Apuntes sobre la controversia en torno a la legislación de seguridad nacional

El complicado papel del mayor partido de la oposición

Política Sociedad

El Partido Democrático de Japón (PDJ), que gobernó entre 2009 y 2012, fracasó en su intento quijotesco de bloquear la aprobación de la legislación de seguridad nacional del Gobierno uniendo fuerzas con los manifestantes que protestaban fuera de la Dieta. Si el PDJ quiere volver a acceder al poder, tendrá que replantearse su papel como principal partido de la oposición.

El Partido Democrático de Japón, que estuvo en el poder durante tres años desde 2009, se posicionó firmemente contra la aprobación de la legislación de seguridad nacional que la Dieta promulgó en septiembre de 2015. ¿Por qué optó el PDJ, el mayor partido de la oposición actualmente, por seguir el camino de una resistencia incluso física dentro de la Dieta y la colaboración con los movimientos en contra fuera de la Dieta, tácticas semejantes a las utilizadas por el antiguo Partido Socialista de Japón cuando era la principal fuerza opositora? En este artículo intentaré responder a esta pregunta ya que está relacionada con la estructura política fundamental del Japón de hoy.

El Gobierno de partido único contra el Gobierno de coalición en el sistema parlamentario

Si observamos otros países del mundo veremos que existe una amplia diversidad en la gestión del sistema de gobierno parlamentario, el mismo sistema que Japón adoptó tras la Segunda Guerra Mundial. Destaca particularmente la diferencia entre los sistemas parlamentarios en los que el Gobierno está formado por un solo partido o un pequeño número de partidos, y aquellos en los que el Gobierno es una coalición de varios partidos, a menudo tres o más.

En los casos en que gobierna un único partido, el ejecutivo (gabinete) y el partido en el poder resuelven sus diferencias internas y completan los contenidos de la ley que quieren proponer antes de enviarla a la asamblea legislativa. El consenso del partido en el poder es suficiente para la promulgación de una ley, y prácticamente no se revisa el contenido de la misma durante las deliberaciones de la asamblea legislativa, ya que las disposiciones ya se han acordado con antelación. El proceso de formulación de las políticas es generalmente liderado por el Gobierno. El Reino Unido es un ejemplo manifiesto de este tipo de gobierno parlamentario.

Cuando se trata de un Gobierno de coalición, por otra parte, el proceso de formulación de las políticas es liderado principalmente por los partidos de la coalición gobernante. Los deseos del gabinete (primer ministro) siguen teniendo prioridad, pero dado que ningún partido tiene la mayoría de los escaños en la legislatura, las políticas no podrán ser adoptadas a no ser que los miembros de la coalición lleguen a un acuerdo entre ellos.

Cuando los miembros de la coalición no han logrado resolver sus diferencias antes de enviar un proyecto de ley a la asamblea legislativa, buscan su promulgación aceptando al mismo tiempo revisiones en el proceso de deliberaciones. En estos casos los partidos de la oposición tienen la posibilidad de involucrarse en el proceso. Este tipo de proceso legislativo es frecuente en los países continentales de Europa.

Un tipo de Gobierno de coalición característico de Japón

En Japón el patrón básico para la formulación de las políticas ha sido el de partido único. Desde 1993 el Gobierno ha estado en manos de una coalición, pero en casi todos los casos la coalición ha sido controlada por un partido, ya sea el Partido Liberal Democrático o el PDJ. Aunque el partido dominante ha gobernado en coalición con partidos mucho más pequeños, ha solido ocupar el 80 % de todos los escaños de la coalición en la Cámara baja.

Aunque el principal partido en el Gobierno puede tener en consideración los deseos de sus compañeros de coalición ya que necesita sus votos en la Cámara alta, en la mayor parte de los casos las decisiones políticas sobre el contenido de las leyes propuestas se alcanzan mediante un proceso consultivo entre el Gobierno y el princiapal partido antes del envío de la proposición de ley a la Dieta.

A excepción de los períodos en los que los partidos de la oposición tienen la mayoría en la Cámara alta, es inusual que la oposición se involucre en la revisión de las proposiciones de ley durante las deliberaciones de la asamblea legislativa. En la mayoría de los casos la proposición de ley es aprobada tal como es enviada por el Gobierno.

La oposición se encuentra en una situación complicada

¿Qué papel desempeñan los partidos de la oposición en un sistema parlamentario en el que la formulación de las políticas sigue el patrón del partido único? La clave que nos explica esta situación es el hecho de que las leyes que se proponen no son generalmente revisadas en el proceso de las deliberaciones de la asamblea legislativa.

En el caso del sistema parlamentario de posguerra en Japón, en ocasiones la oposición ha podido obtener concesiones del partido gobernante negándose a participar en el proceso legislativo o utilizando otras tácticas dilatorias. En estos casos la oposición se aprovecha de la corta duración de las sesiones de la Dieta y de la tendencia de los medios de comunicación a criticar al partido en el Gobierno si presiona a la asamblea legislativa para la aprobación de una proposición de ley. En la mayoría de los casos, no obstante, las concesiones están dentro del espectro de lo que el Gobierno esperaba cuando presentó su proposición. Es muy inusual que una parte realmente importante de la ley termine siendo eliminada.

La oposición se encuentra en una situación complicada, pues es muy difícil conseguir modificaciones importantes o bloquear la aprobación de las proposiciones de ley clave. Cuando hay un patrón de partido único en la formulación de las políticas el procedimiento estándar para los partidos de la oposición es señalar los problemas que existen en las proposiciones del Gobierno en un debate en la Dieta, trasladar su posición a los medios de comunicación, atraer el apoyo de la ciudadanía, y en consecuencia obtener votos suficientes para hacerse con el poder en las siguientes elecciones. Pero en muchos casos el nivel de interés hacia los debates en la Dieta es reducido entre la ciudadanía, y por lo tanto esta forma de actuar es de dudosa efectividad a la hora de recurrir al electorado.

Presentar propuestas alternativas es fútil

Los partidos de la oposición a menudo son instados a contestar con alternativas a las proposiciones de ley presentadas por el Gobierno. Pero al estar dominado el proceso de formulación de nuevas políticas por el partido gobernante, las alternativas presentadas por la oposición no sirven más que para hacer pública la postura del

partido; en el caso de la mayoría de las propuestas de ley individuales, los partidos que las presentan no se benefician en nada de ello, especialmente si se trata de grandes partidos como el PDJ.

Si la proposición de ley alternativa supone una revisión completa de lo presentado por el Gobierno, no hay prácticamente ninguna posibilidad de que sea aceptada. Cuando un apartado de la ley propuesta por el Gobierno es motivo de enfrentamiento entre los partidos en el Gobierno y en la oposición, los contenidos de la proposición del Gobierno son acordados con antelación dentro del partido gobernante y en conversaciones con los representantes del partido y la Oficina Legislativa del Gabinete, un proceso en el que se agota un tiempo y una energía considerable. Por tanto, una vez que una proposición de ley ha sido presentada, las modificaciones, más allá de lo que encaje con los contenidos previamente acordados entre el Gobierno y el partido en el poder, son poco viables. Y si la propuesta de ley alternativa de la oposición solo presenta pequeños cambios, el interés del electorado por la misma será muy débil y nada efectivo. Es más, el partido en la oposición que presente una proposición de ley de esta clase tendrá que defenderla en la Dieta, y deberá atenerse a las críticas de los medios de comunicación y de sus simpatizantes por ser tan conformistas.

En este contexto podemos entrever la razón por la que el PDJ eligió la táctica anteriormente descrita ante la legislación de seguridad nacional propuesta por el Gobierno, incluyendo su decisión de aliarse con los manifestantes en el exterior de la Dieta y el recurso de la fuerza física para bloquear el proceso legislativo.

Comprendiendo la decisión del PDJ

Desde el punto de vista del PDJ, la táctica de convencer al electorado revelando los defectos de la ley propuesta por el Gobierno mediante el debate en la Dieta no prometía unos buenos resultados. Aunque el PDJ optó por esta estrategia en la primera fase de las deliberaciones, el interés por el debate en la Dieta fue bajo hasta que tres expertos en la Constitución invitados a hablar ante la Comisión sobre la Constitución de la Cámara baja expresaron de forma unánime que la legislación propuesta era inconstitucional. Además, los votantes normalmente colocan a la economía en un puesto prioritario en cuestión de política, y parece poco probable que el descontento con la legislación de seguridad nacional del Gobierno pudiese provocar una caída decisiva en la popularidad de la administración del primer ministro Abe Shinzō que tendría un impacto importante en el resultado de las próximas elecciones.

El PDJ tampoco pudo ver ningún sentido a realizar una propuesta alternativa. La coalición gobernante tiene ahora la mayoría en ambas cámaras de la Dieta y por lo tanto no había ninguna posibilidad de que aceptase una revisión amplia por parte del principal partido de la oposición en este conjunto de leyes que el Gobierno y el PLD estaban esforzándose por promulgar.

Y si el PDJ quisiera presentar solo algunas revisiones parciales, se encontraría bajo presión para apoyar dicha Ley a cambio de pequeñas concesiones de parte de la coalición gobernante. Probablemente el Gobierno y la coalición en el poder estaban preparados para aceptar algunas revisiones para así evitar las críticas por hacer pasar la legislación a la fuerza en la Dieta, pero asegurarse el apoyo de uno o más de los pequeños partidos en la oposición bastaba para su objetivo, y por lo tanto no parecía que existiese ninguna razón para hacer concesiones al PDJ.

Cuando los movimientos de protesta contra la legislación propuesta reunieron apoyos fuera de la Dieta, aliarse con ellos parecía la opción más sensata para el PDJ. Las manifestaciones en apariencia no eran en absoluto partidistas, y así es como se mostró en los medios de comunicación. Unirse con los manifestantes ofreció al PDJ más probabilidades de atraer clara y rápidamente a un mayor número de votantes que un debate en la Dieta o presentar una ley alternativa.

Un resultado poco fructífero para el PDJ

Finalmente, sin embargo, el camino elegido por el PDJ no tuvo el efecto que el partido esperaba. Varias encuestas realizadas después de que la legislación de seguridad nacional fuese promulgada mostraron un descenso en el porcentaje de apoyo a la administración de Abe, pero aún así el Gobierno ha conservado unos índices favorables en torno al 40 %. Mientras tanto, los apoyos al PDJ no aumentaron y se mantuvieron en un nivel bastante inferior al del PLD. No parece que haya muchas posibilidades de que se produzca un cambio de gobierno.

El golpe más grave recibido por el PDJ es probablemente el fracaso de su plan para aprovechar el poder de los movimientos de protesta fuera de la Dieta. Ningún tipo de conexión con los movimientos fuera de la Dieta podría haber impedido la aprobación de la legislación de seguridad nacional del Gobierno bajo este sistema de formulación de políticas por un único partido. El PDJ debía de percatarse de este hecho, dado que es un partido con experiencia en el Gobierno, particularmente cuando hablamos de sus líderes más veteranos.

Miembros del PDJ se unieron a las manifestaciones en el exterior de la Dieta, lo que animó a muchos ciudadanos que nunca habían participado en ninguna protesta a unirse también, e hizo creer a muchas personas en la ilusión de que una fuerte oposición en las calles haría posible que las proposiciones de ley del Gobierno fuesen bloqueadas. Pero cuando la Ley fue aprobada, los ciudadanos, desilusionados, dejaron de apoyar al PDJ para simpatizar con otros partidos. Algunos miembros del PDJ incluso han propuesto formalmente disolver el partido actual para comenzar de nuevo con otro nombre. No creo que esta sea una buena idea, pero pienso que el futuro del partido no será nada prometedor a no ser que sus miembros y líderes reconozcan que es su actuación irresponsable—un comportamiento inapropiado para un partido que busca el poder— la que ha mantenido al PDJ sin posibilidad de volver al Gobierno.

No hay atajos para recuperar el poder

Tengo la sensación de que el único camino que el PDJ puede tomar ahora es volver a actuar según el manual como partido en la oposición en una legislatura bajo el dominio de un único partido. Esto quiere decir debatiendo pacientemente y persistentemente las propuestas del Gobierno, incluso cuando esto apenas atraiga la atención fuera de la Dieta y no tenga ningún resultado a corto plazo.

El PDJ no debe limitarse a oponerse enérgicamente a proposiciones de ley particulares elaboradas por el Gobierno, sino a ofrecer una serie de alternativas generales a la línea política del partido en el poder. Y debe hacer todo lo posible para atraer a miembros de otros partidos pequeños de la oposición a unirse a estas alternativas. Puede que este sea un camino largo para el mayor partido de la oposición, pero es la única opción si quiere regresar al poder.

(Publicado originalmente en japonés el 30 de noviembre de 2015. Fotografía del encabezado: el secretario general del PDJ, Yukio Edano, levanta el puño al tiempo que anima a los manifestantes a reunirse frente a la Dieta para protestas contra la Ley de Seguridad de Nacional del Gobierno el 15 de julio de 2015. © Jiji.)

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