Un viaje en tren por la costa de rías de la prefectura de Iwate: la ruta del sur

Turismo

El Ferrocarril de Sanriku ha cobrado popularidad como medio de transporte para admirar las vistas costeras de la prefectura de Iwate. En marzo de 2019, se unificó con la línea Yamada, de JR, que unía las estaciones de Miyako y Kamaishi; ahora se llama línea Rías y recorre una distancia de 163 kilómetros de norte a sur.

La línea Rías, un recorrido de 163 kilómetros en el Ferrocarril de Sanriku

Antes, el Ferrocarril de Sanriku no hacía el trayecto entre las estaciones de Kamaishi y Miyako, ambas de la línea Yamada, de JR. El recorrido se dividía en dos rutas: la de la línea Rías Sur, que iba desde la estación de Sakari hasta la de Kamaishi, y la de la línea Rías Norte, que se desplazaba desde la estación de Miyako hasta la de Kuji.

El tsunami ocurrido en marzo de 2011, tras el Gran Terremoto del Este de Japón, produjo graves daños en las estaciones, las líneas férreas y los puentes de la ruta. En aquel momento, era muy difícil vislumbrar la recuperación, pero los responsables del funcionamiento de los trenes se propusieron hacer todo lo posible para que la región contara con un medio de transporte: la línea Rías Norte, que apenas había sufrido daños, volvió a funcionar parcialmente tan solo cinco días después de la catástrofe.

El Ferrocarril de Sanriku no se restablecería hasta abril de 2014. Posteriormente, el 23 de marzo de 2019, se marcaría un antes y un después: además de la reapertura de la línea Yamada entre las estaciones de Kamaishi y Miyako —llevaban incomunicadas desde el desastre—, se decidió que este servicio pasara a manos del Ferrocarril de Sanriku. Así nació la nueva línea Rías, que se extiende a lo largo de 163 kilómetros, entre las estaciones de Sakari y Kuji. Además, puede presumir de ser el servicio de ferrocarriles del tercer sector (una entidad mixta de los sectores público y privado) más longevo de Japón.

Un tren de la línea Rías hace el recorrido entre las estaciones de Miyako y Sokei (imagen cortesía del Ferrocarril de Sanriku).
Un tren de la línea Rías hace el recorrido entre las estaciones de Miyako y Sokei (imagen cortesía del Ferrocarril de Sanriku).

Ceremonia para conmemorar la creación de la línea Rías (imagen cortesía del Ferrocarril de Sanriku).
Ceremonia para conmemorar la creación de la línea Rías (imagen cortesía del Ferrocarril de Sanriku).

Billetes económicos para disfrutar de todas y cada una de las estaciones

Se tarda unas cuatro horas y media en ir desde la estación de Sakari, en el sur, hasta la de Kuji, en el norte. Aunque disfrutar de los distintos paisajes que se ven desde el tren es ya un entretenimiento de por sí, lo mejor de un viaje de este tipo es apearse a mitad de camino, ver algunos lugares históricos y saborear las exquisiteces de la cocina local.

En el caso del Ferrocarril de Sanriku, se venden tres tipos de billetes económicos para que el viajero pueda aprovechar la experiencia al máximo: por ejemplo, para subirse a discreción en todos los tramos de la línea; para subirse todas las veces que se quiera en un día, y para bajarse todas las veces que se quiera en determinados tramos de uno de los sentidos. Cada uno de estos billetes tiene una validez y unas condiciones diferentes, por lo que se recomienda consultar la página web de la empresa (disponible en japonés, inglés, chino y coreano). De este modo, se podrá elegir la opción que más convenga según el itinerario del viaje y lo que se quiera hacer.

Cerezos en flor en la estación de Kirikiri (imagen cortesía del Ferrocarril de Sanriku).
Cerezos en flor en la estación de Kirikiri (imagen cortesía del Ferrocarril de Sanriku).

Entre las estaciones de Orikasa y Rikuchū Yamada, el tren circula cerca de la bahía de Yamada, una costa de rías que se caracteriza por la tranquilidad de sus aguas (imagen cortesía del Ferrocarril de Sanriku).
Entre las estaciones de Orikasa y Rikuchū Yamada, el tren circula cerca de la bahía de Yamada, una costa de rías que se caracteriza por la tranquilidad de sus aguas (imagen cortesía del Ferrocarril de Sanriku).

La estaciones de Koishihama y Heita: vieiras y una gran estatua de Avalokiteśvara

La antigua línea Rías Sur tenía una longitud de 36,6 kilómetros, mientras que la línea Yamada, de JR, recorría en sus tiempos una distancia de 55,4 kilómetros. Por ello, se podría considerar que la estación de Miyako se encuentra en el medio. En esta ruta meridional, a veces se pueden admirar paisajes marcados por la complejidad de una bahía propia de una costa de rías. El recorrido destaca también por las estaciones y las vías férreas reconstruidas recientemente, así como por las localidades costeras que continúan recuperándose de la catástrofe.

Uno de estos lugares es la estación de Koishihama, a tres paradas de Sakari. La zona es famosa por sus vieiras, que las cooperativas pesqueras comercializan bajo la marca “vieiras de Koishihama”. El cambio de grafía en el nombre de la estación—‘koi’ se escribe ahora con un ideograma chino que significa ‘amor’— ha propiciado que, desde 2009, se haya convertido en un lugar de buena suerte en lo relacionado con los amoríos. Impresiona la sala de espera de la estación, decorada con conchas de viera en las que hay escritos mensajes relacionados con el amor y la reconstrucción, a imagen y semejanza de las tablillas ema. Vale la pena bajarse del tren y aprovechar unos minutos para escribir alguno de nuestros deseos más secretos en la cobertura de uno de estos moluscos.

La sala de espera de la estación de Koishihama está llena de conchas de viera empleadas a modo de tablilla ema. No cobran por ponerlas, pero todas las cáscaras provienen de moluscos de la zona, así que su disponibilidad depende de la época (imagen cortesía del Ferrocarril de Sanriku).
La sala de espera de la estación de Koishihama está llena de conchas de viera empleadas a modo de tablilla ema. No cobran por ponerlas, pero todas las cáscaras provienen de moluscos de la zona, así que su disponibilidad depende de la época (imagen cortesía del Ferrocarril de Sanriku).

Desde la estación de Heita, la parada anterior a Kamaishi, es posible contemplar dos vistas: al este, la bahía de Hirota; al noreste, una estatua blanca gigante —mide 48,5 metros de altura— de Avalokiteśvara o Kannon, la diosa de la misericordia. Para acercarse hasta ella, hay que tomar un autobús en dirección a Kamiheita y apearse en la parada Kamaishi Daikannon Iriguchi (a diez minutos de la estación de Heita); desde allí, son diez minutos más a pie. La estatua alberga en su interior un mirador desde el que se puede admirar la bahía de Kamaishi en todo su esplendor.

La estatua de Avalokiteśvara o Kannon protege desde las alturas la bahía de Kamaishi (imagen cortesía de la Asociación de Turismo de Iwate).
La estatua de Avalokiteśvara o Kannon protege desde las alturas la bahía de Kamaishi (imagen cortesía de la Asociación de Turismo de Iwate).

Kamaishi, ciudad de siderurgia y rugby

Kamaishi es famosa por su pasado siderúrgico: la industria floreció allí de tal forma que le valió el sobrenombre de Ciudad del Hierro. De hecho, alberga las ruinas del horno de estilo occidental más antiguo de todo Japón, el alto horno de Hashino. En 2015, la Unesco decidió declarar Patrimonio de la Humanidad los Sitios de la revolución industrial de la era Meiji en Japón: siderurgia, construcciones navales y extracción de hulla, que agrupa once lugares de la geografía nipona, entre ellos Hashino. Los vestigios están a unos cincuenta minutos en coche de la estación de Kamaishi, pero el trayecto vale la pena si se quiere ver una aplicación diferente de la técnica de construcción de los muros de piedra de los castillos.

Ruinas del tercer alto horno de Hashino, el que más tiempo estuvo en activo (imagen cortesía de la Asociación de Turismo de Iwate).
Ruinas del tercer alto horno de Hashino, el que más tiempo estuvo en activo (imagen cortesía de la Asociación de Turismo de Iwate).

Kamaishi goza de fama también por su relación con el rugby: el equipo local, el Nippon Steel Kamaishi, ganó el Campeonato Nacional de Rugby siete veces consecutivas (temporadas 1978-1984). Tal hazaña hizo que la localidad fuera todo un referente en este deporte, y que se apodara a sus jugadores “Los hombres de hierro del norte”. Además, el Estadio Conmemorativo de la Recuperación de Kamaishi ha sido una de las sedes del Mundial de Rugby de 2019. Este campo, situado a diez minutos a pie de la estación de Unosumai, se construyó en una de las zonas de la ciudad más afectadas por el Gran Terremoto del Este de Japón. Su inclusión entre las sedes del Mundial es una muestra de los esfuerzos de reconstrucción y de agradecimiento por la ayuda internacional.

Estadio Conmemorativo de la Recuperación de Kamaishi, una de las sedes del Mundial de Rugby de 2019 (imagen cortesía del Comité Ejecutivo de Iwate-Kamaishi para el Mundial de Rugby de 2019).
Estadio Conmemorativo de la Recuperación de Kamaishi, una de las sedes del Mundial de Rugby de 2019 (imagen cortesía del Comité Ejecutivo de Iwate-Kamaishi para el Mundial de Rugby de 2019).

Artículo: Shoe Press.

Imagen del encabezado: Un tren del Ferrocarril de Sanriku hace el recorrido entre las estaciones de Iwate-Funakoshi y Orikasa (imagen cortesía del Ferrocarril de Sanriku).

(Traducción al español del original en japonés)

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