Consejos de un psiquiatra para mantener la salud emocional durante el confinamiento

Salud

La pandemia por el nuevo coronavirus trajo consigo un reto sin precedentes: confinarnos por largo tiempo en casa. En estas condiciones, ¿cómo debemos cuidar nuestra salud emocional? El psiquiatra Nakoshi Yasufumi nos da su opinión.

Nakoshi Yasufumi NAKOSHI Yasufumi

Nacido en la prefectura de Nara en 1960. Psiquiatra y profesor invitado en las Universidades Sōai y Kōyasan. Sus especialidades son la psiquiatría en adolescentes y la psicoterapia. Después de graduarse de la Facultad de Medicina de la Universidad Kinki, estableció el Departamento de Urgencias Psiquiátricas en el Hospital Nakamiya de la prefectura de Osaka (actualmente el Centro de Psiquiatría de la Prefectura de Osaka), del cual llegó a ser el titular, y se retiró de dicho cargo en 1999. Actualmente combina su trabajo clínico con su papel como comentarista en radio y televisión.

Fortalezcamos nuestro sistema inmunitario con baños de sol

Bajo la declaración del estado de emergencia, los Gobiernos central y locales nos han solicitado que evitemos salir de casa y hacer viajes innecesarios. Los adultos teletrabajan y los niños no pueden asistir a las escuelas, por lo que muchas familias están pasando más tiempo juntas dentro de los hogares.

Una forma eficaz de reducir los contagios es no salir de casa y dejar de tener contacto con la gente. Sin embargo, se ha demostrado que pasar demasiados días encerrado sin recibir la luz del sol ni respirar el aire fresco del exterior causa una presión psicológica que se convierte en un estado poco saludable.

Los efectos negativos del confinamiento no solo se limitan al área psicológica. La falta de luz solar causa una deficiencia de vitamina D. Esta no solo ayuda a absorber mejor el calcio para proteger dientes y huesos. Estudios recientes han revelado que fortalece el sistema inmunitario, que es nuestro mecanismo de defensa contra las enfermedades. La vitamina D también contribuye al bienestar mental regulando la serotonina que se produce en el cerebro. Por lo tanto, tomar baños de sol es indispensable para cambiar nuestro ánimo y mantener la salud de nuestros ritmos corporales habituales, también conocidos como nuestro reloj interno.

Con esto no quiero decir que salgamos a las calles o a zonas comerciales. Debemos abstenernos por todos los medios de visitar zonas que puedan ser focos de contagios como lugares cerrados, concurridos y con contacto cercano con otras personas. Yo recomiendo tomar el sol en lugares donde haya poca concentración de gente y mantener una distancia de dos metros de diámetro o cinco, si no estamos en movimiento, con otras personas.

También podemos aprovechar cuando salimos a hacer la compra, algo que no está prohibido bajo el estado de emergencia. De ida o de regreso podemos desviarnos un poco hacia un parque y dar un paseo. Esto es lo mínimo que podemos permitirnos en estos momentos.

No solo debemos preocuparnos por la posibilidad de contagiarnos, también tenemos que mantener nuestra salud física y mental. Aunque el brote sea controlado, podría haber una segunda o tercera ola, hasta que la mitad de la población consiga inmunidad al virus. Necesitamos pensar a largo plazo.

Tomemos baños de sol en lugares amplios y con poca gente (Foto: PIXTA)
Tomemos baños de sol en lugares amplios y con poca gente (Foto: PIXTA)

Es preocupante el aumento de la violencia intrafamiliar

Conforme se extiende la autorrestricción, más crecen las preocupaciones de que aumente la violencia intrafamiliar como consecuencia de la acumulación de estrés en los hogares. Esto se está convirtiendo en una tendencia mundial.

El 5 de abril, António Guterres, secretario general de la ONU, encendió las alarmas por el aumento mundial de este tipo de violencia en momentos en que se recrudece la presión económica y social. Guterres solicitó a los Gobiernos que, como parte de las medidas contra el nuevo coronavirus, se hiciera algo para prevenir la violencia y ayudar a las mujeres que sean víctimas de esta. Por su parte, Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud, también señaló que, como consecuencia de la inestabilidad económica y la pérdida de empleos, las personas están experimentando un mayor nivel de estrés, lo que aumenta las posibilidades de que las personas sean víctimas de violencia. También dijo que hay países que están registrando un mayor número de casos de violencia intrafamiliar en medio de la pandemia.

El doctor Nakoshi Yasufumi (foto del 10 de abril).
El doctor Nakoshi Yasufumi (foto del 10 de abril).

Es natural que aumente la violencia intrafamiliar o el maltrato infantil si estamos encerrados en casa con las mismas personas. El doctor Nakoshi nos advierte que es totalmente plausible que en Japón también se den situaciones como las que se están presentando en países de Europa, entre otras regiones. Recalca que son especialmente vulnerables aquellos hogares donde ya existían disputas o donde hay problemas de comunicación (familias disfuncionales).

Una medida para evitar la violencia intrafamiliar puede ser cambiar de lugar, en otras palabras, respirar el aire del exterior. Las mentes de las personas están atadas al lugar donde se encuentran en ese momento. Por eso, si empezamos a sentir enojo o rencor, es mejor que nos alejemos de ese lugar antes de que el sentimiento se vuelva incontrolable. Aunque sea un corto periodo de tiempo, 10 minutos, por ejemplo, salgamos de casa a un lugar donde haya poca gente y respiremos aire fresco. Podemos ir a comprar una bebida a una tienda cercana. Pero, si fuera imposible salir, podemos abrir la ventana y hacer que corra el aire por la casa. Eso nos ayudará a apaciguar nuestras emociones.

El doctor Nakoshi nos da el ejemplo de una noticia en Francia, un país donde aumentaron los casos de violencia cuando se decretó el confinamiento. Algunas personas empezaron a pedir prestados los perros de sus vecinos para poder salir un rato de casa. La policía no detiene a quienes sacan a pasear a las mascotas. En países en los que las salidas están muy restringidas, los ciudadanos se las han arreglado para poder darse un respiro del encierro.

Intentar mantener las rutinas

También es preocupante que aumente nuestra ingesta de alcohol en casa por el estrés y que esto termine afectando a nuestra salud. Con el teletrabajo no es necesario ir a las oficinas, por lo que no hay una razón para abstenerse y hay quienes siguen bebiendo sin control hasta caer en una adicción. En Rusia aumentó la violencia doméstica por el estrés que ha ocasionado el confinamiento y, en algunas regiones, se limitó la venta de vodka, entre otras bebidas alcohólicas.

Durante el confinamiento, es grande la diferencia entre aquellos que pueden mantener sus rutinas y quienes no. Podemos mantener las rutinas si continuamos de manera habitual atendiendo y paseando a las mascotas, cuidando plantas o haciendo alguna actividad física que nos hayamos propuesto.

Es la primera vez que nos enfrentamos a algo así. No sabemos a ciencia cierta cuándo terminará. El doctor Nakoshi nos propone que, justamente porque es algo a largo plazo, no solo debemos resguardarnos en casa, sino también recordar la importancia de respirar de vez en cuando aire fresco del exterior evitando lugares cerrados, concurridos y con contacto cercano con otras personas.

Fotografía del encabezado: imagen de una familia que pasa más tiempo dentro del hogar por la autorrestricción. (PIXTA)

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