El fotógrafo de ‘ukiyo-e’ Kichiya y su versión de las ‘Cien famosas vistas de Edo’

El fuego de los zorros en el almez chino de Ōji en Fin de Año

En esta nueva entrega de la serie de vistas famosas de Edo inmortalizadas por Utagawa Hiroshige les presentamos Ōji shōzoku enoki Ōmisoka no Kitsunebi (El fuego de los zorros en el almez chino de Ōji en Fin de Año), una pieza fantástica en la que un grupo de zorros se reúnen en Fin de Año para acudir a la primera visita al santuario en Año Nuevo.

El gran árbol al que acudían los zorros reúne ahora a personas de todo el mundo

El Ōji Inari ha sido considerado como la sede de los santuarios Inari de la región de Kantō desde antiguo, y fue uno de los lugares de rezo designados por el Gobierno del Bakufu en el periodo Edo (1603-1868). Es el santuario Inari de estatus más elevado de todo el Este de Japón.

Cuenta la leyenda que en la noche de Fin de Año los zorros, guardianes de los santuarios Inari, acudían a reunirse en Ōji desde todo el Este de Japón. Después de asearse bajo un almez chino que había cerca del santuario Ōji Inari, formaban una cola y efectuaban la primera visita del año al santuario, o hatsumōde. Por eso el gran árbol bajo el cual los zorros supuestamente se aseaban pasó a conocerse como shōzoku enoki (‘almez chino del aseo’). La pieza pintada por Hiroshige representa un paisaje fantástico en que los zorros se reúnen bajo el árbol y sacan fuego por la boca.

Los lugareños cuentan que el almez chino desapareció a principios de la era Shōwa (1926-1989), cuando lo cortaron para ampliar la carretera. Posteriormente ocurrieron una serie de desgracias en la región que se atribuyeron a una venganza divina, por lo que se volvió a plantar un almez chino y se construyó el santuario Shōzoku Inari (‘Inari del aseo’) al lado.

En la actualidad existe un acontecimiento llamado Ōji Kitsune no Gyōretsu (‘Desfile de los zorros de Ōji’) que se celebra entre Fin de Año y Año Nuevo y en el que participan principalmente los residentes de la zona. En la fotografía inmortalicé a las personas que acudían al Shōzoku Inari en Fin de Año de 2016. A la izquierda del pabellón del santuario se observa el almez chino actual. El lugar estaba lleno de turistas extranjeros. Parece que ahora, en esa época del año, se reúnen bajo el árbol espectadores de todo el mundo.

Información sobre el lugar

Ōji Kitsune no Gyōretsu

El pueblo de Ōji solía llamarse Kishimura. A finales del periodo Kamakura (1185-1333), un terrateniente rezó por la llegada del dios Nyakuichi Ōji en los tres santuarios Kumanosanzan del dominio de Kishū y le consagró el actual santuario de Ōji, a raíz de lo cual la localidad pasó a llamarse Ōjimura. En el periodo Edo, el octavo sogún Tokugawa, Yoshimune, que se había criado en Kishū, se prendó del lugar porque tenía un aire a su tierra y el paisaje se le asemejaba. En 1737 donaron el monte Asuka al santuario de Ōji, plantaron cerezos y lo convirtieron en una zona de ocio para el pueblo, por lo que muchos ciudadanos de Edo empezaron a visitarlo. Ōji aparece en numerosos libros ilustrados de la época junto al mito del almez chino. Puede que la obra de rakugo Ōji no kitsune (Los zorros de Ōji) también se inspirara en aquella historia.

El Ōji Kitsune no Gyōretsu, en que los asistentes van en fila desde el santuario Shōzoku Inari hasta el santuario Ōji Inari de la noche de Fin de Año al 1 de enero, fue creado por una asociación de voluntarios en 1993. Últimamente el público ha aumentado, y ahora la fila la forman unas 100 personas vestidas con ropa tradicional japonesa y maquilladas de zorro. Miles de turistas de todo el mundo acuden a presenciar el acto y disfrutan poniéndose las máscaras de zorro que se venden en las tiendas de recuerdos de la zona.

Edo Fotografía Ukiyoe