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Tres apetitosos sándwiches de frutas de una frutería antigua de Tokio

Gastronomía

La frutería de lujo Imano Fruit Factory, fundada en 1952, nos presenta tres coloridos sándwiches de frutas perfectos para fotografiar y subir a las redes sociales.

En Japón, cuando la gente va de excursión en otoño, suele llevar en la mochila unas bolas de arroz —onigiri en japonés— para comer por el camino; otro de los tentempiés populares en estas ocasiones son los sándwiches. En las redes sociales, es frecuente ver la etiqueta ‘moedan’ acompañando a fotografías de bocadillos, entre los cuales destacan los que llevan frutas. Este término hace referencia a lo mucho que gustan las imágenes en las que se aprecia el colorido de los ingredientes que conforman un sándwich cortado por la mitad. Los de frutas se han consolidado como una de las variantes más apreciadas por los amantes de lo dulce.

En esta ocasión, la frutería Imano Fruit Factory, fundada en 1952 en Nihonbashikayaba-chō (Tokio), nos presenta los sándwiches de frutas que más gustan a la clientela. Seguramente haya quien se plantee prepararlos en su casa.

El secreto está en el dulzor de la nata

La frutería Imano Fuit Factory suele tener puestos en las plantas subterráneas de algunos grandes almacenes y es conocida entre la clientela de estos establecimientos. Lo que más sorprende de estos puntos de venta es la manera en que están colocados los sándwiches de frutas: cortados a la mitad, para que se vea perfectamente el contenido, de aspecto colorido y delicioso.

Por lo general, para abaratar los costes, las tiendas suelen usar fruta barata en la elaboración de estos bocadillos. Sin embargo, Imano Fruit Factory es la excepción que confirma la regla, ya que rellena sus sándwiches con los mismos productos de primera calidad que vende. Sus propuestas cambian en función de la estación: en verano, mango y melón; en otoño, uvas de Nagano e higos.

Su sándwich estrella, el mixto, varía también según la temporada. En términos generales, estos bocadillos llevan tres o cuatro tipos de fruta distintos, e incluso hay quien les pone mermelada. Sin embargo, según Konno Kunihiko, presidente de la firma que gestiona Imano Fruit Factory, ellos utilizan hasta siete clases diferentes, y con trozos grandes.

“Cuando la fruta se corta en trozos pequeños o muy fina, es difícil percibir su sabor. Por eso, nosotros la ponemos en cortes grandes, de modo que se pueda saborear cada pieza. Eso hace también que el sándwich quede bonito cuando se corta por la mitad”, explica Konno.

Cuando visitamos el establecimiento, el sándwich mixto era de fresa, kiwi, piña, pomelo, naranja y plátano. Cada pieza de fruta se deshacía en la boca y dejaba un gusto muy dulce. Aunque el precio cambia a diario, a veces cuestan menos de 500 yenes, un importe más que razonable si se tiene en cuenta lo que vale una pieza de fruta de primera calidad. En otoño los hacen con caquis y peras, mientras que en invierno los sirven con cítricos como el dekopon

En esta época, uno de los sándwiches que más se vende es el de uvas moscatel, que lleva varias de estas frutas de gran tamaño elegidas con sumo cuidado. Un racimo de Hareō, la marca de lujo de uvas moscatel de la prefectura de Okayama, puede superar los 7.000 yenes. El sándwich, aunque cambia de precio según el día, suele rondar los 540 yenes. Su sabor sorprende, sobre todo cuando el dulzor de las uvas se extiende por todo el paladar con tan solo un mordisco. Destaca también por lo bien que combinan las uvas con el pan de molde.

Desde finales de noviembre hasta el invierno, el sándwich que más se vende es el que lleva Amaō, las mejores fresas de la tienda: grandes y de primera calidad, elegidas bajo el criterio de un comercio con tantos años de historia. Aunque su precio también varía, ronda los 540 yenes por unidad.

“Todos nuestros sándwiches tienen algo en común: elegimos la mejor fruta que encontramos en el mercado. Además de eso, nos hemos ganado a la clientela por haber reducido el dulzor de la nata que usamos. Queremos que nuestros clientes disfruten de todo el sabor que se concentra en la fruta”, explica Konno.

Cómo hacer un sándwich de frutas en casa

Tras visitar Imano Fruit Factory y ver los maravillosos sándwiches de frutas que venden en la tienda, apetece preparar uno en casa. Para ello, basta con un tipo de fruta únicamente, pero, en caso de que se quiera hacer un sándwich mixto, lo mejor es elegir los ingredientes por su colorido; por ejemplo, el rojo del pomelo, el verde del kiwi y el amarillo del melocotón. Combinando estos tres tonos, conseguiremos que nuestro bocadillo sea colorido.

En esta ocasión, hemos elegido hacer el sándwich con plátano —el rey de las frutas— y darle un toque de color poniéndole melocotón amarillo; nos hemos decantado por melocotón de lata, más colorido y barato que comprar un melocotón blanco con piel y todo. Para el verde, hemos optado por unas uvas moscatel, que solo se pueden comer en esta estación. Si la marca es lo de menos, es fácil encontrarlas en cualquier supermercado a un precio relativamente barato.  

Pensando en el equilibrio entre el pan de molde y los ingredientes, elegimos un paquete de ocho rodajas (bastante finas). Hay quienes prefieren el pan con bordes, así que recomendamos hacer dos sándwiches —con y sin— y compararlos.

En primer lugar, montamos la nata, pero sin que quede muy espesa. Tal y como nos explicaron en la tienda, le ponemos menos azúcar que en la receta que tenemos. A continuación, untamos el pan con ella y colocamos la fruta encima. Si queremos que, cuando cortemos el sándwich por la mitad, se vean las uvas, recomendamos cortarlas más o menos del mismo tamaño y colocarlas en el centro. A ambos lados, el plátano, que sirve para fijar las uvas.

Una vez tapado el sándwich, se envuelve en film transparente y se mete en la nevera una hora aproximadamente. Para que el pan no se deshaga mientras se enfría, la clave está en envolverlo apretado, de modo que los ingredientes no se muevan. Por último, el momento decisivo: el corte. Cuando el sándwich lleva mucha fruta dentro, lo mejor es cortarlo sin quitarle el envoltorio, para que el corte sea perfecto.

Si cortamos bien la fruta pero se nos pega la nata al cuchillo, significa que el sándwich no se ha enfriado lo suficiente y, por lo tanto, no está listo aún. En ese caso, conviene dejarlo otra hora más en la nevera. El resultado será completamente diferente.

Como se aprecia en la imagen, tanto las uvas como la nata han quedado perfectas; el corte es ideal, y esto se debe a que la nata está lo suficientemente dura como para que no se deshaga al pasar el cuchillo. Por ello, hay que dejar que se enfríe bien en la nevera: solo así se consigue el corte maestro.

Con la llegada del invierno, las tiendas comienzan a vender fresas, así que recomendamos aprovechar la ocasión para preparar otro sándwich diferente. Son un plato de fácil elaboración que hace felices tanto a niños como adultos, el complemento ideal para cuando invitamos a familiares y amigos a casa. 

Reportaje elaborado con la colaboración de Imano Fruit Factory

  • Dirección: Tōkyō-to Chūō-ku Nihonbashikayaba-chō 1-4-7
  • Cómo llegar: está prácticamente al lado de la salida 7 de la estación de metro de Kayaba-chō
  • Tel.: 03-3666-0747
  • Horario: de lunes a viernes, de 8 a 20; los sábados, de 10 a 15. Cerrado por descanso los domingos y los días festivos.

(Publicado en Tv Tokyo Plus el 2 de noviembre de 2019. El reportaje original se encuentra en este enlace.)

https://www.tv-tokyo.co.jp/plus/

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(Traducción al español del original en japonés)

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