Cada vez menos japoneses eligen una tumba tradicional como su última morada

Sociedad Vida

Hay quienes prefieren vivir a las afueras de la ciudad en una casa particular con jardín y quienes eligen la conveniencia de vivir en el centro, pero en un apartamento pequeño. Ocurre lo mismo en la elección de la que será nuestra última morada.

Un coche, una casa, la educación de los hijos, placeres y viajes al extranjero. La vida es una espiral de grandes inversiones; la última de ellas es, quizás, nuestro sepulcro.

La empresa Kamakura Shinsho, que ofrece servicios funerarios, entre otros, hizo una encuesta vía internet a personas que adquirieron una tumba en 2019. Las 828 respuestas recibidas dejaron en evidencia que en Japón está disminuyendo la preferencia por las tumbas tradicionales con lápida sepulcral de piedra.

El 41,5 % de quienes adquirieron una sepultura se decantó por un entierro bajo un árbol, mientras que el 27,4 % eligió una tumba tradicional y el 24,9 %, una sepultura comunitaria en un columbario. En el caso particular de Tokio, las cifras difieren un poco. El 46,6 %, casi la mitad de los encuestados, eligió un columbario y el 31, 9 %, un entierro bajo un árbol. Una de las razones que explican estos resultados es la dificultad de conseguir un espacio para un entierro tradicional en el centro de la capital, por lo que la gente prefiere aprovechar la abundante oferta de sepulcros colectivos, en los que solo se necesita un espacio pequeño.

Con respecto a los precios de las sepulturas, las tumbas tradicionales tienen un costo promedio de 1.761.586 yenes; los entierros bajo árboles, 687.791 yenes y los columbarios, 876.699 yenes. Una tumba tradicional cuesta casi el doble que otros tipos de sepulcro debido a la lápida de piedra que se utiliza. En el caso de Tokio, el precio de una tumba tradicional es 2.103.704 yenes, una cifra que supera la media nacional por cerca de 340.000 yenes. Esto se debe a que el costo del terreno está reflejado en las tarifas del uso permanente de la tumba que dependen de la extensión del terreno y su ubicación.

Con respecto a si las personas que adquirieron una tumba tradicional cuentan con familiares que se hagan cargo de ella en el futuro, el 72 % dijo que sí a nivel nacional. Es decir, aproximadamente una de cada cuatro personas corre el riesgo de que su tumba quede abandonada. En el caso de Tokio, solo el 62,9 % de los encuestados dijo contar con alguien que se haga cargo de su sepultura.

Fotografía de encabezado: PIXTA.

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