¿Se han producido muchos terremotos en Japón durante la pandemia?

Prevención de desastres

Durante la primera semana de mayo ocurrieron dos temblores de nivel 4 en la escala japonesa de intensidad sísmica. Mucha gente expresó su temor por la posibilidad de un gran terremoto durante pandemia.

El 4 y 6 de mayo ocurrieron dos terremotos de intensidad máxima de 4 en la escala japonesa que tuvieron su hipocentro en la región septentrional de la prefectura de Chiba. El terremoto del día 6 sacudió toda la zona metropolitana de Tokio e incluso en áreas de Tokio, Saitama y Kanagawa se registró una intensidad 3. Además, se produjeron 4 temblores de una intensidad máxima de 4 entre la noche del 17 de mayo y el mediodía del día 19. Como consecuencia de la pandemia, la gente sale poco de sus casas y en las redes sociales empezaron a circular comentarios de personas que expresaban la sensación de estar percibiendo más sismos y que temían que, en estas condiciones, ocurriera un gran terremoto en la fosa de Nankai.

No están ocurriendo más terremotos

Analizamos los registros de la Agencia Meteorológica de Japón sobre los sismos con intensidad igual o superior a 3 que han ocurrido de enero hasta el 19 de mayo de 2020 a nivel nacional. Es cierto que a partir de abril se ha registrado un número levemente mayor de terremotos en comparación con el periodo de enero a marzo. En mayo, hasta antes de las dos de la tarde del día 19, habían ocurrido 6 terremotos de intensidad 4 y 14 de intensidad 3, lo que representa un ritmo más acelerado que el de abril.

Ahora, comparemos estos datos con los de enero a abril en los últimos cinco años.

Un simple vistazo a la gráfica nos revela que no ha habido más terremotos en 2020 que en otros años. En 2016, año del terremoto de Kumamoto, ocurrieron dos sismos de intensidad 7, el 14 y el 16 de abril. Tan solo en abril de ese año se registraron 457 terremotos con intensidad igual o superior a 3 y más de la mitad de ellos tuvieron su hipocentro en Kumamoto u Ōita.

La ciencia actual no permite predecir de forma certera dónde, cuándo y qué magnitud tendrán los terremotos. En el mismo año 2016, hasta las 9:26 de la noche del 14 de abril, momento en el que ocurrió el primer terremoto de intensidad 7 en Kumamoto, se habían registrado, desde enero, 48 temblores de intensidad igual o superior a 3 en todo el país y ninguno de ellos tuvo su hipocentro en dicha prefectura. Las estadísticas del número de terremotos ocurridos contienen información muy relevante. Sin embargo, solo sirven como un valor de referencia.

¿Lleva mascarillas y jabón en su mochila de emergencias?

Cuando caminamos o hacemos deporte en exteriores es difícil percatarse de los terremotos. Pero cuando estamos tranquilos en casa, seguramente todos hemos tenido la experiencia de sentir un gran temblor. El 4 y 6 de mayo de este año se sintieron sendos terremotos poco después de las 10 de la noche y a las dos de la madrugada, respectivamente, horas en las que es muy fácil darse cuenta de los movimientos telúricos. Además, coincidió que esas fechas fueron parte de la semana que el Gobierno había solicitado permanecer en casa, por lo que muy poca gente estaba en las calles. Esto, aunado a la sensación de amenaza y miedo por el coronavirus, así como la incertidumbre por el futuro, fueron un caldo de cultivo perfecto para que la gente sintiera más alarma que de costumbre por los terremotos.

Japón es un país con una alta actividad sísmica y se ha enfrentado un sinfín de veces a grandes terremotos. No es correcto alarmarse por cosas sin fundamento pero tampoco hay que olvidar estar preparados, pues un gran terremoto es algo que puede ocurrir en cualquier momento.

Siempre se ha señalado la necesidad de tomar medidas contra los resfriados y la gripe, entre otras enfermedades infecciosas que suelen presentarse en lugares como los refugios para los afectados por los desastres naturales. Son espacios donde la gente se concentra y no se puede tener un óptimo control de la higiene. Conviene recordar meter mascarillas, alcohol desinfectante, jabón y toallas húmedas dentro de una mochila de emergencia. Vale la pena redoblar los esfuerzos de higiene y desinfección al menos hasta que se controle la propagación del nuevo coronavirus. También es probable que, hasta entonces, los refugios tengan que mantener las ventanas y puertas abiertas para garantizar una buena circulación del aire. Por esa razón, no hay que olvidar preparar ropa que permita regular fácilmente la temperatura y otros elementos que puedan ser de ayuda.

Fotografía del encabezado: personas con mascarillas en un refugio tras el terremoto de Kumamoto.

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