Ruta gastronómica por Okage Yokochō, una calle cercana al santuario de Ise

Turismo Gastronomía

Desde su apertura en 1993, Okage Yokochō se ha convertido en un popular enclave turístico junto al santuario de Ise. Presentamos una ruta gastronómica a lo largo de esta calle, en la que se encuentra el establecimiento original de la famosa tienda de dulces tradicionales Akafuku.

Una reproducción del trazado urbano del período Edo en Ise

Okage Yokochō es una calle en la que se reproduce el aspecto de la avenida de Ise (Mie) entre el período Edo y la era Meiji. Se encuentra en la parte central de Oharaimachi —cerca del establecimiento original de Akafuku—, la zona que se extiende desde el puente de Uji, en el Santuario Interior del santuario de Ise o Ise-jingū Naikū. Está repleta de tiendas de regalos, restaurantes, cafeterías, etc.; esto es, de establecimientos en los que se pueden degustar las especialidades locales.

Acceso a Oharaimachi desde el Santuario Interior. Arriba a la derecha se ve un cartel que indica la distancia a pie hasta Okage Yokochō (3 minutos).
Acceso a Oharaimachi desde el Santuario Interior. Arriba a la derecha se ve un cartel que indica la distancia a pie hasta Okage Yokochō (3 minutos).

Akafukumochi, un dulce típico de Ise

Quienes acudan a Okage Yokochō no deberían dejar pasar la oportunidad de probar el akafukumochi en el establecimiento del que es originario este dulce que, a día de hoy, no solo es representativo de Ise, sino de toda la región de Tōkai. Akafuku Honten se encuentra frente a la calle Oharaimachi; se puede llegar a pie desde la entrada principal a Okage Yokochō, donde hay una estatua de piedra de un gato de la suerte o manekineko. El local actual, de madera, data de 1877 y tiene un hastial típico de la arquitectura tradicional de Ise; destaca su amplia fachada.

Akafuku Honten, un establecimiento con mucha historia.
Akafuku Honten, un establecimiento con mucha historia.

Akafukumochi, un dulce que se prepara envolviendo un mochi en pasta de judías rojas dulce. En la fotografía aparece servido en una bandeja en la que también hay bancha (té verde de calidad básica).
Akafukumochi, un dulce que se prepara envolviendo un mochi en pasta de judías rojas dulce. En la fotografía aparece servido en una bandeja en la que también hay bancha (té verde de calidad básica).

Además de poder comer los dulces recién hechos, uno de los puntos fuertes de las tiendas de gestión directa y de los establecimientos centrales como Akafuku Honten es la oportunidad de ver en vivo y en directo el proceso de elaboración. El akafukumochi se sirve, por 210 yenes, en una bandeja que incluye dos piezas y bancha. Este último está elaborado con té de Ise. El agua con la que se hace procede del lecho del río Isuzu, que corre por debajo del puente de Uji, y se pone a hervir en el hogar de la tienda. En el local de enfrente sirven dos postres de temporada que tienen mucha demanda: de mediados de abril a octubre, aproximadamente, el helado de hielo raspado akafukugōri; de principios de octubre a principios de abril, la sopa dulce akafukuzenzai.

En Akafuku Honten se puede ver el proceso de elaboración a mano.
En Akafuku Honten se puede ver el proceso de elaboración a mano.

El akafukugōri, que solo se sirve en verano, es un helado de hielo raspado cubierto de sirope de té verde y con un relleno especial: mochi y pasta de judías rojas dulce. Cuesta 520 yenes.
El akafukugōri, que solo se sirve en verano, es un helado de hielo raspado cubierto de sirope de té verde y con un relleno especial: mochi y pasta de judías rojas dulce. Cuesta 520 yenes.

Tekonezushi auténtico

El tekonezushi es un plato tradicional que, según se cree, era lo que comían en la antigüedad los pescadores de Ise cuando iban en barco. En Sushikyū, el restaurante más famoso de Okage Yokochō, sirven un tekonezushi de bonito marinado en salsa de soja sobre una capa de arroz avinagrado de cultivo local. El edificio elegante de este establecimiento se construyó con madera reciclada procedente de la restauración del puente de Uji llevada a cabo en 1869.

El tekonezushi de Sushikyū destaca por combinar a la perfección la viscosidad del bonito, agradable al paladar, y el frescor que deja en la boca el arroz avinagrado. Otro de los platos estrella de este local es el hitsumabushi, en cuya elaboración se utiliza anguila de pesca nacional.

En Sushikyū sirven platos tradicionales de Ise-Shima.
En Sushikyū sirven platos tradicionales de Ise-Shima.

Tekonezushi servido en un recipiente teoke.
Tekonezushi servido en un recipiente teoke.

La comida buena, bonita y barata de Okage Yokochō

Además de todo lo anterior, Okage Yokochō alberga una amplia gama de locales de comida buena, bonita y barata que se puede tomar mientras se camina, el plan perfecto para quienes hayan ido al santuario o vengan de él. Otra opción es comprar algo y sentarse a comerlo en una zona habilitada a tal fin en la parte central de la calle, cerca de la construcción similar a un torreón donde se suele tocar un tambor tradicional.

Zona con bancos para sentarse en las cercanías de la construcción similar a un torreón donde se suele tocar un tambor tradicional.
Zona con bancos para sentarse en las cercanías de la construcción similar a un torreón donde se suele tocar un tambor tradicional.

El yokochōyaki de Yokochōyaki no Mise

La deliciosa masa del yokochōyaki lleva miel. Cada unidad cuesta 160 yenes.
La deliciosa masa del yokochōyaki lleva miel. Cada unidad cuesta 160 yenes.

El yokochōyaki es un dulce con la imagen de Ebisu Daikoku, una deidad que da buena suerte. Su masa aromática lleva miel y está rellena de una pasta dulce elaborada con judías rojas de Tokachi (Hokkaidō). En función de la época, se vende también una variante con pasta de batata. Esta también tiene mucho éxito entre la clientela.

Las brochetas de pepino de Denbei

Las brochetas de pepino, a 150 yenes la unidad, son otro clásico de Okage Yokochō.
Las brochetas de pepino, a 150 yenes la unidad, son otro clásico de Okage Yokochō.

El takuan de Ise era la conserva por excelencia de quienes viajaban para peregrinar al santuario. En la tienda de encurtidos Denbei, siguen utilizando el mismo proceso tradicional de elaboración, de ahí que sus productos conserven el sabor de antaño. Sus pepinos en asazuke, que mantienen fríos colocándolos sobre hielo, son una opción deliciosa, a la par que refrescante.

El flan de Iseshōyu Honpo

Iseshōyu no toromi purin, un flan exquisito que lleva salsa de soja de Ise. La unidad se vende a 390 yenes.
Iseshōyu no toromi purin, un flan exquisito que lleva salsa de soja de Ise. La unidad se vende a 390 yenes.

Iseshōyu Honpo es un comercio situado en las inmediaciones de la entrada norte a Okage Yokochō. Uno de sus productos más conocidos es la salsa de soja de Ise, condimento que han utilizado para hacer un flan de textura suave y cuerpo dulce. El secreto de este sabor es la combinación de la salsa de soja con el amakōji.

Las croquetas de Butasute

Las croquetas de la carnicería Butasute, a cien yenes la unidad, son sinónimo de calidad.
Las croquetas de la carnicería Butasute, a cien yenes la unidad, son sinónimo de calidad.

Este establecimiento lo regenta la propia carnicería Butasute, fundada en 1909 y cuya especialidad es la carne de vacuno. El nombre de la tienda habría surgido de una combinación entre la palabra ‘buta’ (cerdo) y la primera parte del apellido de su fundador, Suteyoshi, que criaba cerdos. No obstante, hay quienes dicen que Butasute se llama así debido a que la carne de vacuno de la carnicería era tan buena que la clientela le animaba a deshacerse (suteru en japonés) de los cerdos. Sus famosas croquetas tienen un rebozado crujiente y suave, tanto que, en cuanto se les da el primer mordisco, el sabor de la carne del relleno se extiende por todo el paladar.

Mitarashidango en Dangoya

Los mitarashidango de Dangoya llevan una salsa de sabor un tanto fuerte y se venden a 120 yenes la brocheta.
Los mitarashidango de Dangoya llevan una salsa de sabor un tanto fuerte y se venden a 120 yenes la brocheta.

En Dangoya hacen los dango con una harina elaborada a partir de un tipo de arroz no glutinoso cultivado en Japón y los asan delante de la clientela. Aunque venden varios tipos, los más recomendables son los mitarashidango de toda la vida y los kuromitsudango; estos últimos se comen en Ise desde tiempos antiguos. Los mitarashidango recién hechos destacan por su textura pegajosa y por el tare de salsa de soja espeso y aromático que los recubre. Esta salsa les da el toque perfecto a los dango.

Brochetas de carne de Matsuzaka en Dangorōchaya

Las brochetas de carne de Matsuzaka de Dangorōchaya, a 750 yenes la unidad, gustan mucho entre quienes se acercan a este establecimiento, situado en las inmediaciones de la construcción similar a un torreón donde se suele tocar un tambor tradicional.
Las brochetas de carne de Matsuzaka en Dangorōchaya, a 750 yenes la unidad, gustan mucho entre quienes se acercan a este establecimiento, situado en las inmediaciones de la construcción similar a un torreón donde se suele tocar un tambor tradicional.

En Dangorōchaya, además de un soba delicioso, sirven especialidades como el donburi y los onigiri. En verano hacen akafukugōri y, en invierno, akafukuzenzai. Sus brochetas de carne de Matsuzaka, ideales para comer mientras se camina, gustan por la intensidad de su sabor desde el primer mordisco.

La gelatina de frutas de Fruits Labo

Las tarrinas de gelatina de frutas de Fruits Labo, a 420 yenes la unidad, refrescan con solo mirarlas.
Las tarrinas de gelatina de frutas de Fruits Labo, a 420 yenes la unidad, refrescan con solo mirarlas.

La gerencia de Fruits Labo, un establecimiento especializado en zumos naturales, elige con sumo cuidado el género fresco que se expone en sus vitrinas. Su gelatina de miel y limón, digna de Instagram, lleva una gran cantidad de fruta troceada y destaca por dejar un gusto refrescante en el paladar.

Lugares para aprender sobre la historia de Ise

La comida no es el único atractivo por el que destaca Okage Yokochō. Por ejemplo, en su entrada principal hay una estatua de piedra de un manekineko, o gato de la suerte, con la que muchos turistas se hacen fotos. Otro de los lugares que deja boquiabiertos a los visitantes es Tsuboya, un puesto de lotería que parece cualquier otra cosa a simple vista. La calle alberga también una zona de cuentacuentos, una galería de tiro con escopeta y un salón de go, entre otros puntos de interés.

Tsuboya, un puesto cuya lotería, dicen, toca con frecuencia.
Tsuboya, un puesto cuya lotería, dicen, toca con frecuencia.

En Okageza Shinwa no Yakata explican de forma sencilla, mediante vídeos y una exposición, historias y leyendas de la mitología japonesa relacionadas con el santuario de Ise. La visita dura una media hora, por lo que se recomienda ir antes de acercarse al santuario.

Okageza Shinwa no Yakata abre todos los días del año. La entrada cuesta 300 yenes para los adultos y cien para los niños de primaria.
Okageza Shinwa no Yakata abre todos los días del año. La entrada cuesta 300 yenes para los adultos y cien para los niños de primaria.

Texto: Fujii Kazuyuki (96BOX)
Imágenes: Kuroiwa Masakazu y Fujii Kazuyuki (96BOX)

Imagen del encabezado: El gato de la suerte o manekineko a la entrada de Okage Yokochō, protagonista de muchas fotos de quienes visitan la zona.

(Traducción al español de un original en japonés)

Turismo Santuario de Ise