La crisis de la COVID-19 lleva a muchas empresas a la bancarrota en Japón

Economía

La crisis desatada por el nuevo coronavirus aún no ha terminado. Muchas empresas se están viendo al filo de la bancarrota a causa de la epidemia.

Datos recogidos por Tokyo Shōkō Research reflejan que en junio de 2020 se produjeron 103 bancarrotas relacionadas con la COVID-19, con deudas de 10 millones de yenes o más. El monto total de este tipo de bancarrotas desde febrero alcanza los 294 casos.  

En febrero y marzo se declararon solo 2 y 22 bancarrotas respectivamente, pero ese número se disparó hasta las 84 en abril, y superó los 100 casos en junio, marcando un récord mensual.

Por regiones, 26 de las quiebras relacionadas con la COVID-19 en junio, casi un cuarto del total, ocurrieron en Tokio, seguidas de 12 y 7 bancarrotas en las prefecturas de Osaka y Aichi respectivamente. Un total de 27 prefecturas experimentaron entre 1 y 4 bancarrotas ese mismo mes.

El sector más afectado fue el de los restaurantes y bares, que sumó 16 bancarrotas en junio. Estos establecimientos se han visto azotados por factores como el declive en el número de clientes durante el estado de emergencia y por la petición de suspensión temporal de los negocios. La mayor cifra de quiebras la experimentaron los fabricantes de ropa y comerciantes, con 12, afectados por el cierre temporal de los grandes almacenes y otros centros comerciales. Otros negocios conectados con el consumo, como los relacionados con los servicios para la vida diaria y el entretenimiento, registraron 11 bancarrotas.

La mayor bancarrota en términos económicos fue la de White Bear Family, una agencia de viajes de Osaka que se declaró en quiebra en el Tribunal del Distrito de Osaka con una deuda de unos 27,8 mil millones de yenes. Además de ser la mayor bancarrota relacionada con la COVID-19, es la mayor que jamás ha ocurrido en la industria del turismo en Japón. El pasivo total, incluyendo la sociedad de cartera del grupo, alcanza los 35,1 mil millones de yenes.

Aunque la petición de suspensión temporal de las actividades de los negocios se relajó notablemente desde el 1 de junio, las empresas necesitarán aún algo de tiempo para recuperar su rentabilidad. Algunas se han visto obligadas a revisar sus planes de negocios para adaptarse a la “nueva normalidad” que ha surgido durante la pandemia. Tokyo Shōkō Research sugiere que bajo la superficie hay un creciente número de empresas que están suspendiendo sus actividades sin adoptar medidas de financiación o apoyo, por lo que se teme que habrá nuevas bancarrotas en el mes de julio.

Fotografía del encabezado: © Pakutaso.

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