La cortesía tradicional de Japón

‘Shūgi’ y ‘koden’: felicitaciones y condolencias en forma de dinero

Cultura Vida

Esta serie va más allá de los simples procedimientos para descubrir la esencia de varios usos y costumbres japoneses desde sus orígenes. En esta ocasión examinamos la costumbre de regalar dinero en ocasiones de celebración y luto.

El otoshidama consistía en pasteles de arroz, no dinero

El otoshidama es una propina de Año Nuevo, una cierta cantidad de dinero que se entrega dentro de un sobre. Su origen está relacionado con el kagamibiraki, otra tradición de Año Nuevo.

En Año Nuevo se ofrece un pastel de arroz denominado kagamimochi al toshigami, el “dios del año”; después de que la deidad se haya ido, se abre en pedacitos ese mochi y se come, en un cocido o una sopa dulce. La costumbre consiste en ingerir el toshidama, el nuevo espíritu que nos otorga el dios de ese año, y utilizarlo como alimento para tener buena salud y bienestar. Según el calendario lunar, cada persona cumple un año más el día de Año Nuevo, por lo que podría decirse que el toshidama es un regalo de cumpleaños de los dioses.

Esta costumbre de Año Nuevo de compartir mochi se transformó en un ritual de entrega de espadas, pinceles y otros regalos durante el periodo Muromachi (1336-1573). Solo después de la guerra se convertiría en el toshidama, el regalo monetario de Año Nuevo.

El kagamimochi representa una ofrenda, y al mismo tiempo un lugar que acoge al dios del año (yorishiro). El nombre del sobre para la propina, pochibukuro, viene de koreppocchi, una “ínfima cantidad” de dinero. (Pixta)
El kagamimochi representa una ofrenda, y al mismo tiempo un lugar que acoge al dios del año (yorishiro). El nombre del sobre para la propina, pochibukuro, viene de koreppocchi, una “ínfima cantidad” de dinero. (Pixta)

Dinero en efectivo: una fuente de impureza

Los regalos de felicitación se entregan a las personas con motivo de acontecimientos festivos, como el ingreso en la universidad, la graduación, el shichi-go-san, la mayoría de edad, conseguir un empleo, casarse o tener un hijo. Hacer regalos monetarios en esos hitos de la vida forma parte de la cultura japonesa.

En el pasado, sin embargo, no existía la costumbre de utilizar dinero en las celebraciones, ya que se creía que la moneda que pasaba de una persona a otra acumulaba kegare, “impureza”. La antigua cultura del regalo se basaba en especies, y solo después de la era moderna, con el desarrollo de la economía monetaria, se empezó a usar dinero en efectivo. Mucha gente usa para estas celebraciones billetes nuevos, con la idea de que causen el menor perjuicio posible.

Coloridas bolsas de felicitación. Generalmente, cuanto más cara, más lujosa es la bolsa. (Pixta)
Coloridas bolsas de felicitación. Generalmente, cuanto más cara, más lujosa es la bolsa. (Pixta)

Por el contrario, también hay “regalos no auspiciosos”, como el incienso, que se entregan a quienes han tenido la desgracia de ver morir a un ser querido. Aunque la costumbre de dar dinero en los funerales se observaba en algunas clases altas a partir del periodo Muromachi (1336-1573), generalmente se preparaban ofrendas y alimentos para animar a la familia en duelo. Esto se convirtió en cierta tasa de incienso y flores, denominada “pago por el incienso y las flores que la familia afligida debe preparar”.

Es costumbre entregar el dinero en efectivo en un sobre o bolsa de papel especial, ya que dejarlo al descubierto hace que acumule aún más impureza. Las papelerías disponen de varios tipos de bolsas y sobres de regalo, cuyo diseño depende de la finalidad y la cantidad de dinero de que se trate. Los sobres de tipo más normal pueden utilizarse para pequeñas cantidades de dinero, pero para regalos más caros, como los de boda, se utiliza el estilo orikata, en el que el sobre se envuelve además en washi, papel japonés. Se hace uso para ello de una técnica para envolver bellamente los regalos, y es un elemento de la etiqueta de las familias de samuráis.

La cantidad de dinero y la forma de envolverlo atraen la buena suerte

La cantidad depende de la relación con el destinatario, pero el primer dígito suele ser un número impar: 5.000 yenes, o 30.000. Esta costumbre se basa en la antigua creencia china de que los números impares eran auspiciosos. Especialmente en las celebraciones de bodas se evitan los números pares, ya que son divisibles y dan la imagen de conducir a la separación. Si un invitado tiene que entregar 20.000 yenes puede optar por utilizar un número impar de billetes, como uno de 10.000 yenes y dos de 5.000 yenes. Además, los números cuatro y nueve, que comparten el mismo sonido que los kanjis para “muerte” (shi) y “sufrimiento” (ku), se consideran números aborrecibles y deben evitarse, ya que pueden causar malestar a quien los recibe.

Como los billetes nuevos no se utilizan para las condolencias, pueden incluso doblarse. También existe la costumbre de introducir los billetes boca abajo. (Pixta)
Como los billetes nuevos no se utilizan para las condolencias, pueden incluso doblarse. También existe la costumbre de introducir los billetes boca abajo. (Pixta)

El nombre, la dirección y la cantidad de dinero se escriben en el sobre. La cantidad de dinero debe llevar el prefijo kin, y al final yen nari (円也), y los números deben escribirse en kanji, preferiblemente en su forma antigua, con un mayor número de trazos. Por ejemplo, 15.000 yenes se escribe 金壱万伍仟円也. Esto no solo resulta estético, sino que también evita la manipulación de la cifra. Hoy en día con números arábigos también es correcto.

Importe según la relación con los novios (respuesta más frecuente)

Cantidad gastada en condolencias según la relación con el fallecido (respuestas más comunes)

Los sobres que se comercializan ya plegados están preconfigurados correctamente, así que es buena idea aprender sus formas originales. Se debe prestar especial atención a los pliegues traseros, ya que en el caso de los regalos de felicitación y de condolencia, los pliegues traseros están al revés. La cara inferior de un sobre de felicitación se dobla hacia fuera, es decir, boca arriba, para “evitar que la felicidad se derrame” y atraer la buena suerte. Lo contrario ocurre con la condolencia, que lleva la cara superior hacia arriba para “evitar que se guarde la desgracia”.

Obsérvese el orden de plegado y la dirección del mizuhiki.
Obsérvese el orden de plegado y la dirección del mizuhiki.

La razón para la pomposidad del sello dorado

El orikata se ata con mizuhiki, un cordel hecho con un manojo de washi retorcido. Una teoría sobre su origen es que viene de las cuerdas utilizadas por los aristócratas del periodo Heian (794-1185) para atar sus poemas; se dice que guardaba el significado de “lavar las impurezas para que el agua se las lleve”.

Hay dos tipos principales de nudos mizuhiki: el morowana (“de dos anillos”) y el musubikiri (“de atar para siempre”). El primero puede desatarse fácilmente, como si fuera una cinta, y se utiliza para celebrar acontecimientos como nacimientos y exámenes de acceso a la escuela, que deben repetirse. El segundo se ata fuertemente y no puede desatarse, por lo que se utiliza para las condolencias, las visitas a enfermos o los regalos de boda, que se espera tengan que hacerse una sola vez.

Cómo se anuda el mizuhiki

(Pixta)
(Pixta)

  1. Nudo morowana (“de dos anillos”): para ocasiones festivas, que pueden repetirse. También se conoce como nudo morohana, nudo hana (“de flor”) o nudo chō (“de mariposa”).
  2. Nudo musubikiri / mamusubi (“atar de verdad”): para matrimonios o acontecimientos luctuosos, que deben realizarse una sola vez.
  3. Nudo musubikiri / awabi (“de abulón”): igual que el anterior. También conocido como nudo Awaji.

Los colores básicos del sobre deben ser rojo y blanco para los actos de felicitación, y negro y blanco para los actos de duelo. En el caso de una visita a un convaleciente, el sobre debe ser rojo y blanco para indicar que se trata de un “regalo de mejoría” por adelantado, y debe ir atado con un nudo musubikiri, con el deseo de que no vuelva a ocurrir.

El sobre de felicitación va decorado con un adorno llamado noshi. La forma original era la de un abulón seco finamente estirado (noshi awabi), y se creía que era amuleto de buena suerte y una ofrenda superlativa a los dioses, ya que tomar sake con él invocaba su favor, y prolongaba la fuerza vital. También se usa con los regalos de fin de año y de mitad de año, pero se considera innecesario para los regalos relacionados con el mar, ya que procede de un animal marino. Tampoco se adjunta a las ofrendas funerarias, en las que no hay intervención divina.

De izquierda a derecha: orikata del noshi awabi envuelto, el abulón seco y un noshi con diseño de hiragana. (Pixta)
De izquierda a derecha: orikata del noshi awabi envuelto, el abulón seco y un noshi con diseño de hiragana. (Pixta)

Por último, se debe escribir la dedicatoria y el nombre de quien realiza el regalo o propina a pincel. Para los regalos de felicitación suele ser aceptable escribir kotobuki (“enhorabuena”) u oiwai (“felicitaciones”), independientemente de la situación. En el caso de las condolencias, lo correcto depende de la religión del destinatario, pero goreizen (“ante el espíritu de los fallecidos”) suele ser adecuado en todas las ocasiones. No debemos olvidar escribir el propio nombre debajo. Para las condolencias se utiliza tinta negra pálida, ya que indica que las letras han quedado “difuminadas por las lágrimas”; también hay bolígrafos especiales de tipo pincel.

Los productos comerciales suelen llevar las fórmulas ya impresas. (Pixta)
Los productos comerciales suelen llevar las fórmulas ya impresas. (Pixta)

Envolver la propina de felicitación o el regalo de condolencia en un fukusa es una buena forma de no aumentar la impureza y de causar al destinatario una impresión cortés. Recientemente también se han popularizado los fukusa de cartera o bolsillo, con una especie de furoshiki hecho de seda, en forma de cartera alargada. Para las celebraciones se utilizan colores cálidos y brillantes; para las condolencias, colores más fríos y tenues.

Al entregarlo, es costumbre ofrecerlo con las dos manos. Sobre todo, es importante decir omedetō gozaimasu (“felicidades”) u okuyami mōshiagemasu (“mis condolencias”).

Un fukusa que se pliega y se introduce en el bolsillo y se pliega. (Pixta)
Un fukusa que se pliega y se introduce en el bolsillo y se pliega. (Pixta)

Cómo entregar felicitaciones e incienso

(Ilustración: Satō Tadashi)
(Ilustración: Satō Tadashi)

  1. Sujete el sobre con ambas manos delante, con las letras mirando hacia usted. Mueva la mano derecha para sujetarlo por su esquina superior derecha.
  2. Gire el sobre 90 grados en el sentido de las agujas del reloj. Mueva la mano izquierda hacia la parte inferior derecha del sobre, y la mano derecha hacia la parte superior izquierda.
  3. Gire el sobre otros 90 grados hasta que las letras queden mirando a su interlocutor, y mantenga la mano izquierda delante del sobre.
  4. Extienda el sobre hacia su interlocutor con ambas manos.

En la actualidad, la devolución de un porcentaje de un regalo de felicitación se conoce como uchiiwai (“celebración interna”), pero originalmente era un regalo para informar a los familiares del acontecimiento causa de la felicitación. En principio no existe la costumbre de devolver un porcentaje del regalo en el caso de las bodas y la condolencia, porque son acontecimientos que no deben repetirse. Tanto los regalos de felicitación como los que no lo son se basan en un espíritu de mutuo apoyo, por lo que si se dan con un sentimiento de respeto hacia el otro, esa forma de regalo terminará volviendo a nosotros o nuestra familia.

Superivisón: Shibazaki Naoto
Profesor asociado de la Escuela de Graduados de la Universidad de Gifu. Especializado en investigaciones sobre sistemas educativos de etiqueta desde una perspectiva psicológica; trabaja también por brindar orientación a educadores de etiqueta. Participa en la formación de instructores como maestro general de etiqueta Ogasawara-ryū.

Ilustraciones: Satō Tadashi
Texto: comité editorial de nippon.com

(Imagen del encabezado: Pixta.)

(Traducido al español del original en japonés.)

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