La mitad de los jóvenes japoneses de 18 años no creen que exista inequidad educativa

Sociedad Educación

Los niños de familias de bajos recursos en Japón tienen acceso limitado a oportunidades educativas, lo que disminuye sus posibilidades de encontrar un trabajo estable en el futuro. La inequidad educativa es un factor que impide abandonar del círculo vicioso de la pobreza.

Fundación Nippon encuestó a mil jóvenes japoneses de entre 17 y 19 años para conocer su opinión sobre la desigualdad en la educación, un problema que se ha agravado como consecuencia de la pandemia. El 48,9 % dijo que creía que existe inequidad educativa, mientras que el 51,1 % dijo que no creía que existiera tal disparidad. Los jóvenes de 18 años llegan a un momento de inflexión en la vida en el que tienen que decidir si acceden al mercado laboral o van a la universidad. La mitad de estos jóvenes no considera que existan desigualdades en la educación. Es posible que la mayoría sean demasiado afortunados para darse cuenta de ellas o que aguanten mucho el estrés.

A los jóvenes que respondieron que existe inequidad educativa se les preguntó sobre las formas concretas en las que la perciben. La mayoría señaló la situación económica familiar. Por ejemplo, el caso de un joven cuya familia perdió sus ingresos a consecuencia de la pandemia, lo que le obligó a conseguir una beca para poder continuar con sus estudios. Otros dijeron que las instituciones privadas de buen nivel tienen ventajas y que perciben una disparidad entre la educación que se ofrece en las ciudades y la de las provincias. Con respecto a la educación durante la pandemia, que ha obligado a muchos a estudiar desde casa, mencionaron la brecha en las posibilidades que cada escuela ofrece para las clases en línea.

Cuando se los cuestionó sobre cuál consideran que sea el origen de la inequidad educativa, el 25, 3 % del total señaló que era el poder adquisitivo de las familias.

Cabe señalar que existe una gran diferencia sobre la causa de la disparidad entre las respuestas de quienes consideran que hay inequidad y quienes no. El 31,7 % del grupo que considera que existe inequidad educativa eligió como razón principal el poder adquisitivo de las familias, mientras que solo el 19,2 % de quienes no creen que exista tal disparidad se decantó por la misma respuesta. Es decir, existe una diferencia de 12 puntos entre ambos grupos. En contraste, el 15,1 % de quienes no perciben inequidad educativa dijo que el origen de la disparidad reside en el esfuerzo personal. Esto revela que hay quienes creen que la brecha es causada por los propios jóvenes.

Con respecto al futuro, el 51,2 % del total respondió que creía que la inequidad educativa empeoraría y solo el 9,3 % opinó lo contrario. Desglosado por posturas, el 67,1 % del grupo que considera que existe inequidad educativa respondió que esta empeoraría, lo que revela su preocupación al respecto. En contraste, el 49,5 % del grupo que no percibe tal inequidad respondió que no tenía claro qué sucedería en adelante.

Por último, con respecto a qué hacer frente a la inequidad educativa, el 54,6 % del total de los encuestados respondió que es necesario resolverla. Cabe resaltar que este porcentaje alcanzó el 71, 4 % en el grupo que percibe inequidad educativa. Los resultados de esta encuesta revelan que las posturas de los jóvenes tienen una gran influencia sobre sus opiniones acerca del origen y existencia de la disparidad educativa, así como de sus perspectivas a futuro.

Fotografía de encabezado: PIXTA.

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