La basura de plástico japonesa no tiene dónde ir tras la prohibición de China

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China, hasta ahora uno de los mayores receptores de basura de plástico, anunció en 2017 que prohibiría la importación de estos residuos. Esto ha reducido sensiblemente las opciones para deshacerse de estos desechos.

Las exportaciones japonesas de basura de plástico a China comenzaron a reducirse abruptamente en 2018. Japón produce cerca de 9 millones de toneladas métricas de basura de plástico cada año, de las que 1,5 millones son exportadas, con entre un 60 % y un 70 % de ellas enviada a China.

Durante muchos años China había importado y reciclado la basura de plástico descartada por los países ricos como una alternativa barata para obtener petróleo a partir de plástico. No obstante, con frecuencia la basura es de una calidad demasiado baja para ser reciclada a causa de la contaminación con otros tipos de desechos como la comida y la bebida. En 2017, el Gobierno de China anunció por sorpresa que prohibiría la importación de basura de plástico.

A causa de esto, Japón apenas exportó unas 50.000 toneladas de basura de plástico a China en todo 2018, menos que la cantidad exportada en un solo mes en 2017. Entrando en 2019 la cantidad exportada se ha hundido mucho más, hasta alrededor de 1.000 o 2.000 toneladas por mes.

Desde 2018, Japón ha exportado más basura de plástico a Taiwán, Malasia y Tailandia para tratar de compensar la prohibición china. No obstante, estos países se muestran cada día más incómodos con su estatus de basurero de los países ricos, y por tanto están también reduciendo la cantidad de desechos que importan.

Ahora que el statu quo de la exportación de la basura de plástico está llegando a un punto de inflexión, los consumidores japoneses deberán empezar a reducir y reutilizar los envases de este material.

(Fotografía del encabezado: © Jiji.)

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