Donde habitan los dioses: una extraña roca con la huella del legendario emperador Jinmu
Guíade Japón
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Una roca que se conserva en el escenario del mito de la fundación de Japón
Al final de la leyenda de Hyūga, que empieza con Ninigi (nieto de Amaterasu que decendió en Takachiho) y continúa con Hoori (también llamado Yamasachihiko) y Ugayafukiaezu, adquiere el protagonismo Kamuyamato Iwarebiko, descendiente de la cuarta generación. Se trata del emperador Jinmu, el legendario primer emperador de Japón, que pacificó Yamato (actual prefectura de Nara), una tierra bastante más al este.
El santuario Komamiya, en la ciudad de Nichinan, se alza en el lugar donde antiguamente estuvo el santuario en que pasó su infancia el emperador Jinmu. Se dice que la enorme roca que hay allí, llamada Mihoko no Iwaya, es la roca sagrada donde aquel primer emperador dejó una lanza como ofrenda.

La escalera de piedra que lleva a Mihoko no Iwaya. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
Al subir la escalera de piedra desde el flanco del pabellón principal del santuario, me encuentro con un gigantesco monolito de 8 metros de alto y 5 de ancho. En la parte superior tiene una brecha larga y profunda como un corte horizontal que se asemeja a la boca abierta de un perro ladrando al cielo. Alrededor de la roca, la luz del sol se cuela entre los árboles haciendo brillar las hojas, que tiemblan con el viento, creando un ambiente aún más sagrado.

Dicen que en la superficie de la roca se aparece Ryūjin, el dios dragón. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
Como la zona fue una costa rocosa hasta la prehistoria, en Mihoko no Iwaya quedan vestigios de un precipicio formado por la erosión de las olas. Se cree que esta roca se utilizaba para el culto, ya que en la antigüedad se veneraba rocas gigantes y árboles grandes como yorishiro (objetos en los que residen dioses). Según la tradición local, cuando el emperador Jinmu emprendió su viaje para unificar el país, dejó una lanza muy apreciada al pie de la roca sagrada para pedir que los dioses escucharan sus plegarias.

Estatua de piedra del emperador Jinmu frente a la capilla del santuario. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
Santuario Komamiya
- Divinidades a las que se consagra: emperador Jinmu
- Dirección: Hirayama 1095, Nichinan-shi, Miyazaki-ken
Es un santuario antiguo cuya fecha de fundación se sitúa en el año 697, a finales del periodo Asuka (552-710). Hay una estatua de un caballo junto a la del emperador Jinmu porque dicen que cuando el emperador partió de viaje, dejó a su amado rocín en un prado a 4 kilómetros al norte de allí.
Tateiwa, lugar de plegaria por el buen desenlace de la expedición al este
Cuentan que, en su expedición al este, el emperador Jinmu partió en barco desde la localidad de Mimitsu de la ciudad de Hyūga, en el noreste de la prefectura.

El barrio portuario de Mimitsu, una localidad declarada zona de conservación de un conjunto arquitectónico tradicional importante. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
Conocido desde antiguo como puerto natural, Mimitsu se desarrolló como puerto de mercancías desde el periodo Edo (1603-1868) hasta las eras Meiji (1868-1912) y Taishō (1912-1926). El barrio portuario estaba lleno de empresas de corretaje marítimo y comerciantes. Era tal la cantidad de negocios que se decía que en Mimitsu había “mil casas”. Paseando por aquel barrio apacible con la suave brisa marina, es como si viera cómo fue en aquella época de tanta actividad, con las amplias entradas y las gruesas vigas de las casas de los comerciantes.

El santuario Tateiwa. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
El santuario Tateiwa se halla en la orilla del río, donde termina el barrio. Detrás del pabellón principal se alza una roca erguida que dio nombre al lugar. La enorme roca, de 8 metros de alto y 15 de circunferencia, presenta una grieta recta en vertical debida a un fenómeno geológico llamado disyunción columnar según el cual, cuando la lava se enfría y se solidifica, por las grietas verticales rectas se forman varias rocas columnares. Este fenómeno suele observarse en los acantilados de la zona, que se crearon con la actividad volcánica hace unos 15 millones de años. Se dice que el emperador Jinmu rogó por un viaje seguro y la victoria en la batalla en esta roca de extrañas formas.

La roca erguida (tateiwa) de la parte trasera del santuario. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
Según la tradición, los miembros de la expedición partieron en barco el primer día del octavo mes del antiguo calendario lunar. Como decidieron salir de madrugada, antes de lo previsto, por la dirección del viento, los vecinos de la zona fueron llamando a las puertas y diciendo “despertad, despertad” para que la gente acudiera a despedirlos. Por eso todos los años en Mimitsu se celebra el festival Okiyo (literalmente, ‘despertad’), en el que los niños recorren las calles de madrugada despertando a los vecinos para contarles la historia del emperador Jinmu.

En el recinto del santuario también hay una roca que se venera porque se cree que el emperador Jinmu se sentó en ella para dirigir la partida del barco de su expedición.
Santuario Tateiwa
- Divinidades a las que se consagra: Sokotsutsunoo no Mikoto, Nakatsutsunoo no Mikoto, Uwatsutsunoo no Mikoto, emperador Jinmu
- Dirección: Mimitsumachi 3419, Hyūga-shi, Miyazaki-ken
Se dice que el santuario se fundó durante la era del decimosegundo emperador, Keikō, en honor al episodio según el cual el emperador Jinmu consagró a los tres dioses Sumiyoshi Sanjin para que velaran por él en el mar antes de su campaña del este. Tateiwa se venera desde entonces como santuario para la pesca abundante y para abrir caminos.
Reportaje, texto y edición: Kitasaki Jirō.
Fotografía del encabezado: la roca Mihoko no Iwaya del santuario Komamiya. Fotografía: Ōsaka Hiroshi.
(Traducido al español del original en japonés.)