El reto de la estrategia de crecimiento

¿Qué necesita Japón para convertirse en país orientado al turismo?

Política Economía

Con la llegada de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020, el Gobierno de Abe Shinzo ha trazado unos planes ambiciosos para convertir a Japón en uno de los principales destinos turísticos del mundo. ¿Qué necesita Japón para triplicar el número de turistas que recibe al año en los próximos años?

Objetivo: 30 millones de turistas extranjeros para 2030

Lograr un Japón turístico a nivel internacional, una de las estrategias para impulsar el crecimiento económico que plantea el Gabinete de Abe, es un plan prometedor del que se pueden esperar resultados, por varias razones: 1) el turismo es una industria en crecimiento a nivel mundial; 2) los esfuerzos de Japón por mejorar su turismo no tienen más de diez años, y aún se puede crecer más en ese terreno; 3) el turismo es una de las industrias más sensibles a las políticas gubernamentales, y puede recibir influencia positiva de medidas como la relajación de los requerimientos para lograr un visado, la ampliación de productos libres de impuestos, el desarrollo de la infraestructura de transportes o las campañas promocionales centralizadas.

El Gabinete de Abe, en junio de 2013, lanzó sus iniciativas para revitalizar el país, bajo el lema “Japan is back” (Japón vuelve), y en ellas anunció su objetivo de incrementar el número de turistas extranjeros hasta superar los 30 millones para 2030; en junio de 2014 publicó una revisión del plan en la que añadió un nuveo objetivo intermedio de 20 millones para 2020.

En junio de 2014 el Consejo de Ministros para la Promoción de Japón como un País Orientado al Turismo definió sus estrategias de cara a la promoción del turismo en el país en un documento denominado “Programa de acciones para lograr un país turístico, 2014”, las cuales se recogen en los siguientes ítems: 1) la promoción del turismo con vistas a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio en 2020; 2) la implementación de medidas para aumentar en gran medida el turismo entrante; 3) facilitar los viajes a Japón mediante medidas como un sistema de visado más flexible; 4) el desarrollo de zonas turísticas de nivel mundial; 5) la creación de un entorno acogedor para los turistas extranjeros; 6) atraer a viajeros de negocios a través de la promoción de Japón como lugar propicio para la celebración de reuniones internacionales, incentivación de viajes, conferencias y eventos (elementos de lo que se conoce en inglés como MICE: meeting, incentive, convention, event).

La situación mejora

¿Y a qué viene este interés por el turismo? ¿Será posible alcanzar ese objetivo de los 30 millones de turistas? ¿Qué se requiere para convertir a Japón en un país turístico de escala internacional?

Durante mucho tiempo el turismo ha sido una industria periférica en Japón, pero a raíz de las declaraciones en 2003 del entonces primer ministro Koizumi Jun’ichirō acerca de la necesidad de hacer de Japón un “país orientado al turismo”, el Gobierno lo adoptó como concepto central en sus políticas.

Como razones para esa decisión por parte del Gobierno de enfatizar el turismo podemos citar: 1) sus posibles grandes beneficios para la economía; 2) el hecho de ser una forma relativamente fácil y barata de asegurarse reservas de divisas; 3) el rápido crecimiento de la demanda, sobre todo en los mercados emergentes, gracias a sueldos más altos, el aumento del tiempo de ocio y el desarrollo de medios de transporte más asequibles (ver gráfico 1); 4) el turismo es una industria con el potencial de reactivar la decadente economía de las zonas rurales.

El turismo más reciente muestra cifras prometedoras. En 2013 el número de turistas extranjeros que visitaron Japón llegó a los 10,36 millones, la primera vez que superaba la barrera de los diez millones (ver gráfico 2). En ello fueron instrumentales el rápido crecimiento económico de los países vecinos, así como la depreciación del yen, junto con el lanzamiento de campañas promocionales, la expansión de los servicios aéreos y la relajación de los requisitos para los visados en el caso de viajeros del Sudeste Asiático. Esta tendencia se mantuvo en 2014, y el periodo entre enero y agosto de 2014 mostró un crecimiento del 20 % con respecto al año anterior.

La brecha entre el Japón turístico del futuro y la realidad

Pero lo cierto es que todavía no se puede hablar de Japón como un destino turístico a nivel internacional.

En 2013 solo llegó al puesto 27 a nivel mundial, y al 8 en Asia, en lo que a número de visitantes se refiere (ver gráfico 3). En la zona asiática Japón no puede competir con China (55.690.000 visitantes), con su vasto territorio y su riqueza histórica y cultural, pero si tampoco puede superar las cifras de regiones y países pequeños como Hong Kong, Macao y Singapur, además de Corea del Sur -que no es especialmente famoso por sus zonas turísticas-, algo funciona mal.

Los veinte millones a los que aspira el Gobierno para 2020 los alcanzó en 2013 México, que en el ránking se encuentra en el puesto 15, y los treinta a los que aspira para 2030 los alcanzó el Reino Unido, en el puesto 8. ¿Son objetivos realistas?

Este autor considera que esos 20 y 30 millones son, desde luego, metas ambiciosas. La Organización Mundial del Turismo (UNWTO, por sus siglas en inglés) estima un crecimiento anual medio de un 3,3 % en el turismo internacional de aquí a 2030; si el número de turistas que visitan Japón sigue esa tendencia, el total apenas llegará a los 13 millones para 2020. Para lograr los objetivos del Gobierno será necesario un crecimiento muy superior.

Sin embargo Japón cuenta con una demanda creciente por parte de sus países vecinos, como China y los países de la ASEAN, asi como de otras naciones asiáticas. Además posee algunas ventajas como destino turístico por tratarse de uno de los países más seguros del mundo y contar con numerosas zonas de aguas termales, templos y santuarios antiguos y espectaculares paisajes cada estación del año, además de una gran riqueza en cultura popular en la forma de videojuegos o anime, por ejemplo. Analicemos qué se requiere para convertir a Japón en un país turístico, basándonos en el Programa de Acciones 2014.

Reformas en los visados y los procedimientos de entrada y salida del país

Dos puntos reseñables del Programa de Acciones 2014 son la “simplificación de las visitas a Japón por medio de la relajación del sistema de visados y otras medidas”, y un “sistema de acogida para los turistas extranjeros”. En opinión de este columnista, un país turístico a nivel internacional necesita unos accesos mejores, mejor capacidad de hospedaje y una ciudad más amigable de cara a los extranjeros, con lo que aumentaría la conveniencia de realizar las compras en Japón; los dos puntos del programa mencionados tratan de resolver esos problemas.

Lo que resultaría más efectivo de esa relajación del sistema de visados es la rapidez y facilidad con las que se llevarían a cabo los procesos de entrada al país. Tanto en el caso de visitas por placer o por negocios, muchos visitantes se quejan de la necesidad de tener que solicitar el visado cada vez que se entra al país; seguramente una ampliación del número de países exentos de visado, o la creación de visados de entrada múltiple darían pie a un aumento en el número de turistas.

Sin embargo, el Gobierno teme que una facilitación extrema de las condiciones para solicitar el visado dé lugar a entradas ilegales y a un aumento del crimen. Por ello el cambio se ha ido dando progresivamente en los últimos años, con especial cuidado en el estado de los países del ASEAN. Entre julio de 2013 y el mismo mes de 2014 el Gobierno redujo los requisitos para los viajeros de once países, entre los cuales se encuentran Tailandia (exención de visado), Malasia (reanudación de la exención previa), Vietnam (visado múltiple) o India (visado múltiple). El turismo desde países como Tailandia y Malasia, con requisitos reducidos, se ha disparado. En la actualidad se está trabajando para crear exenciones similares para Indonesia, Filipinas y Vietnam lo antes posible.

Facilitar los procesos de entrada al país mejoraría enormemente la imagen de Japón para los turistas. En el Programa de Acciones  2014 se incluyen planes para dedicar fondos y personal extra a las aduanas, las ventanillas de inmigración y las de cuarentena, con el fin de llegar, para 2016, a reducir a 20 minutos el tiempo de espera máximo para el turista. De llegar a implantarse, este plan seguramente hará que muchos turistas quieran volver a visitar el país.

Lo que los turistas consideran más engorroso

También hay que resaltar la idea de la “creación de un ambiente favorable para los turistas extranjeros”. Para lograrlo, Japón debería fomentar elementos que pudieran producir resultados a corto plazo, como el mejoramiento y refuerzo de los servicios multilingües, la ampliación de las redes inalámbricas (WiFi) gratuitas, o la expansión de las exenciones del impuesto sobre el consumo; veámoslos a continuación por orden. Por ejemplo, desde hace mucho existen carteles que muestran la transliteración de nombres de lugares, y no su traducción (como “Kokkai”, en lugar de “Dieta”). Los turistas tendrían la vida mucho más fácil de poder contar con carteles, señales de tráfico, letreros de museos y demás en varios idiomas.

Otra de las quejas de los turistas extranjeros es la escasa calidad de la conexión a Internet. A quienes vienen a Japón les suele gustar subir información turística con sus smartphones u ordenadores, o comentar las cosas que les han impresionado en Facebook, pero el acceso público a Internet en Japón se encuentra limitado a suscriptores.

El Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones está colaborando con la Agencia de Turismo, siguiendo el Programa de Acciones 2014, para crear un sistema mediante el cual expandir el acceso público a redes WiFi gratuitas, Japón podría ser mucho más atractivo para los turistas si contara con puntos de acceso en estaciones de tren, zonas turísticas y centros comerciales.

Esperanza en los descuentos en el impuesto sobre el consumo

En octubre de 2014 se comenzó una iniciativa prometedora, que consiste en la ampliación de las zonas libres de impuestos para los turistas extranjeros. Japón es un destino usual para hacer compras, y tiene fama de contar solo con productos auténticos, y no copias baratas de marcas occidentales, de tratar bien a los clientes, y de ofrecer artículos de gran calidad (como cosméticos japoneses); por estas razones es popular entre los turistas de países asiáticos. Sin embargo la exención de impuestos, hasta ahora, ha estado limitada a compras superiores a los 10.000 yenes por día y tienda, y solo para productos durables, como los aparatos electrónicos, la ropa o los accesorios.

A partir de octubre se incluyeron en esa exención productos consumibles, como la comida, los medicamentos (de gran popularidad entre los turistas asiáticos por su calidad) y los cosméticos. Para estos productos la compra mínima con derecho a exención es de 5.000 yenes, y el máximo de medio millón (aunque para los productos durables el mínimo sigue siendo de 10.000 yenes). Como preparación para las Olimpiadas de 2020 el Gobierno piensa ampliar el número de tiendas libres de impuestos hasta las 10.000. Gracias a estas medidas el gasto de los turistas extranjeros lleva un ritmo sin precedentes, y se espera que pueda servir para mantener la economía en buena salud pese al bache generado por el aumento del impuesto sobre el consumo a nivel nacional.

Por otro lado, aunque estos esfuerzos son encomiables, va a requerir algo más de tiempo  construir ese Japón turístico que pueda competir a nivel internacional. La mayoría de los lugares turísticos del mundo no atraen a sus visitantes únicamente por algunos lugares esparcidos por su geografía, sino por una serie de atracciones relacionadas que se pueden visitar en sucesión con relativa facilidad, como el Camino Romántico de Alemania, o los antiguos castillos del valle del Loire. En Japón también existen iniciativas para crear colaboraciones parecidas, como las de las “zonas turísticas” de la Agencia de Turismo, pero son esfuerzos que aún ocurren casi solo a nivel regional o prefectural, y no son suficientes.

Ampliación de los accesos, avances en servicios multilingües, WiFi gratis

Por último no podemos olvidar la necesidad para Japón, como archipiélago que es, de ampliar sus accesos si desea convertirse en ese paraíso turístico. En marzo de 2014 el número de vuelos internacionales del aeropuerto de Haneda, en Tokio, creció hasta los 90.000, lo que supone un aumento del 50 %. Y sin embargo Japón no posee la capacidad de recibir a esos 20 millones de turistas que espera atraer el Gobierno, ni mucho menos a 30 millones. Para empezar debe ampliar los accesos y proporcionar vuelos de menor coste para las terminales internacinoales de Narita, Chūbu y Kansai, aprovechar mejor las terminales regionales como el aeropuerto de Ibaraki y mejorar los atractivos de sus puertos marítimos de cara a las principales líneas de cruceros. También habrá problemas con el hospedaje. El país debe aumentar su capacidad mediante varios métodos, y mejorar la actitud de cara a los extranjeros por parte de los hoteles los hoteles, que hasta ahora se mostraban reacios a recibirlos.

Como se señala en el Programa de Acciones 2014, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020 en Tokio representan un gran evento. Me siento algo escéptico sobre los beneficios a largo plazo de las Olimpiadas, pero si sirven para hacer que Japón se tome en serio sus planes para el turismo, habrán servido para un buen fin.

Los esfuerzos de Japón, ahora, deberían centrarse en construir infraestructuras para sus aeropuertos y puertos marítimos, expandir sus redes WiFi gratuitas y crear un ambiente favorable a los turistas para 2020. Si logra estos objetivos, quizá sea posible lograr también esos 20, o quizá incluso los 30 millones de visitantes.

(Artículo escrito el 20 de octubre de 2014, y traducido al español del original en japonés)

Fotografía del título: El mercado Nishiki, en Kioto, un lugar favorito entre muchos turistas (Jiji Photo)

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