El coronavirus, un cambio en nuestras vidas: ¿Cómo pasan el tiempo los japoneses? (1)

Sociedad

La amenaza del nuevo coronavirus ha alcanzado niveles tan altos que el Gobierno de Japón decretó el estado de emergencia. Con esto, el movimiento de las personas se limita todavía más. Personalidades de diferentes esferas en Japón comparten sus ideas.

La emergencia se decretó de manera oportuna

Satō Masaru, escritor, ex analista jefe del Ministerio del Exterior, residente en Tokio.

Considero que la declaración del estado de emergencia se hizo en un momento oportuno. Otros países han criticado la falta de coerción del Gobierno de Japón, pero creo que esas opiniones no toman en cuenta ciertos factores. Las situaciones de emergencia ponen en evidencia la cultura de un país. Japón se caracteriza por su cultura de la vergüenza, por lo que, si se pide que la gente se abstenga de salir, se ejercerá una presión comunitaria. Confío en que, con esta medida, se puedan reducir los contagios. En lo personal, seguiré al pie de la letra la decisión del Gobierno. Los dirigentes del Estado representan la voluntad del pueblo, ya que fueron elegidos por él. Por lo tanto, acataré las medidas por mi propia iniciativa.

En consecuencia, durante este periodo decidí cancelar todos mis planes que implicaban salir y trabajaré desde casa. Tal como lo establecen las estadísticas, si se logra reducir entre un 70 y un 80 % el movimiento de las personas en el exterior, disminuirán los contagios. En otras palabras, podríamos decir que se cuestionarán las acciones de cada uno de los ciudadanos. No obstante, habrá que ver si la población respetará lo que diga el Estado cuando termine el estado de emergencia.

Ahorrar tiempo para el futuro

Ueno Makoto, profesor de la Universidad de Nara, residente en Nara.

Tanto en el pasado como en la actualidad, siempre se ha considerado que las enfermedades infecciosas son un padecimiento de las grandes ciudades. Aunque es la primera vez que lo experimento en carne propia, me queda claro que cerrar las ciudades para hacer frente a las enfermedades contagiosas ha sido una medida clásica a lo largo de la historia de la humanidad. El Decamerón es un ejemplo de una obra literaria en la que podemos saber cómo vivieron las personas el encierro por una epidemia. También en el Man’yōshu hay poemas que nos dejan saber que, cuando había un brote de alguna enfermedad infecciosa, estaban prohibidas las grandes reuniones y que, excepcionalmente, se permitían tertulias pequeñas de familiares.

Me gustaría que este periodo de un mes se convirtiera en una oportunidad de introspección en la que persigamos lo profundo. En mi caso, ya que los estudiantes no pueden asistir a la universidad, me dedicaré a trabajar en un texto que tengo previsto publicar sobre el Man’yōshu. También prepararé con anticipación mis cátedras para cuando se reanuden las clases en la universidad. Me gustaría pensar que estoy ahorrando tiempo para el futuro.

Ahora más que nunca es importante el agradecimiento

Ishikawa Yūki, deportista clasificado a los Juegos Olímpicos de Tokio, jugador profesional de vóleibol (club Pallavolo Padua), residente en Italia.

Me entristece muchísimo no poder practicar el vóleibol que tanto me gusta, ya que el resto de la temporada de la Serie A de Italia fue suspendido. Pero, al mismo tiempo, me ha dado la oportunidad de reafirmar que lo que hasta ahora daba por hecho no lo conseguía solo gracias a mi esfuerzo, sino que también era el resultado del apoyo de muchas otras personas. Además, he pensado que me gustaría convertirme en alguien tan considerado con los demás como lo soy conmigo mismo. Justamente porque estamos atravesando por esta situación no debemos olvidarnos de estar agradecidos. Pensando en eso y en qué podía aportar, decidí publicar en mi cuenta de Instagram los mensajes de agradecimiento que me mandan las personas.

Seguramente habrá muchísimos agradecimientos o desafíos por cumplir que no se pudieron expresar directamente a otras personas ya que se suspendieron las ceremonias de graduación, de ingreso u otros eventos para los que tanto se habían preparado. Si unimos todos y cada uno de nuestros agradecimientos, confío en que llegará el momento en el que volverán los días normales, un futuro brillante y la paz a la Tierra.

(Departamento Editorial de nippon.com. Fotografía del encabezado, Jiji Press.)

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