y advierte que “la demanda de metanfetamina y de nuevas sustancias psicoactivas en el mercado asiático está aumentando, y países como China, Myanmar o Filipinas albergan muchos centros de producción de estas drogas”.

Este análisis revela además que las organizaciones criminales trafican cada vez mayor cantidad de metanfetamina de contrabando procedente México, Oriente Medio, el Sur y Oeste Asiáticos y África Occidental para introducirla en Japón, otros países del Este Asiático, el Sureste Asiático y los países de Oceanía donde se preven mayores beneficios por este tipo tráfico.

El precio de la droga en Japón es 10 veces mayor que en los países de origen

En la presentación del informe, Jeremy Douglas, representante de la oficina regional de la UNODC para el Sureste Asiático y el Pacífico, advirtió que “es imposible calcular cómo afectan las drogas sintetizadas, especialmente la metanfetamina y las nuevas drogas psicoactivas, en servicios tales como la policía, la justicia, el sistema penitenciario o el de la atención sanitaria en los países de la región”.

Por otra parte, el director de la División de la Agencia Nacional de Policía para la Investigación del Tráfico Internacional de Estupefacientes, la Tenencia de Armas y el Crimen Organizado, Takesako Yoshiya, señaló que “en este contexto, en el que está en aumento la entrada de estupefacientes en Japón, está, entre otros, el hecho de que el precio de estas drogas en el país es cerca de 10 veces mayor que en las regiones donde están los centros de producción”.

Asimismo, Takesako Yoshiya apuntó que para erradicar el mercado negro de la droga en el territorio nacional se está ejerciendo una vigilancia más estricta.

Actualmente en Japón las penas de cárcel por posesión y consumo de sustancias estimulantes de tipo anfetamínico son inferiores a diez años. La venta de estas sustancias está penada con un mínimo de un año de prisión, y tres años o más en caso de importación o exportación de este tipo de sustancias de forma reiterada y con fines de lucro. En cuanto a la marihuana, las penas de prisión por el cultivo, la importación o la exportación son inferiores a siete años, diez años en caso de que se realice con ánimo de lucro. La pena de encarcelamiento por posesión de hachís, por otra parte, es inferior a cinco años, o siete si la droga está destinada a la venta.

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