El aumento de los casos de COVID-19 en Japón comienza a acelerarse

Sociedad

Japón tardó 65 días en alcanzar los 1.000 casos de COVID-19, pero solo 11 más en llegar a los 2.000, lo que sugiere que el país podría hacer frente dentro de poco a un serio brote de la enfermedad.

Wuhan, en China, fue la primera ciudad que experimentó un gran brote de la COVID-19. A comienzos de marzo los 80.000 casos de China superaban con diferencia a los registrados en el resto del mundo, tal como se puede comprobar en el gráfico de abajo. Con unos pocos miles de casos en Corea del Sur, se sospechó que el país pronto sufriría un importante aumento en el número de enfermos. Otros países tenían como mucho unos centenares de casos.

El primer aumento masivo en Occidente ocurrió en Italia, y al comienzo pudo parecer que se trataba de un caso excepcional. Hasta mediados de marzo, parecía que muchos países mantenían un número relativamente bajo de infecciones. No obstante, la segunda mitad de ese mismo mes fue diferente. A medida que la COVID-19 se extendía rápidamente por los países de Occidente, el número de casos en los Estados Unidos, Italia y España pronto superó a la cifra de China.

En el gráfico de abajo parece que Japón mantiene el número de infecciones a un nivel reducido, muy por debajo que el de otros países.

Si observamos únicamente los datos de Japón, no obstante, parece evidente que el número de casos ha ido aumentando con mayor velocidad desde finales de marzo. Aunque el país tardó 65 días en alcanzar los 1.000 casos confirmados, solo necesitó 11 días para llegar a la cifra de los 2.000.

En estos momentos Japón tiene menos casos que muchos países de Occidente, pero esto no quiere decir que el país puede jactarse de ello, ya que dentro de medio mes podría darse un importante brote parecido a los vividos por los Estados Unidos, Italia, España o Alemania.

Los Gobiernos nacional y de las prefecturas han pedido a los habitantes que eviten los espacios poco ventilados, los lugares en los que se reúnen multitudes o aquellos donde las personas no pueden mantener una distancia de seguridad. Los esfuerzos para aumentar el distanciamiento social pueden reducir el riesgo de un aumento exponencial en las infecciones.

(Fotografía del encabezado: la gobernadora de Tokio Koike Yuriko. © Jiji.)

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