Domon Ken, el padre de la fotografía realista japonesa

Arte Cultura

Domon Ken es uno de los principales fotógrafos de Japón. Además de ceñirse al enfoque del realismo para acercarse a sus temas, captó la cultura tradicional japonesa, como los templos y las estatuas budistas, desde una perspectiva única. Una de sus obras más conocidas, Hiroshima, causó un gran revuelo tanto en Japón como en el extranjero.

Hay muchos tipos de fotógrafos y su imagen cambia con los tiempos. Un fotógrafo como Domon Ken en la actualidad se considera una “especie en peligro de extinción”. Es poco probable que vuelva a haber otro “demonio de la fotografía” como él que consagre su vida a este arte, dedicándole cada gramo de su energía y trabajando en él como si estuviera poseído.

Domon Ken fotografiando al Gran Fénix en el Pabellón del Fénix de Byōdōin, 1964. (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken)
Domon Ken fotografiando al Gran Fénix en el Pabellón del Fénix de Byōdōin, 1964. (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken)

Una mirada penetrante que revela la profundidad de las personas

Domon Ken nació en 1909 en Sakata-chō (actual ciudad de Sakata), en el condado de Akumi de la prefectura de Yamagata. Su familia era pobre y creció con sus abuelos, ya que sus padres siempre estaban fuera por trabajo. Llegó a Tokio en el año 1916 y se trasladó a Yokohama en el 1918. En la antigua secundaria fue un estudiante destacado en la escuela, hasta que se obsesionó con la idea de convertirse en pintor y le fascinó la arqueología. Se graduó en 1928, pero estaba indeciso sobre su carrera y trabajó en diversos empleos.

En 1933, por sugerencia de su madre, entró como aprendiz en el estudio fotográfico de Miyauchi Kōtarō en Ueno, Tokio. Por fin había encontrado un objetivo en la vida: convertirse en fotógrafo. Sin embargo, la rutina laboral de hacer retratos monótonos en un estudio enmohecido no logró satisfacer las ambiciones de Domon. Se sintió atraído por las nuevas ideas sobre la fotografía que empezaban a surgir en Alemania y en 1935 se unió al grupo Nihon Kōbō, dirigido por Natori Yōnosuke (1910-62), que pretendía introducir un nuevo enfoque del fotoperiodismo al estilo alemán.

Bajo la estricta tutela de Natori, Domon progresó rápidamente como fotoperiodista. Trabajó con constancia, impulsado por la ambición de ver su trabajo publicado en Life, la revista fotográfica estadounidense de noticias que se había lanzado en 1936. La insatisfacción llegó cuando sus trabajos se publicaron con el nombre de Natori. En 1939, aprovechando la ausencia de Natori en un viaje de trabajo a Estados Unidos, presentó una fotografía del ministro de Asuntos Exteriores japonés Ugaki Kazushige que se publicó en Life con el crédito “Photo: Domon”. El incidente provocó el deterioro de su relación con Natori y acabó provocando la salida de Domon de Nihon Kōbō.

En los años siguientes, realizó una gran variedad de trabajos como fotoperiodista, además de trabajar para el Centro de Relaciones Culturales Internacionales (Kokusai Bunka Shinkōkai), predecesor de la Fundación Japón. Sin embargo, a partir de ese momento Japón se inclinó fuertemente hacia el militarismo y la guerra chino-japonesa se convirtió en un atolladero. A pesar de la crisis que se avecinaba, Domon continuó produciendo obras de éxito crítico, desarrollando gradualmente una reputación tal como recibió el primer Premio Ars Photo en 1943 por una serie de retratos y fotografías que aparecieron en la revista Shashin Bunka. En un ensayo con motivo del premio, el poeta y escultor Takamura Kōtarō escribió: “Hay algo extraño en Domon Ken. Su lente parece tener la capacidad de indagar en lo más profundo de las personas y las cosas”.

Con la escalada de la Segunda Guerra Mundial, el trabajo de Domon como fotógrafo de noticias se vio muy limitado. Domon trató de superar este difícil período apasionándose por fotografiar el teatro de marionetas bunraku, y comenzando a fotografiar el templo Murōji de Nara, que podría llamarse el origen de la cultura japonesa. También por esta época inició una serie de retratos de escritores e intelectuales como Kawabata Yasunari y Umehara Ryūzaburō que se incluirían en la colección Fūbō (Rostros), publicada en 1953.

Kawabata Yasunari, 1951, por Domon Ken (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken).
Kawabata Yasunari, 1951, por Domon Ken (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken).

Fotografía documental sin escenificación

El 15 de agosto de 1945, la larga guerra se acabó por fin. Domon también terminó su tiempo de letargo y comenzó a exponer sus obras con vigor. Uno de sus principales retos era cómo abordar las duras condiciones sociales de la posguerra a través de la fotografía. A partir del número de enero de 1950 de la revista de fotografía Kamera, Domon fue nombrado juez de la sección de concursos de los lectores de la revista. “Me gustaría dedicar toda mi convicción, mi experiencia y mi sinceridad a la causa de ayudar a establecer la fotografía social y culturalmente como una forma independiente de arte moderno”, declaró. Fiel a su palabra, Domon se lanzó a la tarea de valorar los envíos de cada número, escribiendo largas críticas para animar e iluminar a los lectores que habían remitido ejemplos de su trabajo.

De este modo, floreció el movimiento fotográfico conocido como “fotografía realista”. Las “tesis” específicas de Domon de “instantáneas totales sin ninguna escenificación” y “una conexión directa entre la cámara y el motivo” fueron seguidas por fotógrafos de todo Japón. Entre los que se inspiraron en Domon y posteriormente alcanzaron la fama como fotógrafos se encuentran nombres importantes como Kijima Takashi (1920-2011), Tōmatsu Shōmei (1930-2012) y Kawada Kikuji (1933-).

Kondō Isami y Kurama Tengu, de Kōtō no kodomo (Niños de Kōtō), fotografiados en 1955, por Domon Ken. (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken)
Kondō Isami y Kurama Tengu, de Kōtō no kodomo (Niños de Kōtō), fotografiados en 1955, por Domon Ken. (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken)

Fue en esta época cuando Domon empezó a pensar que tendría que realizar su propio estilo de “fotografía realista” en su obra actual. En 1955 publicó Kōtō no kodomo (Niños de Kōtō), en el que dirigía su cámara hacia los niños del barrio popular de Tokio, donde se encontraba su casa. Pero no estaba satisfecho. En julio de 1957 empezó a viajar a Hiroshima a raíz de hacer fotografías para un artículo del especial en el semanario Shūkan shinchō.

Obras completas de Domon Ken, volumen 10: Hiroshima. (1985, Colección del Museo de Fotografía Domon Ken)  (Nota del editor: un reloj de bolsillo Waltham que pertenecía a Yoshimi, un jefe de una unidad de la policía de la prefectura de Hiroshima, con las manecillas voladas a las 8:15 de la mañana, cuando la bomba atómica detonó sobre la ciudad.)
Obras completas de Domon Ken, volumen 10: Hiroshima. (1985, Colección del Museo de Fotografía Domon Ken) (Nota del editor: un reloj de bolsillo Waltham que pertenecía a Yoshimi, un jefe de una unidad de la policía de la prefectura de Hiroshima, con las manecillas voladas a las 8:15 de la mañana, cuando la bomba atómica detonó sobre la ciudad.)

Hasta noviembre de ese mismo año, visitó Hiroshima seis veces durante un total de 36 días, cubriendo y fotografiando “como si hubiera estado poseído” lugares como el Hospital de la Bomba Atómica de Hiroshima, Roppō Gakuen, un hogar para niños con discapacidades mentales, el Hogar de Niños de la Guerra de la ciudad de Hiroshima y Meiseien, un hogar de asistencia social para niños ciegos. Incluso después de que se decidiera a publicar un libro de sus fotografías, Hiroshima (1958), siguió viajando de ida y vuelta entre Tokio e Hiroshima casi diez veces, revelando 800 fotografías entre los 5.800 negativos, 171 de las cuales se incluyeron finalmente en el libro. Estas obras, que son verdaderas obras maestras, causaron una gran sensación tanto en Japón como en el extranjero. Domon aprovecha al máximo su capacidad para mirar directamente a sus sujetos, como en la escena de la operación de trasplante de piel al principio del libro y en la de las hermanas gemelas ciegas de Meiseien.

Matrimonio de supervivientes de la bomba atómica, 1957, por Domon Ken, de Hiroshima. (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken).
Matrimonio de supervivientes de la bomba atómica, 1957, por Domon Ken, de Hiroshima. (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken).

En diciembre de 1959, Domon pasó más de dos semanas fotografiando la mina de carbón de Chikuhō, en la prefectura de Fukuoka, Kyūshū. El objetivo de este viaje era publicar un libro de fotografías de los mineros del carbón, cuyas minas fueron cerrando una tras otra durante el periodo de cambio del carbón al petróleo como principal fuente de energía. El libro de Hiroshima había sido una costosa producción de lujo, con un precio de 2.300 yenes cuando el salario medio de un oficinista era de unos 16.000 yenes al mes. Para su siguiente proyecto, Domon estaba decidido a hacer las cosas de otra manera. Chikuhō no kodomo-tachi (Los niños de Chikuhō) se imprimió en papel rugoso y se publicó en una edición barata que solo costaba 100 yenes. La colección, compuesta principalmente por las fotos de unas hermanas que viven con su padre en una choza en ruinas, vendió más de 100.000 ejemplares e incluso fue llevada al cine.

Obras completas de Domon Ken, volumen 11: Los niños de Chikuhō (1985). (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken)
Obras completas de Domon Ken, volumen 11: Los niños de Chikuhō (1985). (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken)

Tras sufrir una hemorragia cerebral, fotografió desde una silla de ruedas

El reportaje en Chikuhō fue un punto de inflexión importante para Domon. Tras el reportaje, sufrió una hemorragia cerebral y se vio obligado a guardar un largo reposo. Tras una desesperada rehabilitación, pudo volver a ponerse en pie, pero le resultaba difícil moverse y fotografiar tanto como antes. Antes de sufrir el ataque, Domon comenzó a publicar una serie de fotografías para Kamera Mainichi titulada “Peregrinación a los templos antiguos”. Explorar los orígenes de la cultura japonesa a través de la fotografía de antiguos templos, santuarios y estatuas budistas era un tema que llevaba planeando desde antes de la guerra. La pérdida de su libertad física le obligó a concentrarse en esta tarea. Debió ser un gran golpe para Domon no poder seguir enfrentándose a los acontecimientos sociales en primera línea de su obra.

Nueva edición de las obras seleccionadas de Domon Ken. (2009, Colección del Museo de Fotografía Domon Ken) (Nota del editor: primer plano de la estatua de pie de Kannon Bosatsu en el pabellón Tōin-dō del templo Yakushiji, Nara.)
Nueva edición de las obras seleccionadas de Domon Ken. (2009, Colección del Museo de Fotografía Domon Ken) (Nota del editor: primer plano de la estatua de pie de Kannon Bosatsu en el pabellón Tōin-dō del templo Yakushiji, Nara.)

Sin embargo, Domon siguió fotografiando su “Peregrinación a los templos antiguos” con un espíritu indomable. Volvió a sufrir la hemorragia cerebral, y al final sus ayudantes tuvieron que empujarle en una silla de ruedas montaña arriba mientras él seguía fotografiando. Se dice que, cuando apuntó con su objetivo a la pagoda este del templo Yakushiji en la oscuridad, regañó a sus ayudantes diciéndoles: “Como pensáis que no va a salir, no sale”. Hay muchas más anécdotas como esta dignas del que se ganó el sobrenombre de “el demonio de la fotografía”.

Domon Ken durante una sesión fotográfica en el templo Murōji, alrededor de 1966. (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken)
Domon Ken durante una sesión fotográfica en el templo Murōji, alrededor de 1966. (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken)

El primer libro de la serie “Peregrinación a los templos antiguos”, que contiene fotografías de los templos Hōryūji, Chūgūji y Yakushiji, se publicó en 1963, seguido de otros cuatro hasta 1975. Se trata de una obra de gran envergadura, literalmente, el trabajo de toda la vida de Domon. Utilizando una técnica distintiva que explotaba la precisión y el poder expresivo de las cámaras de gran formato y el uso repetido de la fotografía con flash para resaltar las variaciones dinámicas de la luz y la sombra, los primeros planos de Domon están imbuidos de una energía y un vigor poco comunes y capturan los detalles más finos de las imágenes y los templos budistas de una manera que sigue siendo insuperable.

Fotos de la era Shōwa: Obras Completas, Serie 5. (1982, Colección del Museo de Fotografía Domon Ken) (Nota del editor: En su último año, logró fotografiar el templo Murōji en un paisaje nevado. Arriba de la cuesta Yoroizaka se ve el pabellón de oro.)
Fotos de la era Shōwa: Obras Completas, Serie 5. (1982, Colección del Museo de Fotografía Domon Ken) (Nota del editor: En su último año, logró fotografiar el templo Murōji en un paisaje nevado. Arriba de la cuesta Yoroizaka se ve el pabellón de oro.)

En 1978, tras la finalización de Koji junrei (Peregrinación a los templos antiguos), el afán de Domon como fotógrafo continuó, ya que fotografió el templo de Murōji en la nieve, algo que llevaba 40 años esperando retratar. Sin embargo, en septiembre de 1979 sufrió su tercer ataque de hemorragia cerebral y pasó el resto de su vida en el hospital. Falleció en 1990 a la edad de 80 años.

Además de su misión como fotoperiodista para documentar y comunicar la realidad social, Domon Ken siempre se cuestionó sobre “qué es ser japonés” y “qué es la cultura japonesa”. En Mis cosas favoritas (Peregrinación a los templos antiguos, 1971), escribió lo siguiente: “Últimamente he estado yendo a los templos y tomando fotos de las estatuas budistas, y algunas personas me preguntan si me he convertido en un especialista en templos. Pero la verdad es que, tanto si estoy fotografiando Hiroshima como la imagen del Buda Yakushi Nyorai en Jingoji, mi trabajo trata siempre de lo mismo: un diálogo de ida y vuelta entre el pueblo japonés, el mismo que sintió esa vitalidad hace 1.000 años”.

Domon Ken mantuvo esta creencia durante toda su vida, construyendo un mundo fotográfico a gran escala que es intemporal.

Museo de Fotografía Domon Ken

El primer museo de fotografía de Japón que rinde homenaje a la obra de Domon Ken, con una colección de 70.000 obras, se inauguró en 1983 diseñado por Taniguchi Yoshio y fue catalogado como establecimiento de dos estrellas en la Guía Verde Michelin Japón en 2009. El museo también alberga la colección permanente del Premio Domon Ken. El Premio Domon Ken es uno de los galardones de fotografía más prestigiosos de Japón, creado en 1981 por el periódico Mainichi en honor a los logros de Domon. Las obras publicadas entre enero y diciembre de cada año pueden ser seleccionadas, y las obras ganadoras pasan a formar parte de la colección del museo después de exhibirse en Nikon Plaza (Tokio y Osaka).

Museo de Fotografía Domon Ken.
Museo de Fotografía Domon Ken.

Fotografía del encabezado: “Kondō Isami y Kurama Tengu”, de Domon Ken, 1955 (Colección del Museo de Fotografía Domon Ken).

Cooperación: Museo de Fotografía Domon Ken.

(Traducido al español del original en japonés.)

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